sábado, 30 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES SALIR

María y Miguel tienen un hijo de 13 años. 

SÍNDROME DE LA CABAÑA 

"Estoy bien" o "no me apetece" son las contestaciones de mi hijo cuando intentamos que vaya a dar un paseo. Al principio se quejaba, pero poco a poco dejó de hacerlo y ahora no tiene necesidad de salir.  Está muy cómodo jugando con sus lego y prefiere quedarse en casa.  Yo, que soy un poco bruta, cada vez que pone una excusa, pienso: "Este verano lo apunto a tres o cuatro campamentos, no se me vaya a volver rarito".

Llevamos tanto tiempo dándole vueltas a nuestros problemas y a nuestros miedos que nos hemos olvidado de que hay vida más allá de nuestras preocupaciones y nuestras fronteras.  Nos pasa como a los apóstoles: "estaban encerrados por miedo a los judíos". Nosotros llevamos mucho tiempo encerrados y quien más, quien menos, tiene miedo: por él mismo, por su familia, por sus padres o sus abuelos, por un amigo que está entre los grupos de riesgo...

Hoy el desafío en familia es salir de tu círculo más íntimo para interesarte por los problemas de otro, para implicarte y rezar por ellos. Haz una llamada, una visita o manda un mensaje. Sal al encuentro del hermano, preocúpate por sus cosas, comparte tu tiempo, tus fuerzas, y el Señor Jesús te traerá la paz. Feliz domingo de Pentecostés.


sábado, 23 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES HACER EL KOALA

María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años

TODO TODO EL RATO

"Mamá, quiero estar contigo todo todo el rato" me dice mi hija mientras se me abraza. Este confinamiento ha hecho que los niños (y creo que todos) por un lado queramos salir como locos a encontrarnos con otros, pero por otro nos hayamos acostumbrado a estar juntos. Y a nuestros hijos, que son pequeños, les cuesta despegarse de nosotros un minuto.

Aunque no es del todo sano, y tiene que ver con que llevan 60 días encerrados con nosotros, encontraba muy apropiado en el Evangelio que el Señor dice que va a estar con nosotros "todos los días, hasta el fin del mundo."

Si nosotros, dentro de las situaciones complicadas que nos toca vivir en este momento, tenemos ese sentimiento de querer abrazarnos a Cristo y pedirle que no nos suelte nunca, como mi hija se me abraza cual koala, Él nos repite, como cualquier enamorado quisiera escuchar: voy a estar contigo todos los días, hasta el fin del mundo.

Por eso hoy el desafío en familia es abrazarnos a Cristo, y evitar la tentación de abrazarnos a la desesperanza, a la queja, a los gritos, a los enfrentamientos... vamos a buscar ese abrazo con la comunión que hemos podido recuperar, con el Señor en la oración (dónde quedó nuestra oración) y pedirle que no nos suelte nunca.


sábado, 16 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES REENCONTRAR NUESTRO TESORO

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 9 y 8 años y 9 meses.

ESTOY SATISFECHA CON MI TRABAJO

Esas eran las palabras de mi hija de 9 años, volviendo de la cocina con una cara más que de satisfacción, de felicidad. Lo increíble es que no era feliz por haber conseguido un premio. Venía de ayudar a su madre en la cocina. Pero tampoco era feliz por eso. Mamá estaba agobiada por el trabajo, refunfuñando mientras preparaba la cena, y nuestra hija se había dado cuenta. Así que, con mucho tiento para no llevarse algún ladrido, se había acercado a ella y había empezado a hacerle la pelota como sólo ella sabe hacerlo. Y de vez en cuando se acercaba feliz a explicarme que estaba consiguiendo cambiarle el humor. Ese era su trabajo, su misión. 

Asombra ver cómo los propios hijos maduran a pesar de todo lo que uno hace para educarlos mal. Y lo más impresionante es ver cómo brota en ellos la auténtica felicidad, la que no viene del tener o el conseguir, sino de hacer felices a los demás. Mi hija ha descubierto esto. 

En las lecturas de este domingo se nos invita a estar preparados para dar "razón de nuestra esperanza". La verdad es que cuesta dar razón de algo que no se tiene. A veces estamos codo a codo con Jesús en la cruz, y es entonces cuando más lejos nos sentimos de Él, como si sólo lo conociésemos de oídas. Pero Jesús permanece con nosotros, con tal de que lo dejemos entrar. 

Y es que no se trata tanto de ir por ahí "dando razones", como quien hace propaganda. Se trata de tener una razón, un motivo, un motor que hace latir el corazón. Ese motor que nos enciende... ¿es Jesús? ¿Cuál es el tesoro donde ponemos nuestro corazón? Porque dependiendo de ese tesoro, así será nuestra ilusión, nuestro sentido y nuestra esperanza. Y eso es lo que verán nuestros hijos, a pesar de todas las "razones" que les demos.

Qué diferencia cuando los vemos insatisfechos, quejosos, siempre encontrando motivos para pelearse, chivarse o criticar a los demás. Y ese malestar es resultado del vacío que siente el corazón cuando no está en su sitio. Y cuántas veces nos pasa a nosotros lo mismo. Andamos como Marta, afanados por tonterías, olvidando justo lo único necesario.

Por eso hoy el desafío en familia es recordar dónde hemos puesto nuestro tesoro y permanecer en él contra viento y marea, contra la rutina y las crisis, contra la tentación de buscarse otros idolillos que nos dejarán vacíos. Guarda tu corazón, tus ilusiones, tu sentido, para el único que no defrauda.


sábado, 9 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES REZARLE A ELLA

Sara y Santi tienen 5 hijos de 12, 10, 8, 4 y 1 año.

¡HA EMPEZADO EL MES DE MAYO!

Sí, sé que ya empezó la semana pasada, pero con esto del confinamiento el tiempo se percibe de manera un tanto rara, ¿no? Cuando te paras a pensar, ¡ya han pasado dos meses! Así que… como no estés atento, se te pasa el mes de mayo sin darte cuenta, jajaja.

Es época de rezar por mucha gente. Creo que muchos de nosotros tenemos “encargos” de rezar por esta persona, esta intención… y con el virus, hay mucha gente malita de la que acordarse (y de sus familias).

Por supuesto que rezas por todas esas intenciones pero, además, estamos en un mes especial con características especiales. Normalmente se hacen romerías y se intenta rezar más el Rosario.

En casa llevamos desde el principio del confinamiento intentando rezar el Rosario en familia (no hay escapatoria para los niños, jajaja). Lo cierto es que sólo a veces es un acto de piedad, recogimiento, intención consciente… La mayoría de las veces la peque se sube a la mesa, la otra pellizca la cara de su padre, le da besos, se hablan, juegan, los mayores se distraen y la montan… En fin, que hacemos lo que podemos. 

Nuestra intención es hablar con María, decirle cosas bonitas, pedirle cosas y, sobre todo, hacerlo juntos como familia imperfecta que somos. Ella, que es Madre, nos entenderá mejor que nadie.

Hoy el desafío en familia es rezarle a Ella, pedirle todas esas cosas que tenemos en el corazón o en el de otras personas. En el formato que podamos, más o menos recogido, más o menos silencioso, pero hablar con Ella. Tu madre está esperándote.


sábado, 2 de mayo de 2020

ESTA SEMANA EL DESAFÍO ES SINCRONIZARSE

María y Miguel tienen un hijo de 13 años

CONVERSACIONES CON LA ABUELA

Mi abuela  materna tiene más de 94 años y, para su edad, está estupenda.  La llamo varias veces a la semana y siempre le pregunto qué está haciendo. Nunca falla: siempre cose algo para otro. Antes de despedirnos y darnos las recomendaciones de rigor nunca deja de decirme lo que le preocupa, que no tiene que ver con ella, sino con alguno de sus hijos o sus nietos. Trabaja para otros y pide para otros porque, como buena abuela, su corazón y sus obras están con los que ama. 

Yo soy creyente, pero a veces mi vida no es muy coherente que digamos. Mi corazón va por un lado y mis obras por otro: rezo, pero hablo mal de otros; veo el  agobio de mi marido y me enfrento a él en vez de ayudarlo; preparo  con cariño un bizcocho para mi hijo pero luego me falta paciencia y le grito ... parece que tengo una doble vida: por una cara creyente, por la otra mundana. Soy como los demás, me afligen las mismas miserias que a cualquiera, es cierto... pero no soy como los demás, porque lo tengo a Él.  Si mi corazón se sincroniza con el Suyo, toda mi vida tendrá una nueva dimensión: la dimensión del Amor. 

Hoy el desafío en familia es sincronizar toda  tu vida con el corazón de Cristo. Ahora tienes muchas renuncias, muchos sacrificios, seguramente pasas por momentos de mucho dolor y confusión. Ofrece todo eso por las personas que amas, por lo que te inquieta de cada miembro de tu familia.  Que todo en tu vida vaya en la misma dirección. Ponlo todo en manos del Buen Pastor. El Señor quiere que tengas vida y que la tengas en abundancia, si confías,  te guiará por el buen camino. ¡Feliz domingo de Pascua!