sábado, 29 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES FIARSE DEL SEÑOR

María y Álvaro tienen una hija de 2 años.

*“¿AHORA QUÉ QUIERES DE MÍ?”*

Ocho de la mañana. Arreglo a la niña para el cole y me despido de ella y de mi marido. Según cierro la puerta cojo mi móvil, a ver qué hay de nuevo, y descubro que este año no voy a continuar en el trabajo. Se me cae el mundo.
“Señor, he tomado todas las decisiones laborales poniéndote a ti en medio. ¿Ahora qué quieres?”

Me ducho y me voy a Misa, creo que es mejor empezar así el día y ya luego pensar. El Evangelio del día nos habla de poner la luz en alto, no meterla bajo una manta. De nuevo me pregunto: “¿Señor, dónde quieres mis dones?”

Después de una fase de asumir y de ponerme en manos del Señor, veo cómo una vez más el Jefe me dice: "Yo hago todas las cosas nuevas", y me pide que me fíe, que como familia pongamos nuestra vida en sus manos. Siempre nos ha dado el ciento por uno, nunca nos ha faltado de nada. Y una vez más nos pide que le entreguemos la incertidumbre, la duda, la necesidad de seguridades que tenemos. Para que Él pueda hacerlo todo nuevo. 

*Hoy el desafío en familia* es, juntos, rezar entregando a Señor aquello que no entendemos, que no vemos, y pidiendo luz para ver nosotros y para iluminar desde nuestra familia al mundo.



sábado, 22 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES VER A DIOS EN EL OTRO

Antonio e Isabel tienen dos hijos de 6 y 7 años.

ACOSTUMBRADOS AL MILAGRO

Cada vez que salgo a la calle pierdo impepinablemente las gafas de sol graduadas… ¡Menos mal que impepinablemente también aparecen en el bolso de mi mujer! Es un milagro que no pierda la cabeza, me suelen decir. Lo que es un milagro es que ella no pierda la paciencia. 

Pero es fácil acostumbrarse al milagro. Damos por supuesto todo lo que el otro hace por nosotros, y nos fijamos más bien en lo que deja de hacer. Eso es lo que le pasaba a los apóstoles con Jesús. Vivían a diario con Dios hecho hombre. Lo veían actuar a cada momento por amor. Le oían decir que iba a entregar su vida por ellos. Y no se enteraban de nada. Están -estamos- enzarzados en discusiones por ver quién es el primero, quién tiene más razón, en definitiva, quién gana.

A veces mi mujer me pregunta por qué la quiero. Siempre me pilla por sorpresa, porque no es fácil, así, a bote pronto, acertar con las palabras. ¿Porque me encuentra las gafas de sol? ¿Por que sin ella los niños irían desnudos al cole? Insuficiente, aunque alargase la lista indefinidamente. ¿Porque sin ella estaría perdido? Demasiado facilón. Aunque cierto. ¿Porque ella es la que hace que mi vida sea un milagro? 

¿Poesía barata? ¿O es que, como los discípulos, nos hemos acostumbrado a los milagros? Por el matrimonio, mi esposo, con sus defectos, es para mí el rostro de Dios. Necesito mirarle con ojos nuevos, como el regalo que Dios me ha dado para alcanzar la felicidad, la santidad.

*Hoy el desafío en familia* es dejar que Dios se transfigure en mi esposa o esposo. Recuerda todo lo que habéis recibido, todo lo que admiráis el uno del otro. Atreveos a miraros a los ojos durante al menos… un minuto seguido. Desempolvad el milagro de vuestro amor. Y dad gracias a Dios por os lo ha concedido.



viernes, 14 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES NEGARTE Y SEGUIRLE

Pascual y Esther tienen una hija de 2 años

*VOLVIENDO A LOS INICIOS*

Esta semana hemos celebrado nuestro aniversario, nuestro amor. Miro la foto de nuestra boda y... ¡cómo hemos cambiado!
Hace unas semanas leíamos cómo se deben entregar el marido y la mujer mutuamente. Sometiéndose el uno al otro. Entregándose como Cristo lo hizo por su Iglesia. Estos años han sido claramente un entrenamiento y solo han supuesto un comenzar a caminar.

Hoy el Evangelio añade: negarse, cargar la cruz y seguirle. Esto me ha hecho reflexionar: aquel día 13, en el que nos brillan los ojos y nuestra sonrisa refleja claramente felicidad, donde lucíamos unos nuevos y brillantes trajes de boda y estábamos rodeados de mucha gente querida, no era precisamente el día en que planteaba someterme o negarme a mí misma como mi primera preocupación.

Hoy negarse a sí mismo adquiere su verdadero sentido, cuando muchos de nuestros planes no coinciden con lo que Él había pensado. Poco a poco, sin prisas, nos muestra qué quiere de nosotros y cómo. Unas veces son cuestiones de trabajo: ¿estoy donde creíamos/quisimos estar?; otras dónde habíamos pensado que viviríamos, y otras quizá de un tono mayor: ¿quién no se planteó nunca si prefería más o menos hijos?... Y así podemos seguir revisando nuestras primeras conversaciones de recién casados. Lo más importante es que te pone en la mano a alguien muy especial, tu esposo. Tu compañero de viaje, en ese camino por el que habéis elegido seguirle, juntos con Él.

*Hoy el desafío en familia* es mirar hacia atrás viendo su obrar en vosotros. En qué cosas nos dejamos hacer, nos negamos a nosotros mismos para seguirle. Y con todo, cogeros bien de la mano, para seguirle, ayudándoos a negaros aceptando vuestra cruz.



sábado, 8 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES APRENDER A PERDONAR Y PEDIR PERDÓN

Sara y Santi tienen 5 hijos de 10,8,7, 2 años (¡y el lunes ya estará Martita!).

*MIENTRAS APRENDEMOS A MIRAR*

El otro día, mi hijo mayor y yo tuvimos una agarrada interesante. El motivo no era muy distinto a posibles discusiones de otros días, pero vamos… Si juntamos que yo estoy un poco al límite, que ellos están a finales de verano, que tienen muchos cambios cerca y que los dos somos de saltar rapidito…¡ya está la bomba preparada!

El caso es que en esta ocasión, en vez de ir a buscarle al poco para hablar con él, me enroqué en mi enfado y así estuve hasta las 7 de la tarde. A la espera de que se diese cuenta de que me había enfadado un montón y de que la situación le resultase incómoda y se acercase a hablarme. 

Total, que lo pasé fatal todo el día, como puedes suponer. Lo curioso es que llevamos, Santi y yo, leyendo y hablando del perdón ¡todo el curso! Y parece que se había evaporado todo aquello. Qué manía tenemos de llenar nuestra cabeza y emociones con “cosas” y eliminar lo que nos ayuda a ser más felices, a crecer en el amor, a unirnos a Cristo y a los demás.

Es curioso que yo esperase que mi hijo de 10 años hiciese algo que yo no era capaz de hacer por mi enajenación, por mi ceguera, por aferrarme a los sentimientos negativos. Quería que él fuese el que abriese los ojos a la reconciliación, a la calma, a la paz…cuando es Él el que nos da todo eso.

Por eso, *hoy el desafío en familia* es aprender a perdonar y pedir perdón, que dejes que Él te diga “Ábrete” . Que te ayude a oír y ver lo necesario para ser capaz de pedir perdón y perdonar. Debemos recordar eso de que hay que perdonar hasta 70 veces 7, y que sólo en Él encontraremos la fortaleza para hacerlo y que nos cambie la mirada


sábado, 1 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES TENER UN DETALLE CARIÑOSO

María y Miguel tienen un hijo de 11 años.

*UN TESORO EN EL CIELO*

La semana pasada mi hijo me acompañó al súper a comprar algunas cosas.  Él llevaba algo de dinero de sus ahorros porque quería comprar un regalo. En la puerta había un chico vendiendo pañuelos. Al entrar le dije al niño que quería tener un detalle con esa persona  y comprarle algo de fruta para invitarlo a merendar. Como no me llegaba con el dinero que llevaba le pedí a mi hijo que comprara la fruta, que yo le devolvería el dinero. Ya de camino a casa me dijo que no le devolviera el dinero, porque así tendría un tesoro en el Cielo. Su propuesta me sorprendió, me enterneció y me emocionó a partes iguales. Sé que está poniendo en práctica lo que tantas veces le han contado en catequesis. Que está copiando y que no es nada original, pero si a mí me emociona ese gesto ¿cómo no va a emocionar a su Padre del Cielo?

Qué originales queremos ser a veces. Nos complicamos demasiado y las cosas son mucho más fáciles de lo que pensamos. El Señor nos dice que seamos "sencillos como palomas". No hace falta mucho para ser feliz y tampoco hace falta mucho para hacer felices a los demás: una sonrisa, un beso, un gesto amable. El Señor nos dice: "Ama al prójimo como a ti mismo". Haz por los demás lo que te gustaría que hiciesen contigo, es sencillo, aunque no es nada fácil .

*Hoy el desafío en familia* es tener un detalle cariñoso con alguno de los miembros de tu familia. No tiene que ser algo grande o extraordinario: una llamada, una conversación, un mensaje, una sonrisa, una mirada cómplice, un helado, un paseo, recoger el correo... lo que quieras. No hace falta que seas original, simplemente ama al que el Señor te ha puesto cerca y así serás más feliz en la tierra y  tendrás un tesoro en el Cielo. ¡Feliz domingo!