miércoles, 29 de noviembre de 2017

HOY EL DESAFÍO DEL AMOR ES PERDONAR Y DEJARSE PERDONAR

Isabel y Antonio tienen dos hijos de 7 y 5 años

*CUANDO ANTICIPAMOS EL FUTURO

“Mamá eres tonta. Jolín". Este fue el mensaje medio borrado que me encontré ayer mientras repasaba el cuaderno de cálculo de mi hija.

Normalmente soy yo la que superviso sus deberes. Yo tendía a corregirle todo, pero la profesora nos ha sugerido dejar que se equivoque para que sea autónoma.

Así que se fue al cole con su hoja de restas en la que faltaba un número. Al corregírselo la profesora con rojo le ha salido el pecado original que todos llevamos dentro. Curiosamente, antes se enfadaba cuando la corregía y esta vez ha sido por no hacerlo.

No me dolía tanto que me llamase tonta como que su enfado fuera tan grande como para plasmarlo por escrito a espaldas de su madre… Me la imaginé con cinco años más, cuestionándolo todo y sobre todo a mí. Mi primera reacción fue saltarle a la yugular, pero recapacité y en vez de eso se lo enseñé a su padre, que tiene más mano izquierda con ella.

Después de que hablaran un rato a solas, ha venido mi hija con un dibujo de las dos y el siguiente mensaje: “Perdona por llamarte tonta. Te quiero mucho”. Ahora decora mi mesilla junto a otras obras de arte de mis dos hijos.

Me sirve de recordatorio de que para poder perdonar es necesario olvidar el pasado y no proyectar el futuro: Dios no nos pide perdonar todas las afrentas de un golpe, sino algo más fácil, disculpar la del momento.

Igual nos pasa con Él, que nos perdona siempre. Dios tiene mala memoria para nuestras faltas, y buenísima para nuestros detalles de cariño.


*Hoy el desafío del amor* es perdonar y dejarse perdonar. Pensar ese dibujo que le voy a hacer a Dios, o a mi hijo, hija, marido... Para recordar lo mucho que nos quieren a pesar de que metamos la pata.


sábado, 25 de noviembre de 2017

HOY EL DESAFÍO DEL AMOR ES SABERSE AMADO SIN CONDICIONES

Pilar y Guille tienen cinco hijos de 19, 18, 13, 10 y 3 años.

*FELIZ EN FAMILIA*

Ayer volvíamos del cole en el coche y mi hija de 10 años me contaba indignada como una niña de 4° había "despedido" de mejor amiga a una de sus compañeras. "¡Vamos!, exclamó, ni que fuera un empleo!!" A mi me hizo tanta gracia que solté una carcajada. Me imaginaba a la niña "contratando" como mejor amiga a la pobre incauta y después "despidiéndola" al primer error cometido por la infeliz muchachita...
Enseguida empezamos a pensar: "Te imaginas que te despido de hija?" “Jajaja, ¡o yo a ti de madre!!", Nos reímos un montón... Pero me hizo reflexionar, porque esas risas reflejan la seguridad que tenemos en casa de que "nunca nos despedirán" porque en la familia se nos quiere no por unos méritos ni por lo efectivos o perfectos que seamos,
*nos queremos porque somos familia*; es un amor incondicional, similar al de Dios con sus hijos. Y eso también es algo que tenemos que agradecer al Señor, pues es su amor en medio de nosotros lo que hace que nos mantengamos unidos por encima de nuestros defectos, fallos, traspieses... Que los tendremos, y muchos.

*Hoy el desafío del amor* es pararnos y dar gracias al Señor por poder contar con su amor incondicional, que nos ayuda a vivir nuestro día a día, en la familia, que es el seguro para poder permanecer unidos, aceptándonos como somos, perdonando nuestras continuas meteduras de pata y queriéndonos cada día más.


miércoles, 22 de noviembre de 2017

HOY, EL DESAFÍO DEL AMOR ES HACER COSQUILLAS A JESÚS

Carolina y Javi tienen tres hijos de 8, 6 y 2 años

*BESOS CON SABOR A CIELO*

Hoy mi pequeño teólogo me ha dado un beso muy grande al irse a dormir y me ha dicho: “Mami, cuando lleguemos al cielo Jesús me va a decir que le encantan los besos que le doy por las noches”. Yo le he preguntado si cuando apagaba la luz le daba muchos besos y él me ha contestado que *son los besos que me da a mí, que le llegan a Él.*
Con 6 años me ha dado una gran lección, que su hermano de 8 ha corroborado añadiendo que cuando Jesús dice que no le visitamos en la cárcel es a otro humano al que no visitamos, porque Jesús no estuvo en la cárcel, y que si no le das agua a tu hermano pequeño que no llega al grifo, al que chinchas es a Jesús.
“Lo mismo pasa con los besos”, ha sentenciado. Y yo me he quedado sin nada que añadir.

*Hoy el desafío del amor* es hacer cosquillas, besar, abrazar a Jesús en el que tienes a tu lado. Tenemos la oportunidad de querer al mismo Jesús a través de las personas con las que compartimos casa, ¡aprovechémonos!



sábado, 18 de noviembre de 2017

HOY EL DESAFÍO DEL AMOR ES DEJAR UN BUEN SABOR EN LOS TUYOS


María y Miguel tienen un hijo de 10 años.

*Y TÚ ¿A QUÉ SABES?*

A mi marido le encanta la miel. Toda la familia lo sabe y por eso se la regalan de todo tipo: miel de encina , miel de azahar... Esta mañana ha empezado un tarro de miel de eucalipto. ¡Vaya chasco! No sabía a lo que decía la etiqueta. *Las cosas deben saber a lo que son,* ¿no te parece?

Igual pasa con nosotros. Somos cristianos pero *¿sabemos a Cristo?* ¿Dejamos esa impresión en los demás? Pensaba que la fe es un talento maravilloso, Dios me lo ha dado para los demás, y yo, en ocasiones, lo entierro: porque tengo pereza, porque tengo miedo, porque soy egoísta, porque me importa demasiado lo que piensen los demás...

Por eso, *hoy el desafío del amor* es dejar un buen sabor en los tuyos; haz fructificar el talento de la fe, deja que los demás vean a Cristo en tus acciones: consuela a  un hermano, anima a un colega, ten paciencia con ese miembro de tu familia que últimamente te saca de quicio, disculpa al vecino antipático... Saca rentabilidad a tu talento y hazlo fructificar, haz felices a los demás.


miércoles, 15 de noviembre de 2017

HOY, EL DESAFÍO DEL AMOR ES ENTREGAR TUS PLANES

María y Álvaro tienen una hija de año y medio.

*PLAN DE LA MAÑANA: JUGAR*

El Evangelio del otro día fue una bomba para mí: *¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?*
El domingo me pasé la mañana jugando con mi hija de año y medio. Una hora de tirarnos al césped y correr. Podría parecer la mañana perfecta, pero la sensación de que ya no hago tantas cosas como antes, que ya no soy útil en la parroquia, que no sé dónde llegaré profesionalmente... Son pensamientos que me abordan en estos días. Por eso ayer el Señor me volvía a decir: el mandamiento principal es amar al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser, con tu situación actual. No con todos tus planes.

La llegada de nuestra hija nos ha supuesto un cambio de ritmo y un renunciar a muchas de las cosas que hacíamos: hemos reducido nuestra presencia en la parroquia, los planes nocturnos han acabado, el agotamiento nos deja con menos ganas de hacer planes y es difícil encontrar un rato para estar "a tu bola". Y esto.... Y esto, o lo hacemos poniendo al Señor en el centro, o nos puede suponer una frustración.

Por eso *hoy el desafío del amor* es reconocer dónde, en mi vida, el señor me pide que me olvide de mis planes y le entregue mis fuerzas para que Él pueda hacerme feliz.


sábado, 11 de noviembre de 2017

HOY EL DESAFÍO DEL AMOR ES PEDIR LUCES AL ESPÍRITU SANTO


Sara y Santiago tienen 4 hijos de 9,7,6 y 2 años.

*CUANDO NO SABES QUÉ DECIR...*

¿Se pueden tener hijos sin estar casado? ¿Cómo "ella" se queda embarazada si no tiene novio o marido? ¡Qué guay que va a ser mamá!, así no estará sola. Yo, de mayor, no me quiero casar, pero voy a tener un hijo cuando quiera, que el médico tiene semillas guardadas. ¿Cómo que en la misa se convierte el pan en cuerpo de Cristo?, ¡eso es imposible! ¿Fulanito y Menganita se han divorciado?¿pero se casaron por la iglesia? ¿Por qué nosotros vamos a misa y ellos no? ¡Ir a misa es un rollo!

*Este es un ejemplo de preguntas* y situaciones con dificultad variada que los niños a veces nos ponen delante. En muchas ocasiones he sentido que *no tenía la respuesta adecuada* para darles. Sí una respuesta social, pero no esa respuesta que dé el plus de formación de conciencia en el Señor que nosotros les queremos dar a nuestros hijos. Además, sabemos que cuanto antes respondamos a esto, mejor, ¡que luego se escapa la atención!

*Un sacerdote me dijo una vez*, que no llegué sola a esta conclusión, que me apoyara en el Espíritu Santo. Que las madres deberíamos ser muy amigas suyas y pedirle mucho apoyo. Lo cierto es que, Él nos ilumina de muchas formas distintas y a su tiempo (los tiempos del Señor no son los nuestros, ¿verdad?). Nos acompaña y nos ayuda a tener la palabra justa y la explicación suficiente, además de darnos fuerzas para afrontar las situaciones, por desagradables que parezcan.

*Hoy el desafío del amor* es pedirle luces al Espíritu Santo. Pídele estar atenta para entender lo que te dice (por medio de alguien, de algo que lees, de una ocurrencia repentina...), para quedar satisfecha y con la tranquilidad de haberlo hecho lo mejor posible.


sábado, 4 de noviembre de 2017

HOY EL DESAFÍO DEL AMOR ES ANCLAR NUESTRA VIDA EN EL SEÑOR


Silvia y Toño tienen dos hijos de 8 y 10 años

*COMO VELAS QUE NUNCA SE APAGAN*


Se acerca el cumpleaños de nuestra hija  y  desde hace mucho tiempo le llama la atención unas velas que se colocan encima de la tarta y que una vez encendidas, por mucho que se soplen, nunca se apagan.

*Me encantó orar* en torno a esta imagen y le agradezco a mi hija su insistencia en prestar atención a estas velas: algo tenían que decirnos, algún mensaje que traernos. Era también la oportunidad de transmitirle a nuestra hija la magia que encerraban esas velas.

Velas ancladas y fijas, que en ocasiones se derriten de tanto amor recibido, pero que *permanecen en el Amor primero*. Velas indiferentes a los vaivenes de la vida, no porque no les afecte, sino porque tienen su sustento en base firme.

Velas que en la pobreza son fieles a ese Amor, y que en la riqueza siguen siendo fieles a ese Amor. Velas que no se apagan cuando vienen grandes vientos o fuertes tempestades, más bien velas que mantienen su pequeña o gran llama intacta *y están enraizadas en Lo importante*.


*Hoy el desafío del amor es* pedirle al Señor que con su gracia nos ayude a ser como estas velas, que internamente están ancladas en Él. Que sepamos permanecer como familia en Su Amor tanto en época de sequedad como en época de lluvia. Y que ningún viento, aunque sea bueno, nos despiste de nuestra mirada en Él y de Su misericordia con nosotros. Que sepamos, en el fracaso, acudir al Señor, y en el éxito, agradecerle al Señor. Y que aprendamos que lo importante no acontece nunca fuera de nosotros, sino dentro de nosotros.