sábado, 28 de julio de 2018

HOY EL DESAFÍO ES AGRADECER POR TANTO...

Sara y Santi tienen 4 hijos, de 10,8,6 y 2 (y Martita casi fuera).

*¿SIEMPRE TIENE QUE PASAR POR NUESTRO TAMIZ?*

El otro día recordaba cuando me enteré de que estaba embarazada y tenía mil incertidumbres: si otra maternidad supondría mi final laboral, si llegaríamos económicamente (suponía cambio de coche impepinable), qué nos dirían aquellos que nos rodean y no piensan ni viven como nosotros… En fin, ¡un mar de dudas! 
Lo cierto es que ahora me siento, nos sentimos, muy afortunados.

Cómo somos las personas, ¿no? Hasta que nos encaja a nosotras, no nos sentimos tranquilas, satisfechas ni confiadas… Igual que los discípulos de Jesús, nos preguntamos cómo le vamos a dar pan a tanta gente. Y luego resulta que sobran doce cestos. ¿Acaso no nos damos cuenta de que Él nos guía siempre? ¿Que quiere lo mejor para nosotros? ¿Que TODO pasa por algo, lo entendamos o no?

Por eso, *hoy el desafío en familia* es dar gracias al Señor por todo lo que nos da. A corto y medio plazo. Dar gracias por la oportunidad de confiar, por el hecho, no tanto de que hayan salido bien o mal nuestros planes, sino de que, aunque no hayan salido como queríamos, Él aprovecha cada circunstancia para multiplicar nuestra capacidad de amar. En definitiva, GRACIAS.



sábado, 21 de julio de 2018

HOY EL DESAFÍO ES DAR UN ABRAZO

María y Miguel tienen un hijo de 11 años.

*UNA OCURRENCIA DE SUEGRA*

Tenemos a toda la familia diseminada por el territorio nacional. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Una de las ventajas es que  no hace falta planificar mucho las vacaciones, ya que consisten en ir visitando a la familia. Estos días estamos con la abuela paterna. El lunes, Ntra. Sra. del Carmen, mi suegra se arregla para salir de casa y dice: "Voy a ver a Mari Carmen y a darle un abrazo de parte de la Virgen". Mari Carmen es una amiga suya que está ya muy mayor y apenas sale de casa. Al principio sólo me hizo gracia la ocurrencia pero luego el Señor me hizo ver que era algo más que un gesto cariñoso de amistad. 

El Señor, como pastor amoroso, cuenta con nuestra colaboración para llevar a nuestros hermanos su cariño. Lo repite de muchas maneras el papa Francisco: no tengan miedo de mostrar al mundo la ternura del Señor. Él cuenta contigo para llegar a todos. 

Esta semana, *el desafío en familia* es darle a alguien un abrazo de parte del Señor (o de su Santísima Madre), tener un gesto de ternura con un familiar o un amigo que lo esté pasando mal. Tómate unos minutos de descanso, lee despacio las lecturas de la Santa Misa y pregúntale al Señor, verás cómo te hace ver quién lo necesita y cómo puedes hacérselo llegar. ¡Feliz domingo!



sábado, 14 de julio de 2018

HOY EL DESAFÍO ES DEJARSE ENVIAR DE VACACIONES

Guillermo y Pilar tienen 5 hijos de 20, 19, 14, 11 y 4 años.

*EN MEDIO DE LOS FUEGOS ARTIFICIALES*

Estamos de veraneo en la playa, en uno de esos lugares de la costa levantina de playas largas de arena fina y agua cristalina. Una de mis mayores preocupaciones cuando nos vamos de vacaciones es cómo mantener mi vida espiritual en medio de la vida ociosa (o no) del tiempo estival. La verdad es que la llenamos de "obligaciones" geniales: ir a la playa, comer sin prisas, paseos con helado, jugar largas partidas de cartas hasta entrada la noche... alguna quedada con viejos amigos, una paellita en el chiringuito... y ¿dónde meto mi vida espiritual? ¿Tenemos vacaciones de Dios? ¿Será que Dios es el que se ha ido de vacaciones? ¿Me tengo que olvidar de Él durante estos días? En seguida me sale la respuesta: ¡No puedo! ¡Te necesito, Señor cada día!

Por eso, Guillermo y yo estamos intentando no faltar a misa diaria. Nos hemos programado para tener ese hueco tan importante para nosotros. La capilla donde vamos está en un solar al aire libre y es la única que hay en toda la playa, así que no podemos elegir. Los primeros días, en el parking contiguo habían instalado un "mercadillo pirata" que bullía de gente: por todos lados colgaban banderas negras con la calavera, un simpático Jack Sparrow hacía reír a los niños, mientras el público compraba, la música sonaba continuamente y de vez en cuando tracas y petardos estallaban con el alborozo de todos. Al lado unas cuantas ancianitas intentaban seguir la misa. Nosotros también, aunque en el momento del Padre Nuestro o de la paz sonaran los fuegos artificiales... vaya... pero el encuentro con Cristo se produce, te llenas de Él, te da la fuerza.

Estos días he estado recordando otro verano: yo tendría unos 12 años, nuestros vecinos de apartamento eran una familia nortemaericana con la que congeniamos, hicimos amistad con sus hijos pequeños Ben y Bernie. Todos los días, a las 8, cuando estábamos jugando con Ben en la calle, se asomaba su madre a la terraza y le llamaba "¡Ben!"; él con un "Bye" se despedía y subía corriendo a casa. Después de varios días así tuve curiosidad y me asomé a su terraza, contigua a la nuestra. Allí estaba toda la familia rezando el rosario. Eso me impresionó mucho, nunca había visto a nadie rezar el rosario. Los rosarios para mí eran para colgar en la cabecera de las camas de las abuelitas. ¡Yo quería ser como ellos! También me explicaron que Bernie era el diminutivo de Bernardette y me regalaron una estampa de la niñita de Lourdes en el momento de la aparición de la Virgen. Aún la conservo. 

Muchas veces le he dado gracias a Dios por haberme puesto a esas maravillosas personas en el camino. Quiero ser como ellos, vivir mis vacaciones como si Dios me enviara. "Id de dos en dos", nos dice en el Evangelio. Alguna vez he escuchado que ahí Jesús también se refería a los matrimonios cristianos, pequeñas iglesias domésticas donde Él está presente.

Por eso *hoy el desafío en familia* es sentirse enviado por Cristo. Allá donde vayamos de vacaciones nos encontraremos con mucha gente. Muchos quizá no habrán oído hablar de Jesús, quizá nuestros hijos se encuentren con muchos niños que no saben de Dios. Por eso hemos de vivir en el Amor que nos une y mostrarlo sin avergonzarnos, vivir de la mano de María estos días de descanso para poder hacer presente al Señor en medio del ruido de los fuegos artificiales.



sábado, 7 de julio de 2018

HOY EL DESAFÍO ES PONER LA FAMILIA EN MANOS DE DIOS

María y Álvaro tienen una niña de dos años.

*SEÑOR, ADÁPTATE A MIS PLANES*

No me fío. Sé que el Señor no me ha faltado nunca y que cada vez que hemos puesto nuestra vida en sus manos para las decisiones y situaciones importantes, nos ha dado el ciento por uno. Peeeeeero fiarse no es fácil.

Para el curso que viene vemos con claridad que el Señor nos pide que nos abramos a la vida, pero algo dentro de mí busca las seguridades: quiero que mi familia sea a MI manera, no a la SUYA, aunque tantas veces nos haya probado que Él lo puede todo y que sólo necesita que le tendamos la mano para hacernos plenamente felices.

Leyendo el Evangelio de hoy me daba cuenta de que, aunque sabemos que Dios está ahí y pensamos que lo conocemos bien, aunque nos hemos acostumbrado a su presencia y a hablar bien de Él y de cuánto nos cuida... al mismo tiempo no nos fiamos de que lo pueda todo y de que pueda hacernos felices.

*Hoy el desafío* es rezar en familia: pedirle a Dios que nos dé la confianza y la fuerza de poner nuestra vida en sus manos, nuestra familia en su corazón, y hacer memoria de lo que nos ha cuidado hasta aquí.