sábado, 25 de diciembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DESCUBRIR QUE HA NACIDO

María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años y un bebé de meses

PA HABERNOS MATAO

Hace unos días tuvimos un accidente con el coche. Otro automóvil impactó con el nuestro a toda velocidad, dejándonos toda la parte trasera inutilizada. Aunque nadie nos quita mes y medio de nuestro bólido en el taller, nosotros estamos todos bien, más allá de algunas contracturas y estrés.

Y cuando yo, histérica, miraba el coche en el que había estado metida minutos antes con mis hijos, pensaba: "Podíamos habernos matado".

Estos días de Navidad, en medio de un pesebre, Dios nos regala el mayor tesoro: la vida. Pero la VIDA con mayúsculas, que es la Suya. Y que plenifica la nuestra, la llena de sentido y nos recuerda que, aún en estos momentos de tensiones, frustración, impotencia, de sentirse pequeño e inseguro, de fragilidad, tenemos una vida que merece la pena ser vivida, con Él en el centro.

Y quedarnos sin coche es una faena pero mira, Jesús nace en un pesebre, entre animales, van a verle los pastores, lo más humilde del lugar.

Hoy que es el día de la Sagrada Familia miro a mis padres, a mis hermanos y cuñadas, a mi marido y a los niños y solo puedo dar gracias. Porque entre el frío, los animales y los agobios de no tener posada, Él ha nacido, y entre nuestros fríos, nuestros "animales" y nuestros agobios, ha querido nacer también.

Por eso hoy el desafío es descubrir que ha nacido, pararnos y volver a poner en Él los ojos, y darle gracias por nuestra familia, imperfecta pero nuestra.





domingo, 19 de diciembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES VOLVER A LA FUENTE DE LA FELICIDAD

 Antonio e Isabel tienen dos hijos de 11, 9 y dos años

¿BIENAVENTURADA?

"Bienaventurada tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá". Esto le dice Isabel a María, cuando esta viene a ayudarla con el embarazo. 

¿Bienaventurada? Lo que le esperaba a María y a José no era una vida cómoda o llena de éxitos, sino más bien frío, pobreza y persecuciones. Y ver a su hijo morir en la cruz. 

¿Y a mí? ¿Qué me ha prometido Dios? ¿Por qué me siento defraudado, como si Dios estuviera en deuda conmigo? ¿Porque estoy cansado? ¿Porque me faltan comodidades? 

Dios prometió a María y José que serían los padres del Mesías. Ni más ni menos. Y mi vocación no es menor, porque no hay otro que pueda hacer de padre, madre, hija o esposo que yo, en las circunstancias que se me han dado. Lo que yo no ame, no lo amará otro. 

Hoy el desafío en familia es volver a la fuente de la felicidad. Da gracias a Dios por tu vocación. Glorifícale por todo que te ha dado, porque te ha creado por amor y te ha llamado, a ti en concreto, para que seas el rostro amante de Dios para los tuyos, igual que la Virgen lo fue para Isabel. Él ha estado grande contigo. Te ha dado el don (y la tarea) de cuidar de tu familia. ¡Gracias al Señor por las comodidades que nos faltan! Feliz domingo de Adviento.




sábado, 11 de diciembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES TENER UN CORAZÓN “GAUDETE”

 Santi y Sara tienen 5 hijos de 13,11,10,6 y 3 años.

“¿POR QUÉ EN LAS FIESTAS FAMILIARES SIEMPRE SE ENFADA ALGUIEN?”

Mi marido siempre dice esta frase cuando se acercan las Navidades, y no le falta razón. 

Acaba de pasar el “acueducto” de la Inmaculada y, tradicionalmente en nuestra casa (como en muchas), hemos adornado la casa para disfrutarla y poder meternos más en “modo Adviento”. 

En algunas familias como la nuestra (diría todas, pero seguro que hay mucha gente calmada por el mundo) cuando hay un evento especial, celebración o preparación las tensiones se elevan. Empieza como emoción, participación y luego llega la prisa, las opiniones encendidas y las “ofensas”. La mayoría de las veces la sangre no llega al río, porque es fruto de la intensidad del momento, pero la verdad que ensombrece el ánimo y despista del objetivo.

Hoy celebramos el domingo gaudete del Adviento y nos dice San Pablo eso de “Estad alegres en el Señor”. ¿Por qué nos liamos otra vez con lo que menos importa? 

Hoy el desafío es conseguir tener un corazón “Gaudete” en el Señor. No dejarnos importunar por los choques mundanos y no perder de vista que ya está a punto de llegar. Poco queda para juntarnos con nuestros familiares y amigos para celebrar y es un gran momento para poder “pasar” de nimiedades e ir a adorar al Niño.



sábado, 4 de diciembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES LLEGAR

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

TAREAS, TAREAS, TAREAS

Lava, tiende, recoge, dobla y coloca la ropa. Haz la compra, cocina y congela para la semana. Limpia y ordena. Los fines de semana son cada vez más agotadores. Los dos trabajamos de lunes a viernes fuera de casa, y sábado y domingo dentro. Luego están los extras, como los planes varios para Navidad. Últimamente veo mi vida como una sucesión de tareas para realizar. Sé que no es así, pero cuando estoy agotada no puedo evitarlo. El fin de semana pasado fue intenso en trabajo e imprevistos. Tanto, que nos fuimos el domingo a la cama sin encender la primera vela de adviento, ¡qué desastre! Lo peor de todo es que estaba tan agotada que ni siquiera me importó.

En breve llega la Navidad. Hay una parte de mí que se pregunta: tanto esfuerzo con los preparativos ¿merece la pena? Pues sí. Porque nos ayuda a nosotros y ayuda a los nuestros a vivir la fiesta. El problema es que nos centramos a veces, al menos yo, en lo externo (el belén,  el árbol, la corona, las reuniones familiares...) que son solo recordatorios de la venida del Mesías. Lo importante no es una decoración espectacular,  sino una buena disposición ante la llegada del niño Dios. Necesitamos preparar el alma,  además de la casa, para su llegada.

Esta semana el desafío es llegar, aunque sea tarde, a preparar la Navidad, porque aún estamos a tiempo. Por algo la Iglesia tiene previstas cuatro semanas. Busca un detalle que caldee tu alma para acoger al recién nacido: un poco más de paciencia con tus hijos, un poco más de amabilidad con tu cónyuge o una buena confesión. Así, como dice el Evangelio de hoy, allanaremos los senderos que llevan al portal de Belén. ¡Feliz domingo de Adviento!



sábado, 27 de noviembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES CONFIAR COMO NIÑOS

María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años y un bebé de un mes

«YO PIDO PARA QUE NO SE MUERA EL BISA»

Esta mañana la moco de 5 años ha dicho esto cuando ofrecíamos el día. Tenemos al abuelo en el hospital y ella, en un razonamiento muy claro entiende que «a veces los "viejitos" se mueren cuando van al hospital malitos».

Y en estos días en que se nos ha juntado el nacimiento de la pequeña, el covid en casa, confinamiento, enfermedades de unos y otros... no me sale mirar al Señor como a mi padre, como aquel que lo puede todo. Pero los niños son mucho más claros que nosotros y les hemos enseñado que Dios lo puede todo, así que se atreven y confían en pedirle a Dios que cure a uno o que cuide de otro.

El soldado romano que no se considera digno de que Cristo entre en su casa, la hemorroísa... Tantos ejemplos de  momentos en que la confianza en Dios ha hecho milagros en la vida de tantas personas. Pero nos cuesta, no nos creemos que Dios lo pueda todo y menos que vaya a mirarme a mí y cambiarme la vida.

Por eso hoy el desafío es tener la confianza de los niños, y pedir a Dios que toque nuestra vida, acercarnos a tocar el borde de su manto y dejar que sea Él el que transforme nuestra familia.



sábado, 20 de noviembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DEJARLE REINAR

Antonio e Isabel tienen tres hijos de once, nueve y dos años

UN PESO EN EL CORAZÓN

Estas últimas semanas la familia ha entrado en crisis: los dos mayores han empezado a traer exámenes suspensos. El motivo es sencillo: mamá no ha estado en casa por la tarde. Solo tenían a papá para hacerles estudiar, y a papá es más fácil torearle, sobre todo porque es imposible estudiar con dos a la vez mientras el bebé reclama una atención constante. 

Gritos, castigos, amenazas (incluso con sacarles del colegio): nuestras tardes se han convertido en un auténtico campo de concentración. Resultado: padres agotados e irascibles, y los hijos más irascibles y agotados si cabe. 

¡Qué rápido perdemos la alegría! ¿Basta un suspenso para que el cielo caiga sobre nuestras cabezas? Lo peor de todo es el peso en el corazón. Parece que la vida entera se ha vuelto un examen. Siento que me ponen nota por todo: si soy un buen padre, un buen marido, un buen profesor, si tengo un buen coche, una buena casa… 

Este domingo celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. En el Evangelio, parece que Pilatos examina, con sus criterios mundanos, la realeza de Jesús. Pero nuestro Señor no se pone a su nivel, no saca pecho, no esconde sus fracasos. Su reino no es de este mundo. El Señor no me ama más porque saque mejores notas, ni porque sea el padre perfecto. Su reino está compuesto por los pobres de la tierra, por los más pequeños. 

Por eso hoy el desafío en familia es dejarle reinar. Poner nuestra vida en sus manos, como una ofrenda humilde de nuestros talentos, para que Él sea el banco que los haga fructificar, no como nosotros queremos, sino como quiera Él. Dejemos que Cristo lleve el timón de nuestra vida, y no perderemos la alegría, porque si Él está con nosotros, ¿quién podrá contra nosotros? Y si tratamos de hacer su voluntad, todo lo que nos ocurra será para bien. Hasta los suspensos.




sábado, 13 de noviembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES AGRADECER LO QUE TIENES

 Santi y Sara tienen 5 hijos de 13, 11, 10, 6 y 3 años.

¿POR QUÉ ÉL SÍ Y YO NO?

Últimamente son muy comunes este tipo de preguntas en nuestra casa (o similares: “¿Por qué me castigas a mí y a él no?”). Es curioso cómo observamos, adultos y niños, la justicia en nuestras vidas y cómo envidiamos lo de los demás.

Como padres, es “fácil” ver que a uno le va bien esto y a otro no puedo dárselo aún o debo reprender a uno por algo y al otro debo darle más margen porque a lo mejor es pequeño aún. Pero, como hermano, compañero de trabajo, hijo o, incluso, esposa… ¡la cosa cambia mucho!

Nuestro mayor está con la historia de que se le reprende más que a nadie. La segunda que no se le escucha y que nunca… (lo que sea). El tercero que se le castiga mucho. La cuarta que siempre tiene que hacer ella lo de todos. La quinta, de momento, básicamente protesta cuando no quiere hacer algo. Y luego llegamos nosotros, que a veces nos vemos pensando o diciéndole a nuestros padres eso de “A mi hermana le has dicho que viene muy guapa y a mí no” o pensando en el trabajo “¿Por qué a Fulanita le han permitido tal o cual?”

¡Somos la pera! ¿En serio tenemos el foco tan girado que no vemos más allá de nuestras narices? ¿De verdad que pensamos que TODO es para los demás y nada para nosotros? Es comprensible en determinadas fases evolutivas de nuestra vida, pero mantenernos ahí ya nos hace la vida mucho más complicada y cansada, la verdad.

Por eso hoy el desafío en familia es agradecer lo que tenemos, que es mucho, y no mirar lo que nos falta o lo que envidiamos de los demás. Dios está ahí dándonoslo todo: poder disfrutar de Su creación, una familia, un corazón anhelante, inteligencia, un día más, amor y, sobre todo, esperanza en Él. Feliz domingo.



sábado, 6 de noviembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DARSE EN LO PEQUEÑO

 María y Miguel tienen un hijo de 14 años

ME CAE MAL

He de reconocerlo: san Pablo me ha caído siempre un poco gordo. No sé el motivo exacto, pero es así. En ocasiones entiendo y reconozco las perlas de sabiduría que nos ha dejado a sus hermanos de todos los tiempos. Sé que algún día llegaré a apreciarlo pero, de momento, solo reconozco el valor de su legado espiritual. Como en las lecturas de hoy. 

Es difícil encontrar lecturas más claras y más hermosas. La cosa va de dar y darse, de ser generoso, ¿y quién nos da ejemplo de entrega total? Nuestro Señor, ¿se puede dar mayor ejemplo que dando la vida? La carta de San Pablo nos aclara que no se trata solo de dar limosna, que también, se trata sobre todo de darse a uno mismo. ¿Y qué lugar más idóneo para darse que la familia? A mí me cuestan muchas cosas, una de ellas son los viernes, y más si he trabajado hasta tarde el día anterior. Me voy arrastrando por la vida, me duele la cabeza, me pongo borde e impaciente, todo me molesta... vamos, que tengo un humor de perros. Controlar mis formas ese día me resulta agotador pero sé que es eso lo que me pide mi Padre Dios.

Hoy el desafío es darse, pero darse hasta que duela, como diría la Madre Teresa. Busca la manera de entregarte un poco más a tu marido o a tu mujer, a tus hijos o a tus padres. Sonríe aunque estés muerto de sueño para hacerles la vida más amable a los tuyos; sé fuerte y corrige a ese adolescente con firmeza pero con mano izquierda, cuando te apetecería gritar a pleno pulmón; haz el café de la mañana para que el otro lo encuentre preparado al levantarse; cede en ese detalle sin importancia para favorecer el clima de cariño... porque la entrega está en eso, en las monedillas, que parecen poca cosa pero que son todo lo que tenemos. Dios lo sabe y lo valora y eso es lo único que importa. ¡Feliz domingo!



sábado, 30 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES CONTEMPLAR

María y Álvaro tienen una hija de cinco, uno de dos años ¡y un bebé de cinco días!

EN MEDIO DE LA MARABUNTA

Esta semana tenemos a unos abuelos confinados, otros abuelos en el hospital, unos tíos también confinados y otros trabajando, y en medio de esta marabunta... ¡ha nacido la gorda!

Estrés, logística, emociones a flor de piel... Todo lo que diga es poco. Pero ahí está la enana, sana, feliz.

Esta semana el Señor les concreta a los apóstoles cuál es el mandamiento principal. Cuál es el centro. Dónde hay que dirigir la mirada. Y tantas veces en nuestra vida es precisamente el ahogo de ciertas situaciones lo que nos "invita" a mirar lo importante, a quedarnos en lo esencial. 

A veces tenemos todo tan seguro, tan estable, que el Señor es un complemento bonito en nuestros planes. Pero cuando las cosas no salen como las teníamos pensadas tenemos dos opciones: podemos frustrarnos o bien levantar la mirada y descubrir a Dios en las situaciones, en lo esencial de la vida. Y desde ahí empezar a contemplar. Poner a Dios sobre todas las cosas.

Y contemplar se hace fácil con una pequeña que acaba de nacer, totalmente indefensa, que se calma al estar en brazos y sentir el calor de quien la quiere, que es un regalo y que ilumina, desde el sentirnos sobrepasados, lo esencial de acoger la vida que llega. 

Por eso el desafío de hoy es parar y mirar a nuestra familia, descubrir a Dios en ellos y dar gracias. Parar de hacer planes, por un momento y contemplar a aquellos que el Señor nos ha regalado.



sábado, 23 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DEJARSE MIRAR POR DIOS

Antonio e Isabel tienen tres hijos de once, nueve y dos años.

SIN ALIENTO

Cuando nos casamos ya había móviles, pero aún no existía el wasap. Recuerdo escribirle un mensaje de texto la mañana de la boda diciéndole que la había visto salir de la peluquería. Era una mentira verosímil y yo sabía que estaba muy nerviosa con que todo saliera perfecto. 

No todo salió perfecto. De hecho, a veces creo que nos hemos detenido demasiado en los detalles que podían haber ido mejor. Lo bueno es que, a una distancia de catorce años poco importan ya esos pequeños fallos. Lo que nunca se me olvidará fue la impresión de ver a mi futura mujer entrando en la iglesia vestida de novia. No sabía que me casaba con una mujer tan guapa. Me quedé anonadado, realmente sin aliento. Fue como verla por primera vez. Fue como verla con los ojos de Dios. 

Cuando nos veamos en el cielo como Él nos ve, normalmente pensamos que lo primero que se verá son nuestros pecados. Dan pocas ganas de ir al cielo si hay que pasar por un juicio así. Sin embargo, aunque nuestros pecados sean muchos, la misericordia de Dios es infinita. Y al posarse sobre nosotros no es solo que nos mire con buenos ojos, no es que haga la vista gorda, es que su mirada nos sana y nos redime. 

Cuando vayamos al cielo pensaremos en lo ciegos que estábamos. En el inmenso regalo que nos estaba dando con nuestro matrimonio y que no éramos capaces de ver. 

Hoy el desafío en familia es dejarse mirar por Dios. Él ve los límites de tu matrimonio, tus infidelidades y tus rutinas, vuestra falta de esperanza y vuestro egoísmo. Pero también ve los frutos que vais a dar, los que ya estáis dando aunque no los veáis. No solo te perdona. Te mira y te ve tan maravillosa que se queda sin aliento. Te ama y te confía a la persona que más ama en el mundo para que la cuides como tu esposo, tu esposa. Él ha muerto para que tu familia viva. Déjate sanar. ¡Feliz domingo!



sábado, 16 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES EJERCITAR LA PACIENCIA

Sara y Santi tienen 5 hijos de 13, 11, 10, 5 y 3 años.

SUS TIEMPOS, MIS TIEMPOS, LOS TIEMPOS DE DIOS.

Estábamos raros. Todo bien, pero Santi con muuuucho trabajo y horas encerrado en la habitación y, cuando salía, no le daba la vida más que para lo básico (que no suele incluir ocuparse de algo distinto a sobrevivir, jejeje). Y yo con mi trabajo, mil recados, visitas médicas con unos y otros (es decir, almacenando cosas en la cabeza como si fuera un trastero).

Un día y otro y otro, y yo intentando hablar, que fuera capaz de mirarme y de “hola, ¿qué tal estás?”. Porque la vida en estos términos es un poco solitaria, la verdad (para ambos).

En estas, decido que el jueves nos vamos a ir a pasear. Tenemos que hablar de nosotros, de cosas pendientes que decidir, sobre los niños, de…”Hola mi amor” “¡Eres tú!”, de sentir que somos matrimonio, no colegas de piso.

Total que, conseguimos hablar de…¡mover habitaciones! ¡Esto es de broma! ¿Aún encima hay que buscar el momento apropiado? Con lo que nos ha costado encontrar este, no creo que encontremos otro. 

Pero sí, no hay nada como un paseo al sol, al lado del mar, en horario normal, un día de calma matrimonial (sólo hay que juntar un millón de circunstancias, jajajaja) y…la conversación sale.

Hoy el desafío en familia es ejercitar la paciencia. A veces tenemos que pasar pequeños baches y aprender a sobrellevarlos, a esperar el momento adecuado. Es como hacer gimnasia del corazón. Dios nos quiere en cualquier circunstancia y con nuestros defectos, con nuestros alejamientos y acercamientos. Pues lo importante es aprender a querer a nuestro cónyuge los días de sol y los días nublados, aprendiendo a amar de verdad, a imagen de Dios y con la paciencia que el amor brinda.




sábado, 9 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES MIRAR CON SUS OJOS

María y Miguel tienen un hijo de 14 años. 

A PUNTO DE CORTOCIRCUITAR

Habíamos tenido un fin de semana intenso de discusiones y peleas mi hijo y yo. De tira y afloja. Reconozco que estaba agotada y bastante frustrada. ¿Por qué me hace sufrir tanto mi propio hijo?¿Lo estoy haciendo bien?¿Qué es lo que hago mal?¿Soy demasiado blanda, dura, me está tomando el pelo...? ¿Se me irá por el mal camino? Estaba a punto de cortocircuitar. Ese domingo fuimos a misa "juntos". Digo "juntos" porque llegamos su padre y yo por un lado y él por otro. A Dios gracias, se sentó con nosotros. Con el día que llevábamos, no me hubiera extrañado que buscara el otro extremo de la iglesia. Yo seguía disgustada y dolida pero lo quería cerca. Durante la celebración lo miré un momento y, no sé cómo ni por qué, vi de nuevo a mi hijo, no al adolescente impertinente y contestón, a mi hijo querido, sé que el Señor me prestó por un momento su mirada amorosa porque la paz volvió a mi corazón.

El Evangelio de hoy dice que cuando el joven rico se dirigió al Maestro, este: "se quedó mirándolo" y "lo amó". ¿Cómo miraría Jesús?¿Cómo serían su expresión, sus ojos, su sonrisa? ¡Qué maravilla sería mirar a mi familia con los ojos del Señor! Esa mirada que todo lo disculpa, todo lo perdona al instante y todo lo comprende.

Hoy, el desafío en familia es pedir prestada a Jesús su mirada amorosa para dirigirla a uno de los nuestros: al plasta de tu marido que lleva toda la semana muy antipático o a esa hija que te saca de quicio con sus diabluras. Pídele que te ayude a recordar cuánto los amas y el gozo inundará tu corazón. ¡Feliz domingo!



sábado, 2 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DEJARSE ABRIR LOS OÍDOS

María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años y una a puntito de nacer

¿OTRA BODA? 

Este mes pasado hemos tenido tres bodas, y ahora, cada vez que decimos en casa que hay alguna fiesta, la mayor me pregunta: ¿Una boda?

Y aunque ha sido un mes intenso, y yo estoy ya para pocas fiestas, estas bodas nos han recolocado un poco en nuestro matrimonio. Ver a otros felices, elegantes, habiendo preparado con todo el mimo la celebración, diciéndose que se entregan uno a otro para toda la vida... Te cuestiona. Y nos hemos mirado a los ojos mi marido y yo, y con cierto asombro hemos recordado que eso mismo que se están diciendo, nos lo dijimos hace unos años. Y que prometimos decirlo siempre, vivirlo cada día. 

Ay. Pero luego los estreses de la vida, la logística familiar nos puede empujar a convertirnos en un centro de gestión en que esas palabras del matrimonio tienen cabida relativa. Y esa ilusión por vivir con el otro (no por sobrevivir la semana, que los niños lleguen al cole, que comamos todos los días... Que está bien, pero no es lo primero del matrimonio) parece oculta tras la montaña de quehaceres.

El Señor hoy en el Evangelio nos recuerda que nos casamos para siempre. Pero no como un castigo, sino como un regalo, un proyecto común que no siempre es fácil pero en el que no estamos solos.

Por eso, el desafío de hoy es coger las palabras del rito del matrimonio, volver a prometernos aquello que nos dijimos. Puede ser en plan fiesta, con los niños y patatas fritas, o en el momento de 5 minutos antes de ir a dormir. Pero busquemos un momento de volver a recordar la entrega que nos hemos hecho.




sábado, 25 de septiembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DEJAR DE CONTROLAR

 Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y dos años.

ANIVERSARIO PASADO POR AGUA

Hay semanas complicadas. La vuelta a la rutina siempre cuesta. Sus deberes, tu trabajo, los uniformes, has vuelto a perder el cuaderno... Pero si le añades una noche en urgencias con el bebé, cuatro lavadoras de vómito extra, seis grupos de exámenes por corregir, y dos preadolescentes que se aburren en casa, la semana puede convertirse en un túnel infernal. 

Pero se puede añadir algo más a esa semana. Porque resulta que hemos hecho catorce años de casados. Cayó en martes, claro. Un día para olvidar. Al final de la semana, como una obligación más, toca conseguir canguro y reservar un sitio para cenar. Una cosa más que añadir a la lista de deberes. 

¿Y dónde está mi amor primero? ¿Y dónde está Dios? Sepultados por una montaña de obligaciones. Menos mal que Él es misericordioso y nos busca como a la oveja perdida. 

Como el bebé malito se pone ñoño y pesado cuando no está en brazos de mamá y papá, así nos pasa a nosotros. Necesitamos descansar. Y el único descanso verdadero es el Señor.

Por eso hoy el desafío en familia es dejar de controlarlo todo. Ponte en manos de Dios, que lo va a hacer mejor que tú. Déjate querer. Retoma ese rato de oración que, es cierto, te quita tiempo, pero lo necesitas para oxigenarte. Trata también de descansar en tu esposo, tu esposa. Buscad ratos para estar juntos para contemplaros sin hablar de logística. Poneos juntos delante de Dios, y él enviará su Espíritu sobre vosotros. La semana siguiente será igual de complicada. Pero no tendréis que llevarla solos.



sábado, 18 de septiembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES MANTENER A MARTA A RAYA

Santi y Sara tienen 5 hijos de 13, 11, 10, 5 y 3 años.

PARA TODO LO DEMÁS, MASTERCARD.

¿Recuerdas ese anuncio?: Tienes posibilidad de conseguir muchas cosas y, lo que no puedas, Mastercard está ahí para proporcionártelo. ¡Qué ganas de que fuese así de sencillo todo en la vida!

Esta cabeza mía, fundamentalmente operativa, tiende a llenarse de quehaceres constantes para cubrir lo necesario y los “por si acaso”. Esto hace que Marta, la de Betania, sea un personaje de la Biblia con quien me identifico fácilmente.

Cuando eres así, es fácil que lo urgente quite tiempo a lo importante. Que los “hay que” sustituyan a los tiempos dedicados a las personas, que la atención a sus necesidades corporales ensombrezca a las espirituales/personales.

No sé si es una mala interpretación de la “servidumbre” a los demás o que nos agarramos a lo más sencillo de hacer pero hay que admitir que ¡Marta mola mucho, pero absorbe!

Es decir, muy fácil volver a caer en el “ya lo hago yo todo” en vez de pedir al “Mastercard” por excelencia, al que TODO lo puede, esa ayuda necesaria.

Por esto, hoy el desafío en familia es mantener a nuestra Marta a raya. Pedir al Jefe ayuda sabiendo que no llegamos ni de broma a todo lo que nos pide y que, sin Él, no podremos nada. ¿Cómo sería posible trabajar bien, educar y querer bien a los hijos, querer a nuestro marido, cuidar a nuestros amigos, y además mantener una relación con Dios? Sin Él nada puedo, nada soy.



sábado, 11 de septiembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES PERDER EL TIEMPO

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

MAMÁ, NO PUEDO PERDER EL TIEMPO

"Mamá, no puedo perder el tiempo, voy a hacer Tercero". Esto me decía mi hijo hace unos días cuando hablábamos para organizar el curso. Se había puesto unos objetivos poco realistas (levantarse muy temprano para hacer deporte, estudiar hasta las tantas...) y yo intentaba hacerle ver que algunas veces para ganar, hay que "perder": descansar bien para rendir en clase y aprovechar el tiempo de estudio para no dedicar toda la tarde a lo mismo. De momento sigue con su exigente plan, no puedo ni quiero frenarlo pero me temo que la falta de sueño pronto le pasará factura.

Este ritmo loco que llevamos con frecuencia nos empuja muchas veces a correr y correr, a hacer cosas sin parar, y olvidamos, en ocasiones, lo importante. Recogemos a los niños del cole, hacemos la compra, los llevamos al parque o a un cumple, pero no les prestamos realmente nuestra atención. Nos desvivimos por nuestra familia o por nuestros amigos pero no nos damos cuenta de que este tiene ojeras o aquel está nervioso. Necesitamos calma para mirarlos, preguntar y escuchar lo que nos dicen... y lo que no nos dicen, porque con frecuencia una mirada dice más que una explicación. 

Hoy el desafío es perder el tiempo con los tuyos. Fíate del Señor y pierde un poco tu vida para ganarla. Escucha con los cinco sentidos las inquietudes de tu marido o tu mujer en el trabajo, las quejas de tu adolescente o el entusiasmo de tu pequeño de ocho años que, emocionado de volver a ver a tus amigos, no para de hablar y hablar como un loro. "Pierde el tiempo" en amarlos y el Señor te devolverá el ciento por uno en armonía familiar. ¡Feliz domingo!



sábado, 4 de septiembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DEJARSE ABRIR LOS OÍDOS

María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años ¡y una en camino!

JUGANDO CON LOS COCHES

El enano tiene dos años, y puedes hablarle y darle una indicación veinticinco veces, que como esté jugando con los coches o ignorándote sin más, le entra por un oído y le sale por el otro. Ni da señales de recepción de la información. Dicen que es normal a esta edad, que es la «primera adolescencia» (oh, Dios mío...) Pero la realidad es que es desesperante para nosotros. Yo a veces tiro palabras que captan atención, tipo «galleta» o «chocolate» a ver si así gira la cabeza en busca del tesoro que ha escuchado, pero a veces ni siquiera esto funciona. 

Pero gracias a Dios hay momentos y situaciones en que, aunque parezca otro, este mismo bichito es un cojín de mimos, que nos busca y se acurruca como si fuésemos su único refugio, y me mira preguntando ¿A que tú me proteges si viene un tigre?

Hoy el Señor abre los oídos a los sordos y hace hablar a los mudos, y me planteo si yo le dejo que se acerque a mí, si le escucho o si más bien estoy a mi bola mientras Él me llama una y otra vez, y solo de vez en cuando, cuando tengo miedo, me giro a asegurarme de que Él me protege. 

Y creo que en la vorágine de nuestra vida estamos «jugando a los coches» y no dejamos que Él entre, que ponga sus dedos en nuestros oídos y nos disponga a escucharle.

Por eso hoy el desafío es dejar que nos abra los oídos y nos desenrede la lengua; pensar, ahora que empieza el curso, en cómo vamos a dejar que Dios se haga presente en nuestro día a día.



sábado, 28 de agosto de 2021

HOY EL DESAFÍO ES MIRARSE EL CORAZÓN

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y dos años. 

"¡ME CAGO EN LA MAR!"

Era la tercera vez que mi hija de diez pronunciaba la dichosa frase. Por supuesto, me faltó tiempo para reconvenirla: "Pero bueno, niña, ¿quién te ha enseñado a hablar así?". "Pues tú, papá, tú", me dijo con su mirada desafiante. Y tenía razón, claro. 

Las normas son importantes. No se dicen tacos. No sé habla con la boca llena. Hay que pedir las cosas por favor... Pero pueden quedarse vacías si no miramos con el corazón. De la misma forma, los hábitos, que se crean por repetición, no se transforman en virtud si les falta el amor. Y el amor solo se aprende por contagio.

Es lo que recrimina Jesús a los fariseos:"Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí". 

Aunque mi padre todavía me riñe por dejarme las luces encendidas o la puerta de los armarios abiertas, los dos sabemos que eso no es lo más importante. Y aunque él como padre no haya logrado inculcarme una gran virtud del orden, sí me ha enseñado lo que es ser un padre. A pesar de sus defectos y de los míos.

Hoy el desafío en familia es mirar dónde están tus normas y dónde está tu corazón. Los hijos son esponjas. Y aprenden de lo que ven. Según cómo reces aprenderán ellos a rezar. Según cómo perdones y pidas perdón lo harán ellos. Según cómo vivas tu vocación al amor, aprenderán a seguirla ellos.



sábado, 21 de agosto de 2021

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES SACAR FUERZAS DE FLAQUEZA

Santiago y Sara tienen 5 hijos de 13,11,10,5 y 2 años.

CASI QUE PASO HOY, ¿NO?

Verano, mil planes y ganas de hacer cosas para las que no tenemos tiempo el resto del año, pero ¿cómo sacar ese tiempo? ¿Y las ganas? Cuando es plan que apetece, sale solo eso de encontrar tiempo, pero si no…si es planazo para los niños pero no para los padres…¡ejem!

El otro día habíamos planificado hacer una acampada con los colchones en el salón y dormir todos juntos. La verdad es que me apetecía todo, pero mi marido estaba muerto de sueño. Cuando pensé que ya estaba todo a punto de anularse, él dijo que adelante.

El plan fue un éxito, la verdad (salvando la parte de decidir peli apta para todos). Ya la preparación y el trasiego de los colchones fue una risa. De hecho, ¡la recogida de los colchones por la mañana fue muy buena incluso! Y casi nos lo perdemos por cansancio…

Pensaba esta mañana que con Dios hacemos lo mismo muchas veces. El hastío y la falta de planificación pesan más y se comen el tiempo con Él, la necesidad de apoyarnos en Él. De esta manera nos perdemos el consuelo, la intimidad y el crecer en Él.

Por eso hoy el desafío en familia es sacar fuerzas de flaqueza y perseverar en nuestros planes con Él, en su compañía y consuelo pues, como dice Pedro hoy en el Evangelio: “Señor, ¿a quién vamos a acudir?”.



sábado, 14 de agosto de 2021

HOY EL DESAFÍO ES TENER PRISA

María y Miguel tienen un hijo de 14 años. 

¿SABÉIS QUÉ HORA ES?

Esta es la pregunta con la que apareció mi hijo una mañana, en el umbral del dormitorio, después de que su padre y yo nos quedásemos dormidos una mañana (¡de vacaciones!). ¡Hay que fastidiarse! ¡Con lo que cuesta que se levante a su hora durante el curso! ¿Cómo se ha producido el milagro? Muy sencillo: durante estos días de verano practica ciclismo con su padre y tienen que salir temprano por el calor. ¡Adiós pereza! 

El Evangelio de hoy no puede ser más hermoso (el Magníficat es una oración de belleza deslumbrante) pero a mí me llama mucho la atención lo de que María se puso en camino "deprisa". No me imagino a la Santísima Virgen atolondrada y corriendo como una loca, sino con la urgencia tranquila de quien sabe lo que quiere hacer y no deja que nada le distraiga de su objetivo final. Sin prisa pero sin pausa.

Estos días de reuniones familiares para unos, de vacaciones relajadas para otros, de calor sofocante para casi todos, no olvidemos lo más importante: estar cerca del Señor. 

Por eso esta semana el desafío es "tener prisa" para las cosas de Dios. No dejemos de ir a Su encuentro. Ten "prisa" para llegar a la iglesia el domingo, para rezar el Ángelus o en bendecir la mesa. Pon al Señor entre tus prioridades y verás como llegas a todo lo importante. Feliz domingo de la Asunción.



domingo, 8 de agosto de 2021

HOY EL DESAFÍO ES APROVECHAR LOS MOMENTOS DE ENCUENTRO


María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años, ¡y una en camino!

PAPÁ, TE QUIERO

El verano nos regala mucho tiempo con nuestros hijos: momentos de intensidad con ellos y normalmente también de estrés. Pero después de este mes que para mí ha sido de incertidumbres y caos, el poder pasar unos días de vacaciones los cuatro, sin más objetivo que estar juntos y hacer planes sencillos, me ha dado la vida. Esos momentos en que los enanos se te echan al cuello después de comer juntos un helado, o al levantarte por la mañana sin prisas, sin gritos, con paz... y que te digan que te quieren o te den un abrazo. 
El ritmo del curso nos da estabilidad, pero a veces nos perdemos estos momentos de encontrarnos con los otros, de mirarnos a los ojos sin prisa, con calma.
A veces vemos en el Evangelio que Jesús no tiene prisa, que habla con unos y con otros, frente a la urgencia de que alguien está enfermo, o de las prisas de sus apóstoles, pero me lo imagino mirando de frente a cada uno, sin salir corriendo, encontrándose con los demás.
Por eso el desafío de hoy es aprovechar los momentos de encuentro. Con cada uno de los que pasemos estos días, y también con el Señor. Ponernos frente a Él y tomar ese café que teníamos pendiente, retomar aquella conversación que no pudimos terminar.



sábado, 31 de julio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES IR A LA FUENTE DE NUESTRA SED

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y un año

LA HORA DE LOS CAPRICHOS

Uno de los ingredientes infalibles de las vacaciones son los caprichos. Preguntas habituales: "¿Cuándo tomamos heladito? ¿Puedo comprar un sobre de Pokemon? El domingo pasado no tuvimos propina. ¿Podemos comer en el McDonald's? Hace mucho que no vamos al cine… Y un largo etcétera que, unido a la interminable lista de quejas y reproches puede hacer del verano algo muy parecido al Purgatorio. 

¿Cuándo se volvieron nuestros hijos así de materialistas? ¿De dónde lo han aprendido? ¿No nos pasa también a nosotros que ponemos la felicidad en determinados placeres, expectativas, experiencias, y que justo en vacaciones nos parece como que es la hora de darnos ese gustazo? Y luego nos sucede, como a los niños, que somos insaciables: después de llegar el tan esperado momento de descanso, nos sentimos insatisfechos, vacíos. 

Hoy Jesús nos invita a poner nuestro corazón en su sitio, en algo que, una vez que lo probemos, no volveremos a tener hambre o sed. Porque la sed más profunda es la sed de Dios. Solo el Amor puede completarnos. 

Por eso hoy el desafío en familia es ir a la fuente de nuestra sed: ¿para qué te has ido de vacaciones? Es más: ¿para qué trabajas? ¿Para qué te has casado, formado una familia? ¿Es solo para obtener una felicidad material, para cumplir un proyecto, autorrealizarte? ¿O es para responder a una llamada, para seguir a Alguien? Señor, solo Tú tienes palabras de vida eterna. Solo Tú calmas nuestra sed. 



sábado, 24 de julio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES SABER CUÁLES SON TUS PANES Y TUS PECES

Santiago y Sara tienen 5 hijos de 13, 11, 9, 5 y 2 años.

VERANO DE PLANES EN EL AIRE

Este verano, por varias razones, sólo uno de nuestros hijos se fue de campamento. Parece que, si cada uno no tiene algo “aparte” y diferente, no se puede hacer nada, ¿verdad? Y pueden pasar los días con esa sensación de tiempo anodino con sus tareas específicas, sus incidencias y poca “vida diferente e intensa” (de poca vacación, vamos).

De todos modos, nos están surgiendo cosillas poco a poco que animan y endulzan los días de espera por las vacaciones de papá y mamá: cenas con amigos, planes que montamos, visitas, dormir en casa de los abuelos, conversaciones de las buenas buenas, planes con tu marido a solas...

De esto me acordaba al leer en el evangelio lo de la multiplicación de los panes y los peces. Salvando las distancias, claro está, muchas veces pensamos que nuestra vida es “este tostón” que toca o del que no puedo salir, que no habrá nada más. Pero Él te va poniendo posibilidades delante, opciones que puedes ver o dejar pasar, alimento nuevo que puedes aprovechar y agradecer.

Por esto hoy el desafío en familia es saber ver cuáles son tus panes y tus peces. Ver lo que se te ofrece para disfrutarlo y no dejarlo pasar. Tanto en planes mundanos como en momentos que te ayudan a crecer en el amor a Dios y a los demás. ¡Feliz verano lleno de peces!

 


sábado, 17 de julio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES HACER BIEN LA MALETA

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

UNA SEMANA DE ENSUEÑO

Eso es lo que hay en mi cabeza cuando pienso en la semana que me espera con mis padres y mis hermanos: todos juntos en una casa rural, piscina, ambiente relajado, mis sobrinos corriendo... pero esa estampa idílica es tan hermosa como irreal. Mucha gente significa mucho trabajo: comidas que hacer, platos para fregar, opiniones enfrentadas y algún que otro roce. Lo pasamos genial, pero desde hace unos años el Señor me hizo ver que hay algo que nunca, bajo ningún concepto, puedo dejar de meter en la maleta: un buen puñado de oraciones. 

Igual que procuro no olvidar los bañadores, los juegos o el cargador del móvil, sé que no puedo olvidarme de rezar por las personas con las que voy a convivir este verano. Le pido al Señor paciencia y fortaleza para ser siempre amable y no enfadarme con nadie, le hablo de cómo añoro unos momentos de intimidad con mis hermanas o de cuánto echo de menos a mis sobrinos. Le pido para que mis padres disfruten y para que no haga demasiado calor. Sabemos que no será un tiempo perfecto, que las vacaciones perfectas no existen, y que es posible que lleguemos más cansados de lo que nos fuimos (sobre todo, si tienes hijos pequeños), pero será un tiempo de crecimiento familiar si lo dejamos en manos de nuestro Padre Dios.

Esta semana el desafío en familia es hacer bien la maleta para las vacaciones, cuéntale lo que te inquieta de esos días de descanso o lo que sufres por no poder tenerlos. Confía en que Él reparará tus fuerzas, como reparó las fuerzas de los discípulos. ¡Feliz domingo!



domingo, 11 de julio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES FIARSE

 María y Álvaro tienen dos hijos de cinco y dos años, ¡y una en camino!

APLASTADA POR LOS AGOBIOS

No voy a tener trabajo el curso que viene, y estamos esperando nuestra tercera niña, por lo que no es un momento óptimo para buscar trabajo, y los agobios por lo económico me aplastan.

Mi marido, que mira menos las cuentas, está muy tranquilo. Pero yo me ataco porque si gastamos lo que tenemos ahorrado, el sueño de comprar casa algún día se queda de nuevo en eso, un sueño.

Y la vida me come, me agobia, me quedo enganchada en todas esas preocupaciones, sin llegar a todo y sin terminar de disfrutar de todo lo que tengo, que no es poco.

Hoy el Señor manda a los apóstoles con, y perdón, una mano delante y otra detrás. El Señor, es decir, el que quiere el bien para cada uno y sabe lo que mejor nos viene, manda a sus mejores amigos «a la aventura». Sin bienes, sin ir hasta los dientes, sino con la sencillez que le caracteriza, sin seguridades materiales.

Y yo me veo tan lejos de esta virtud, de la confianza en la providencia divina, a pesar de que nunca nos ha faltado de nada, desde el día en que nos casamos, con el Evangelio de los lirios del campo.

Por eso el desafío en familia es volver a ponernos de nuevo ante Él y fiarnos. Pero fiarnos en serio, habiendo puesto lo que está en nuestras manos pero sabiendo que Él es el que mejor nos conoce y no permitirá que nada nos falte.



sábado, 3 de julio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES RECUPERAR LA FE EN TU MATRIMONIO

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y un año

CATORCE AÑOS DE RONQUIDOS

Esta semana he descubierto cuánto me ama mi mujer. Normalmente intento dormir de lado porque ella se queja de mis ronquidos, aunque yo solía pensar que era una exagerada y que solo respiraba fuerte. Sin embargo, hace dos noches me escuché entre sueños. Fue tan fuerte el último ronquido que me desperté a mí mismo.

Al preguntarle a mi mujer cuánto tiempo llevaba roncando así, me dijo que desde que nos casamos hace casi 14 años. 

El Evangelio de hoy nos cuenta que Jesús no pudo hacer muchos milagros en Nazaret porque les faltaba fe. Lo tenían muy visto y por eso no podían creer que fuese el Salvador. 

Con el sacramento del matrimonio nos pasa lo mismo: Dios nos ha puesto el uno al otro como camino de salvación, pero muchas veces solo nos vemos como un obstáculo para la felicidad. 

Mi esposa es mi profeta, la persona que Dios ha puesto en mi vida para que me ame por Él. Y yo a mi vez estoy llamado a amar a mi esposa con el amor de Dios. Es tan total ese amor fiel e incondicional que es el signo de la entrega de Cristo por su Iglesia. Un amor que ni la enfermedad ni la pobreza ni el pecado ni la rutina ni catorce años roncando pueden romper.

Por eso hoy el desafío en familia es recuperar la fe en tu matrimonio. Con vuestros defectos, con vuestro pecado, con vuestros desamores, habéis sido elegidos por Dios para que Él haga milagros de amor en vuestra vida. Dejad que el Espíritu Santo trabaje en vosotros.



sábado, 26 de junio de 2021

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES NO PERDER EL FOCO

Sara y Santi tienen 5 hijos de 13, 11, 9, 5 y 2 años.

DISFRUTAR Y APROVECHAR EL VERANO

Y llegó el final del curso, ¡yuju! ¡Se acabó ponerse el tricornio para que se hagan deberes y se estudie! ¡Se acabaron los súper madrugones! (sólo los súper, jeje).

¿Se acabaron las discusiones? ¿Se acabaron las exigencias? 

Esta época es más relajada pero puede ser más caótica. En nuestra casa son típicos los comentarios: “Es verano, no nos vamos a acostar ya, ¿no?”, “Es verano, no TENGO que hacer nada”.

Si a los niños les ponemos cuadernos de vacaciones, tareas y algo de orden para que esto no sea un despiporre y nos volvamos locos… ¿Qué vamos a hacer con nuestra vida espiritual?. Dios no es temporero, no es un Dios sólo de otoño, invierno y primavera. 

Así que hoy el desafío en familia es mantener el foco donde debe estar. Podríamos establecer rutinas nuevas, de verano. Como se dice ahora, ahí van unos tips por si sirven: rezo con mis hijos el rosario o un misterio, trabajo mi presencia de Dios en cada tarea (como si fuésemos a hacerla juntos), rezamos una letanía o un “yo quisiera” cada vez que vemos una iglesia, intentamos leer el evangelio con los niños, besamos una imagen de casa cada día, comentamos en alto reflexiones, damos gracias en alto, intentamos ir a misa con más frecuencia, hacer cine fórum, etc. ¡No dejes para mañana lo que puedas hacer en verano!



sábado, 19 de junio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES COLARSE Y GRITAR

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

MALDITA MASCARILLA

«¿Por qué me la tengo que poner?» La pregunta me la hace mi hijo de vez en cuando en tono desafiante, habitualmente en momentos poco oportunos. Yo, la verdad, a veces ya ni le contesto porque se lo he explicado en mil ocasiones, porque realmente no busca que le conteste, sino más bien quejarse, y porque estoy tan harta como él. 

El verano está a la vuelta de la esquina y al cansancio de un curso intenso se une el agotamiento que arrastramos del año pasado. Casi todos acusamos la falta de libertad de este tiempo de pandemia, echamos de menos a parte de la familia o los amigos y estamos hartos de reuniones virtuales o de aforos limitados, por no hablar del maldito tapabocas. Las depresiones y las fobias se han disparado, los psicólogos y psiquiatras están más ocupados que nunca y la economía no consigue levantar cabeza; casi todos tenemos a algún familiar en situación delicada: yo tengo a una hermana con dos hijos muy pequeños que depende de un negocio condenado al cierre si la situación no mejora en breve... Todo esto sin tener en cuenta lo más grave: las muertes y las lesiones que deja el virus a su paso. Me siento a ratos en medio de una tormenta que dura demasiado y no sé si seré capaz de mantener el equilibrio mucho más tiempo. 

Por eso hoy el desafío es colarse en la barca del Maestro. Si estamos con Él sabemos que nunca naufragaremos, aunque tengamos momentos de temor o de auténtico terror, como los discípulos. Con Él siempre estamos a salvo, aunque todo se tambalee a nuestro alrededor. Cuélate en una iglesia y desde lo más profundo de tu corazón grítale lo que te agobia, lo que te temes que hunda tu vida. Verás como el Maestro, al igual que calmó las aguas, trae la calma a tu corazón. Feliz domingo.



sábado, 12 de junio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES VOLVER AL PADRE

María y Álvaro tienen dos hijos de dos y cinco años y otro en camino

¡MAMÁ, ME HE “PITADO” EL “PINTURÓN”!

Acabo de aparcar y el mico, todo orgulloso  me enseña cómo se ha quitado el cinturón. En ese momento pienso ¡oh, m***, ha aprendido a quitarse el cinturón! Y le digo: “Claro, ahora que ya hemos aparcado, ¿verdad?", consciente de que ya no hay vuelta atrás y habrá que manejar esta nueva adquisición.

Un tipo que hablaba de educación dijo en una conferencia que los padres estamos como locos por que los niños hablen para luego mandarles callar siempre, y deseando que anden para luego decirles que se estén quietos. Y en nuestro caso, hemos fomentado siempre que desarrollen la motricidad, y claro…aprenden a quitarse el cinturón y nos echamos las manos a la cabeza.

En esta fase del curso en que se nos junta todo, estamos cansados, estresados, sin fuerzas, mi marido me recordaba: ahora es cuando más tenemos que rezar, cuando más tenemos que apoyarnos en Él. Pero yo por dentro pienso: “Le tengo abandonado, no queda nada de mi relación con Dios, está oculta bajo mis agobios, los mil quehaceres y… ¿cómo voy ahora a mirarle a Él y apoyarme abandonarme y entregarle mis agobios?”.  Pues igual que nuestros hijos aprenden a quitarse el cinturón y esas destrezas van quedando en su cabecita, nuestra relación con Dios, aunque lleve una capa de polvo, sigue ahí, deseando ser rescatada, deseando una oportunidad para volver a hacerse fuerte, porque no partimos de cero. Igual que esas plantas que parecen muertas pero que un buen jardinero sabe regar y mimar hasta que vuelven a florecer, así está nuestra relación con Dios, esperando que, en estos momentos de embudo vital, le pidamos que tienda su mano.

Por eso hoy el desafío en familia es volver al Padre, poner en sus manos nuestra vida y abandonarnos a Él, y compartir con nuestros hijos algún momento de oración en que pongamos nuestras dificultades actuales en manos de Dios.




sábado, 5 de junio de 2021

HOY EL DESAFÍO ES VER EN LO ESCONDIDO

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y un año.

UNOS BUENOS "PRELIMINARES"

En esta época en que se acumula el cansancio y la tarea de los niños, el calor aprieta y la ropa de verano no está donde debería, los campamentos y demás actividades de fin de curso reclaman una atención tan urgente, hay siempre tantos problemas que gestionar, que el estrés y la rutina acaban ocultando, hasta hacer imposible de ver, el brillo de nuestro matrimonio. De ahí que los momentos íntimos entre marido y mujer se conviertan en una tarea más que vamos posponiendo o hacemos casi por obligación. 

En cambio, es muy diferente cuando ese momento de encuentro íntimo se prepara con unos buenos "preliminares": pequeños detalles que lo convierten no en una tarea más, sino en el momento más esperado del día; no en una obligación, sino el punto donde confluye nuestra vocación, nuestro descanso, nuestros anhelo y nuestra ilusión. Últimamente, lo que más le gusta a mi mujer lo que hace que se ponga "en onda" es... ver fotos de años anteriores. No necesitamos ni cena romántica ni velitas, ni contratar una canguro, aunque eso siempre viene bien. Sea lo que sea, esos preliminares sirven para que los dos recuperemos la mirada original del amor primero. 

Pasa algo parecido con los encuentros con Jesús, en misa o en los momentos de oración. Mientras que para nosotros es casi una imposición, para Jesús, la comunión es algo tan esperado que lleva… dos mil años de "preliminares". Él es el Esposo con mayúsculas, que se entrega por nosotros en cada misa, en la pobreza o en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, incondicionalmente. No importa cómo estemos nosotros, Él se nos entrega siempre en la Eucaristía. 

Por eso hoy el desafío en familia es ver en lo escondido, desempolvar el amor primero y cuidar esos encuentros con unos buenos "preliminares" entre marido y mujer, y juntos, ofrecer ese amor compartido al Amor con mayúsculas.



sábado, 29 de mayo de 2021

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES PEDIR NO QUEDARNOS EN BLANCO

 Sara y Santi tienen 5 hijos de 13,11,9,5 y 2 años.

YA HA VENIDO Y ESTÁ AQUÍ SIEMPRE.

Estaba frente al ordenador y no se me ocurría nada sobre lo que escribir. Parece que muchas veces vivimos como si todo fuese normal, anodino, cansado (final de curso), obvio… pero el domingo pasado celebramos Pentecostés, y hoy el Señor nos recuerda que ¡estará SIEMPRE con nosotros!

Entonces, hice eso que he oído muchas veces y a veces olvido: pedir luz al Espíritu Santo y, en el vacío inicial, encontré mi respuesta (bueno, me fue dada, más bien). Precisamente tenía que hablar de lo que hago cuando me quedo en blanco. 

¿Sabes esa típica pregunta de tus hijos a la que solo puedes responder con un “Dame un rato y te la contesto luego” porque no sabes ni por dónde tirar? Incluso con un “Pregúntale a tu padre, que de eso sabe mucho” (y no hablo de matemáticas).

Pues, después de haberme quedado sin respuestas más de una vez, ahora pido al Espíritu Santo que me ayude, que hable por mí, que me ilumine y les ayude a entender a su torpe madre cada vez que hay una conversación importante. Incluso lo hago en el trabajo, cuando se necesita un buen consejo o reconfortar a alguien.

Por eso hoy el desafío en familia es pedirle al Espíritu Santo que no nos quedemos en blanco. Que nos ayude a ser certeros con nuestros comentarios, a saber expresar el amor de Dios, a vivirlo en nuestras familias. Si siempre estará con nosotros, siempre podremos “tirar” de su ayuda, ¿no?



sábado, 22 de mayo de 2021

HOY EL DESAFÍO ES SER POLÍGLOTA

 María y Miguel tienen un hijo de 14 años 

DOMINGOS AL SOL

Domingo, media mañana, limpieza semanal, ambiente relajado en casa. Mi adolescente tumbado en la cama haciendo nada. Me acerco, ¿qué te pasa?, nada. Me entran ganas de reñirle y decirle que por qué está perdiendo el tiempo, que si no tiene nada que hacer, que tiene la habitación patas arriba... pero por alguna razón misteriosa, no es mi estilo, me doy la vuelta y me marcho bastante tensa, sé que estas situaciones suelen acabar en discusión y posterior enfado. Cuando voy por el pasillo veo por el rabillo del ojo que se acerca mi marido y se tumba a su lado... a los pocos minutos oigo como los dos charlan tranquilamente... el ambiente se relaja, se aleja la borrasca. Mi hijo seguramente buscaba llamar mi atención, pensar o compartir un momento de intimidad, pero no supe detectar las señales y casi me lanzo al desastre.

¿Cuántas veces nos pasa eso con las personas más cercanas? No sabemos interpretar lo que nos intentan decir, parece que hablamos idiomas distintos. Cuántas veces un gesto o una palabra bienintencionada acaba en una discusión absurda por falta de entendimiento... ¿y quién mejor que el Espíritu Santo para concedernos sabiduría y entender así a los que amamos? 

Esta semana el desafío en familia es pedir el don de lenguas, como en Pentecostés. Dios es el mismo de entonces y su poder no ha menguado un ápice. Pide el don de comprender lo que necesita tu hijo, tu esposa, tu padre. Suplícale la capacidad de descifrar las señales que te envían las personas a las que amas, incluso las que son inconscientes y revelan los deseos más profundos de su corazón. El Espíritu Santo, que transformó a los apóstoles, te transformará a ti y derramará sus dones sobre tu familia. ¡Feliz domingo de Pentecostés!




sábado, 15 de mayo de 2021

HOY EL DESAFÍO ES VIVIR CON FE LA VIDA Y LA MUERTE

María y Álvaro tienen dos hijos de dos y cuatro años.

¿MIEDO A HABLAR DE LA MUERTE?

Salgo del tanatorio, con una paz interior como hacía tiempo no tenía. Dentro del dolor de la pérdida, la familia está en paz y hoy el difunto me ha hecho un regalo, poder estar en misa con paz y acompañando a amigos muy queridos.

Cuando vimos en casa "El Rey León" (spoiler alert), sentimos que no es fácil hablar de la muerte con los niños. Pero en realidad nos es difícil porque nos cuesta asumirla como el paso que es y traducir eso a los enanos. Cuando éramos pequeños mi madre pintó la muerte y el cielo tan bonito, tras la muerte de mi abuelo, que mi hermano dijo que quería morirse ya e irse al cielo con el abuelo. Y es que no es sencillo aunar dolor y alegría, pérdida y reencuentro, muerte y resurrección. 

En el Evangelio de hoy nos dice el Señor: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» No hasta el día de tu muerte, no. Todos los días hasta el fin del mundo. Él nos ha dejado claro que la muerte no es el fin, y al mismo tiempo lloró por Lázaro, pidió a su Padre que, si era posible, pasase el cáliz de la muerte, asumiéndola y abrazándola después. Porque el dolor no está reñido con el Amor, aunque nos cueste entenderlo y más aún vivirlo.

Por eso hoy el desafío en familia es vivir la vida con fe, y pedir luz para vivir la muerte. Perder el miedo a hablar con nuestros hijos del cielo, de la resurrección y la vida eterna.



sábado, 8 de mayo de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DECIR "AQUÍ ESTOY".

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, nueve y un año.

TODA LA MISA VUELTO HACIA ATRÁS

El viernes fui padrino en una confirmación. En el banco de delante, un chico que iba a confirmarse se pasó literalmente toda la misa mirando hacia atrás. No sé si buscaba a sus padres o saludar a algún amigo, pero desde luego, muy pendiente del Espíritu Santo no estaba. 

Este domingo mi segundo hijo hace la primera comunión: fin de semana completito. No hace falta explicar todas las tensiones y nervios asociados a estas fiestas: organizar mesas, controlar regalos, prever el clima, preparar la ropa… 

Si la vida parece una gymkana, en estos momentos se convierte ya en un escape room. Por eso, medio en broma, comentaba con otros papás: "Que no se nos olvide que lo más importante es… ¡que llegue el domingo por la noche!"

Esa frase —que no se te olvide lo importante— se la llevamos repitiendo a nuestro pobre hijo desde hace meses. Lo importante no es cuántos regalos vas a tener, ni si vienen los primos o en qué restaurante comemos. Lo importante...

Y de pronto vi clarísimo que yo no era distinto de ese chaval que miraba hacia atrás. Físicamente guardaba las formas, pero mi corazón estaba vuelto de espaldas al Señor, hacia las cosas del mundo.

Es algo parecido a lo que dice el Señor: "No sois del mundo sino que yo os he escogido". Las cosas del mundo nos distraen de lo importante. Nos agobian, nos agotan, y al final no disfrutamos de quien está deseando estar con nosotros: nuestra familia, nuestros seres queridos, y, por encima de todo, el Señor. 

Por eso hoy el desafío en familia es decir "Aquí estoy". Es lo que decían los confirmandos en la celebración, lo que me gustaría que mis hijos y mi ahijado viviesen: aquí estamos, Señor, rotos los hilos que nos atan al mundo, para seguirte. Queremos estar para ti y estar para los que nos has dado.



domingo, 2 de mayo de 2021

HOY EL DESAFÍO ES DARLE LA MANO AL CAMINAR

Sara y Santi tienen 5 hijos de 13,11,9,5 y 2 años.

JUGANDO POR LOS BORDILLOS 

Cuando salimos con los niños a pasear o nos desplazamos andando, el camino se hace largo porque no hay escalón, bordillo o murete al que no quieran subirse para hacer equilibrios, ¿verdad?

Normalmente te piden la mano o ya la ofreces tú “por si los chichones”. Pero me he dado cuenta de que llega un momento en que casi no se enteran de que van de nuestra mano, que corren sin consultar, que saltan sin avisar… No tienen miedo porque saben que están seguros, que “alguien” cubre sus espaldas (y su nariz).

En cambio, los adultos muchas veces tenemos miedo y un cuidado excesivo en nuestras vidas (y por eso queremos calcularlo todo, tenerlo bajo control) porque no somos conscientes de que no vamos solos, de que Alguien nos lleva de la mano.Vamos con Él como los discípulos camino de Emaús, sin darnos cuenta de Su presencia. 

Así que hoy el desafío en familia es darLe la mano al caminar. Ser consciente de que está a tu lado y no tener miedo como los niños (o tener menos, jeje), hablar con Él, pedirle que nos agarre fuerte para superar lo que necesitemos. ¡Feliz Pascua!



sábado, 24 de abril de 2021

HOY EL DESAFÍO ES SER EL BUEN PASTOR

María y Miguel tienen un hijo de 14 años.

UN CLON 

Con mucha frecuencia, cuando oigo hablar a mi hijo, creo estar oyendo a su padre: el mismo equipo de fútbol, las mismas opiniones políticas, similares gustos literarios... Les digo que me agotan porque parecen clones: escucho lo mismo por duplicado. Por una parte me enternece y por otra me satura. Un amigo me dijo no hace mucho que ya que ha de imitar, pues todos necesitamos un modelo, tampoco estaba mal que imitara a su padre. Y creo que lleva razón.

Hoy el Evangelio nos lleva a la imagen del buen pastor, que trata a sus ovejas con cariño, con mimo, con dulzura, que diría el papa Francisco. Es nuestro Padre Dios que está dispuesto a todo con tal de recuperarnos. Tenemos la Semana Santa demasiado cerca como para olvidarlo. Y nosotros, como hijos de tan buen Padre, ¿no vamos a imitarlo? Todos tenemos a alguien encomendado, todos podemos imitar al Señor y cuidar de los nuestros como Él cuida de nosotros. 

Esta semana el desafío en familia es ser el buen pastor, mimar a los que te han sido encomendados: esposa, padre, hijos o hermanos. Todos tenemos alguien a quien cuidar aunque sea desde la distancia, con la oración. Una mirada amable, un gesto de cariño, una llamada... haz algo para que tu familia se sienta especialmente querida. ¡Feliz domingo de Pascua!



sábado, 17 de abril de 2021

HOY EL DESAFÍO ES PEDIR CON FE

 María y Álvaro tienen dos hijos de uno y cuatro años.

QUE HAGA UNICORNIOS

Mi hija me ha preguntado con toda seriedad que por qué no hay unicornios (el otro día le expliqué que solo están en los cuentos y me montó el pollo, claro, llena de frustración) y le he contado que algunos animales son de verdad y otros son reales en los cuentos pero no los hay en el zoo o en el bosque... así que me ha mirado muy seria y me ha dicho: «Tenemos que pedir a Dios que haga unicornios. Sí, mamá, tienes que pedir a Jesús que haga unicornios, ¿vale?»

Y evidentemente he dicho que vale, pero por dentro he pensado: no me lo creo ni yo. No me creo que pueda mirar al Señor y pedirle unicornios, pero tampoco me creo que le pueda pedir otras tantas cosas que necesito en mi vida, porque a lo Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, y solo acudimos a Jesús a la desesperada.

Hoy en el Evangelio Jesús pregunta a los apóstoles, recién resucitado "¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior?" Y me siento apelada con esta pregunta, como con la mirada inquisidora de mi hija que percibe mis dudas de sentarme ante el sagrario a pedir unicornios.

Por eso hoy el desafío en familia es pedir, tener la fe que transmitimos a nuestros hijos y que tanto nos cuesta vivir. Pídele al Señor eso que quieres, que necesitas, que deseas, tus unicornios. Y pedirlo con fe.