viernes, 14 de septiembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES NEGARTE Y SEGUIRLE

Pascual y Esther tienen una hija de 2 años

*VOLVIENDO A LOS INICIOS*

Esta semana hemos celebrado nuestro aniversario, nuestro amor. Miro la foto de nuestra boda y... ¡cómo hemos cambiado!
Hace unas semanas leíamos cómo se deben entregar el marido y la mujer mutuamente. Sometiéndose el uno al otro. Entregándose como Cristo lo hizo por su Iglesia. Estos años han sido claramente un entrenamiento y solo han supuesto un comenzar a caminar.

Hoy el Evangelio añade: negarse, cargar la cruz y seguirle. Esto me ha hecho reflexionar: aquel día 13, en el que nos brillan los ojos y nuestra sonrisa refleja claramente felicidad, donde lucíamos unos nuevos y brillantes trajes de boda y estábamos rodeados de mucha gente querida, no era precisamente el día en que planteaba someterme o negarme a mí misma como mi primera preocupación.

Hoy negarse a sí mismo adquiere su verdadero sentido, cuando muchos de nuestros planes no coinciden con lo que Él había pensado. Poco a poco, sin prisas, nos muestra qué quiere de nosotros y cómo. Unas veces son cuestiones de trabajo: ¿estoy donde creíamos/quisimos estar?; otras dónde habíamos pensado que viviríamos, y otras quizá de un tono mayor: ¿quién no se planteó nunca si prefería más o menos hijos?... Y así podemos seguir revisando nuestras primeras conversaciones de recién casados. Lo más importante es que te pone en la mano a alguien muy especial, tu esposo. Tu compañero de viaje, en ese camino por el que habéis elegido seguirle, juntos con Él.

*Hoy el desafío en familia* es mirar hacia atrás viendo su obrar en vosotros. En qué cosas nos dejamos hacer, nos negamos a nosotros mismos para seguirle. Y con todo, cogeros bien de la mano, para seguirle, ayudándoos a negaros aceptando vuestra cruz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.