sábado, 26 de diciembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES ESTAR ATENTOS

María y Álvaro tienen dos hijos de uno y cuatro años.

UN CALENDARIO REPLETO

El día que empezaban las vacaciones me puse con mi hija a hacer un «calendario» y fui escribiendo lo que íbamos a hacer cada día, para que supiese un poco los planes: cuándo íbamos a casa de los abuelos que tanto tiempo lleva pidiendo, etc. Pero cuando terminamos de escribir me di cuenta de que no había escrito por ningún sitio Nochebuena o Navidad, ni habíamos recordado qué día nace Jesús. 

Y así podemos pasar estos días, centrados en las restricciones, los menús, las luces, las decoraciones, regalos y los pocos encuentros con unos y con otros, pero sin acordarnos alrededor de quién nos juntamos en Navidad.

Me impresiona del Evangelio de hoy cómo Simeón dice (algo así) «ya puedo morirme, que ya he visto a Dios» y le vio porque estaba atento, no como yo... que nace Jesús en mis fauces y no soy capaz de reconocerle.

Hoy el desafío en familia es vivir la Navidad. Quizá ponernos alrededor del Belén, quizá leyendo el pasaje del Evangelio, o encendiendo una vela y rezando en familia, pero recordando que aunque estemos atentos a otras cosas, Jesús se hace un hueco si le dejamos pasar.



sábado, 19 de diciembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DECIR HÁGASE

Antonio e Isabel tienen tres hijos de diez, ocho y un año.

CUARENTA MIL GRACIAS

40 años no se cumplen todos los días. No puedes evitar hacer balance, comparar lo que imaginabas con el resultado, y, al menos en mi caso, no estaba sacando buena nota en ese examen de conciencia. Cuanto más se acercaba la fecha, mayor era la sensación de miseria, fracaso y soledad. Y sin embargo, cuando llegó el día, mi mujer consiguió ponerme patas arriba y darle la vuelta a la tortilla. Empecé a recibir mensajes de cariño de personas, amigos, compañeros de los que hacía años que no tenía noticias, o con los que trabajo codo con codo todos los días, familiares más o menos lejanos, amigos de la Universidad y de la infancia… Tanta gente que me quiere, me recuerda, reza por mí. Imagino que en estos tiempos es el equivalente a una fiesta sorpresa. 

Pocas veces he sentido una avalancha de gratitud como ahora. Quizá en el momento en que vi a mi mujer vestida de novia caminando hacia el altar, o con la venida al mundo de mis hijos, o en esa confesión, profunda, profunda, en la que te sientes abrazado por la ternura de Dios. No podía dejar de pensar: esto no te lo mereces. No te mereces la vida que tienes, no te mereces todas esas personas que Dios te ha dado. Por eso es un regalo, porque es gratuito, desinteresado, inmerecido. 

Dice san Pablo que hay más alegría en dar que en recibir, pero a veces lo que toca es dejarse querer. Como nuestra Madre ante el ángel Gabriel. Simplemente deja hacer a Dios. 

Hoy el desafío en familia es decir Hágase. Dejar que se cumpla en nosotros el amor. Aceptar el regalo de nuestra vida, el regalo de nuestra vocación, el regalo de nuestra familia, el regalo del amor inmerecido de nuestro Señor. Fíjate en todas las cosas grandes y pequeñas que ha hecho Dios en ti, y alábale con la canción que le cantaba su madre embarazada: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque se ha fijado en la pequeñez de su esclava…



sábado, 12 de diciembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES ASOMBRARSE

Sara y Santi tienen 5 hijos de 12, 10, 9, 5 y 2 años.

COMO NIÑOS DISFRUTONES

Una de nuestras hijas pequeñas tiene un carácter maravilloso. Es muy entusiasta con todo lo que vive y hace. Ahora mismo se nota un montón, porque tiene algún hermano que está en la fase opuesta: de qué va, que me opongo, y todo me parece un bajón.

Recuerdo que un día estábamos contando cuentos y haciendo cosquillas a las pequeñas mientras las acostábamos y me susurró al oído: “¿Podemos estar más tiempo en esta fiesta de pijamas?”. 

Si vamos de ruta o hacemos algo, de repente te sorprende con  un: ”¡Qué bien lo pasamos!, ¡qué bonito es esto!”

Ella vive asombrada con todo y lo eleva al nivel de fiesta y de “súper planazo”. Lo que le hace dar luz a su paso, cosa que los adultos hemos perdido muchas veces.

En el evangelio de hoy se habla de que Juan era testigo de la Luz y en la segunda lectura de dar gracias a Dios en toda ocasión. ¿Qué mejor que viendo la Creación y la vida con los ojos de un niño?

Hoy el desafío en familia es asombrarse como los niños de lo que tenemos, vemos, compartimos, de que Jesús va a nacer… y dar gracias será la consecuencia directa. Además de que nos sentiremos mucho más felices, afortunados y queridos.



sábado, 5 de diciembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES SALVAR LA NAVIDAD.

María y Miguel tienen un hijo de 13 años.

BELÉN CONFINADO

Tenemos un belén muy original y divertido. Es de barro y artesano. Sus dimensiones son ya muy considerables, así que lo guardamos en casa de un familiar porque en nuestro piso diminuto no hay espacio. Cada año dedicamos un fin de semana a ponerlo y empantanamos toda la casa, pero este año no podremos ir a buscarlo a causa de los confinamientos. Mi hijo no da crédito: ¿que este año no hay belén? ¡Pero si casi es Navidad! Lo único que tenemos, porque lo guardamos en casa, es la corona de Adviento y un adorno para la puerta de la calle que hizo el niño cuando era pequeño. ¡Menos es nada!

El belén, el árbol y los adornos ayudan a preparar la fiesta, sobre todo cuando hay niños, pero no son lo más importante. Este es un año extraño y el tiempo de Navidad hace juego con él. No habrá cabalgatas, ni grandes cotillones. En los medios de comunicación se oye mucho la expresión: salvar la Navidad, y creo que llevan mucha razón, aunque no estoy pensando en el plano económico. Quizá este año no te apetece poner el árbol o no puedes (como nosotros). Tal vez estás triste o agobiado porque has perdido a alguien o porque no tienes trabajo, pero la Navidad no son regalos, ni adornos, ni luces, ni siquiera reuniones familiares. La Navidad es la mejor noticia: Dios viene en forma de niño para estar contigo.

Esta semana, el desafío en familia es salvar la Navidad. Ve a la esencia y celebra que Dios ha venido a la tierra para salvarte. Prepara la venida del Salvador con una oración por quien lo necesita, con una limosna, con una videollamada, con una sonrisa cálida, con una tarjeta de felicitación. Aprovecha para recordarte a ti mismo y a los tuyos que la Navidad es la llegada del Mesías. Es Dios-con-nosotros y eso no debemos dejar de celebrarlo, aunque la fiesta vaya por dentro. Feliz domingo de Adviento.



sábado, 28 de noviembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES APROVECHAR EL MOMENTO

 María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años. 

"MAMÁ, ESTÁS RARA".

Mi hijo pequeño se durmió pronto y mi marido no estaba, así que la niña y yo nos metimos en su cama a contar cuentos con la linterna. Y entre unas cosas y otras acabamos partidas de la risa haciendo bobadas. Y entonces me dijo «Mamá, estás rara, estás locatis».

¿Es que normalmente estoy muy seria? ¿Para cuándo guardamos los momentos de disfrutar con los niños? ¿Y con nuestro cónyuge? Creo que para cuando sea demasiado tarde. Siempre hay tantas cosas que hacer que se ponen antes de disfrutar juntos, que terminamos por posponer y posponer... y llega el día en que los niños son mayores, o que ya no tenemos las mismas fuerzas, o que hemos dejado pasar un momento de intimidad como esposos  porque hemos estado con mucho trabajo...

Y hoy el Señor nos invita a estar pendientes, a aprovechar y disfrutar cada momento, porque no sabemos el día ni la hora.

Por eso hoy el desafío en familia es aprovechar el momento. Cada instante presente es un regalo que el Señor nos hace para amar. ¡No lo desperdicies!




miércoles, 25 de noviembre de 2020

VELAR CONTIGO. ORACIÓN PARA EL I DOMINGO DE ADVIENTO

 Os animamos a orar en familia con la Palabra del primer domingo de Adviento.

  • Puedes descargar el PDF aquí.
Se recomienda leerlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

ORACIÓN EN FAMILIA


29/11/2020

I Domingo de Adviento


EVANGELIO

Mc 13, 33-37


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.

Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.


Velar. Cumplir la tarea que me has encomendado. ¿Qué quieres de mí, ahora? ¿Si me llamaras a tu presencia, y puedes hacerlo en cualquier momento, estarías contento conmigo?


Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer;


La verdad es que nunca vienes. Me canso de esperar y me busco la felicidad en otros sitios. Más que tú criado, quiero ser tu hijo, tu amigo. Pero me lo pone difícil tu ausencia. No voy a esperar a Navidad a encontrarme contigo. Te quiero ahora. 


 no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.


Y cuando pasas, no me entero. Luego me dirás: "Estuve todo el tiempo contigo, esperando tu amor". Y yo buscándolo sin enterarme. Quiero despertar, sintonizar contigo. Ven, Señor. Hazme sentir tu presencia. 



Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»


Velar es sentirte siempre conmigo, recorrer juntos este camino del Adviento, como lo recorrió tu Madre, llevándote en su vientre. Quiero que crezcas en mí, desde ya. Quiero velarte como velan las madres a sus hijos. Ésa va a ser mi misión este Adviento. Esperarte y contemplar tu crecimiento en mí. Dejarme hacer por tu Espíritu. Dejarme acompañar por ti. Ven, ven ahora, no mañana. Que brille tu rostro y nos salve.


Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, escucha,

tú que te sientas sobre querubines, resplandece;

despierta tu poder y ven a salvarnos. 

Dios del universo, vuélvete:

mira desde el cielo, fíjate,

ven a visitar tu viña.

Cuida la cepa que tu diestra plantó,

y al hijo del hombre que tú has fortalecido.

Que tu mano proteja a tu escogido,

al hombre que tú fortaleciste.

No nos alejaremos de ti;

danos vida, para que invoquemos tu nombre.



sábado, 21 de noviembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES ENCONTRARLE EN LA CÁRCEL

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 10, 8 y un año. 

DE PARTE DE JESÚS

Hay momentos en los que se ve más claro. Cuando tengo al bebé dormido en brazos, es más fácil sentir que abrazo a Jesús. Lo malo es cuando el bebé berrea a las dos de la mañana porque tiene hambre o ha desbordado la caca. Ahí es más difícil recordarlo: "Tuve hambre y me disteis de comer". Tuve caca y me cambiasteis el pañal… 

"Este abrazo es de parte de Jesús". El otro día en Misa lo vi claro. Sentados en el banco. Acabábamos de comulgar. Mi hija se apoyó en mí y yo la rodeé con el brazo. Entonces me di cuenta de que yo estaba siendo Jesús para ella y ella para mí. Quería que sintiese físicamente el abrazo que Jesús le estaba dando en la comunión. Así que dije en voz alta lo que estaba pensando. Ella no dijo nada. Apoyó la cabeza en mi costado, bajo mi antebrazo, y nos quedamos así, en silencio, hasta que acabó la Misa. Espero que el Señor recibiera ese abrazo de nuestra parte. 

En cambio, me cuesta más cuando ni hija se pone a contestar en modo preadolescente. Ahí, más que ver a Jesús me dan ganas de estrangularla. Pero es precisamente donde me espera el Señor. En la misericordia. "Estuve en la cárcel y vinisteis a verme". No creo que se pueda buscar un sitio donde Jesús esté más escondido que en la cárcel. Y sin embargo, ahí está. 

Por eso, hoy el desafío en familia es ir a buscarle a las cárceles donde más se esconde. Todos nuestros hermanos tienen su propia cárcel, sus propios pozos de fragilidad, donde más desnudos, sedientos y hambrientos están. Y ahí es donde el Señor va a buscarlos. Y ahí es donde te espera a ti. No pases de largo.



miércoles, 18 de noviembre de 2020

A MÍ ME LO HICISTEIS. ORACIÓN EN FAMILIA. JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

 Os animamos a orar en familia con la Palabra del próximo domingo, Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
  • Puedes descargar el PDF aquí.
Se recomienda leerlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

ORACIÓN EN FAMILIA
22/11/2020
Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo

EVANGELIO
Mt 25,31-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 

El juicio final. Te imagino sentado en tu gloria, ante todas las naciones. Qué afilado es tu conocimiento de cada uno de nosotros. Qué distinto será tu juicio del que hace la historia. Y qué diferente es el juicio que yo hago de mis días...
 Quiero pertenecer a tu rebaño. Quedarme a tu lado. Ser tu oveja. Tú conoces mis comodidades y cobardías. Llévame por el sendero justo. Que no busque tanto tener éxito, o cumplir unas normas, o alcanzar mi autorrealización, como cumplir la vocación para la que he sido creado: para amar. 

Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." 

Desde la creación del mundo nos has preparado un reino. Desde antes de nacer tenías deseos de mí. Y cada día de mi vida has tenido sed y hambre y necesidad de mí. Tú, Dios, de mí, criatura. ¡Qué deseos tengo de saciar tu sed, de visitarte en tu soledad! 

Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."

Conmigo lo hicisteis. Quiero verte detrás de mis vecinos, de mis compañeros de trabajo, de mis amigos, de mi parroquia, de mi familia. Amarte en ellos. ¡Qué distinto se ve todo cuando lo hago así! Preparar el desayuno es preparártelo. Abrazar es abrazarte. O limpiarte las cacas. O escuchar tus preocupaciones. Alegrarme con tus alegrías. O simplemente verte dormir en la cuna, como te contemplaba tu Madre en el pesebre. ¡Qué fácil tengo quererte!

 Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Señor, cuántas veces dejo pasar el amor. Cuántas veces las prisas, o el miedo a complicarme la vida, o la presión de unas metas que Tú no me has puesto, hacen que pase de largo. Hazme ser dócil a la voz de tu Espíritu en cada momento. Hazme escuchar tu silbido de buen Pastor. Líbrame de los enemigos que me distraen del verdadero amor. Guíame por el sendero justo ahora, y en la hora final. 

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. 
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. 
Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada temo, porque tú vas conmigo: 
 tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. 
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

sábado, 14 de noviembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES SER “PELUSO”

 Sara y Santi tienen 5 hijos de 12,10,9,5 y 2 años.

¿CÓMO MULTIPLICAR MIS TALENTOS?

Tenemos un robot de limpieza, uno de esos aspiradores que van solos con láser y demás. El caso es que, en casa, le llamamos Peluso (porque recoge pelusas, dijo mi hijo). 

Este aparatejo tiene vida propia: hace el mapa, se ubica en la casa y la limpia entera. Pero…¡no siempre igual! ¡No siempre con un orden lógico! Y, a veces, muere en el camino y no va a la base a cargarse. Mi hermano me dijo: “dale tiempo, le puede llevar unas semanas hacerse con todo”. ¡A un robot! Entonces yo… ¿de qué me quejo? 

Dios me ha dado unos talentos específicos y sacarles partido me puede llevar tiempo y práctica. En realidad, no soy yo la que va a exprimir mi potencial al máximo o la que consigue las cosas, ¿verdad? 

Hoy el desafío en familia es ser Peluso. Dejarse guiar por el mapa que Dios nos hace a cada uno y perseverar hasta que nos salga o lo hagamos lo mejor posible. Poner todo de nuestra parte para que Él pueda hacer en nosotros y podamos desarrollar todo  nuestro potencial.



sábado, 7 de noviembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DAR UN EMPUJÓN

María y Miguel tienen un hijo de 13 años

EL REGALO DE CUMPLEAÑOS

Mi hijo lleva semanas, meses, dando la lata con su regalo de cumpleaños. Falta todavía bastante para la fecha, pero lleva casi desde el verano machacándonos a su padre y a mí con el tema. Se pone un poco pesado, la verdad, pero me enternece ver la ilusión que tiene.  

Este mes, que la Iglesia dedica a sus fieles difuntos, nos invita a fomentar esa ilusión por el encuentro en la gran fiesta del Cielo. Algunos hermanos estarán  ahora esperando en la entrada porque se han quedado sin aceite,  pero tú puedes ayudarlos a conseguirlo con tu oración.

Esta semana, el desafío es dar un empujón a esa fila de los que están esperando a las puertas. No dejes de rezar una oración por tus seres queridos. Dales esa ayuda que quizá  necesitan. Algún día encontrarás a tu padre, a tu madre, a tu abuelo, a tu hermano, a tu hijo o a tu esposo en la gran fiesta de bodas. Será una fiesta fantástica donde no habrá aforo máximo ni toque de queda y gozaremos de la presencia de los nuestros para siempre, para siempre, para siempre.



miércoles, 4 de noviembre de 2020

QUE VIENE EL ESPOSO. Oración en familia 8-11 domingo de la XXXII TO

 Os animamos a orar en familia con la Palabra del próximo domingo de la XXXII semana del Tiempo Ordinario.

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 31 de octubre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES PRESENTARLE NUESTRAS MISERIAS

María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años.

MEDIO KILO DE ARENA

Llegar del cole, abrir la mochila de mi hija. Sacar el baby. Medio kilo de arena cae por el suelo del salón. Me contengo, y pregunto «¿Y esto?, ¿qué ha pasado?» a lo que mi hija, toda sonriente, me dice: «He traído arena y piedras para la Virgen»

Me llevo todo a la cocina y le pido que me ayude a limpiar «La próxima vez le puedes traer a la Virgen cosas que manchen menos, ¿te parece?»

Pero este episodio me ha tenido pensando. En un primer momento me dije: la de m… que le llevamos a la Virgen. Pero luego pensé que precisamente el Señor nos deja a su Madre para que acoja toda nuestra miseria, toda nuestra arena. Para que a través de ella le entreguemos nuestro pecado, nuestras debilidades, todo lo que nos cuesta y todo lo que nos aleja de Él. Para que lo haga todo nuevo. Es precisamente lo que hicieron los santos: no son gente perfecta, sino pecadores que se pusieron en manos de su Madre para que esta los curase por los méritos de su Hijo.

Por eso hoy el desafío en familia es presentarle a María nuestra debilidad, nuestro pecado, nuestras miserias, nuestra arena, para que la transforme. Y también pedirle luz para ver nuestras miserias como son, para no justificarlo todo.



jueves, 29 de octubre de 2020

FELICES. Oración en familia. Solemnidad de Todos los Santos

Os animamos a orar en familia con la Palabra del próximo domingo Solemnidad de Todos los Santos.

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 24 de octubre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DESEMPOLVAR EL AMOR PRIMERO

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 10, 8 y un año. 

¿SE DARÁN CUENTA DE QUE NO LA AMO? 

A veces me da envidia ver a algunas parejas amigas: cómo él la sorprende en su aniversario, o cómo ella habla de él cuando no está delante, o simplemente cómo se buscan sus manos si están cerca el uno del otro. Y cuando digo parejas me refiero a matrimonios a punto de celebrar las bodas de plata, o a otros con un par de criaturas que no les dan tregua. No lo tienen fácil. Pero se nota que se quieren.   

En el otro extremo, el domingo pasado me descubrí preguntándome: "¿Se darán cuenta mis hijos de que no la amo, no la necesito? ¿De la pereza que me da ir a Misa?"

Veo cómo rezan otros padres con sus hijos, cómo les transmiten su amor a Dios, algunos cantando por las noches, otros dando gracias a la hora de cenar, otros representando el Evangelio con muñequitos, y le pido al Señor que me dé un amor tan contagioso como el suyo.

En mi cabeza están claras mis prioridades, mis amores. Cuando pienso lo que sucede en Misa, lo que Dios me ama a mí, o cuando pienso en mi historia de amor con mi mujer, lo tengo claro: no podría vivir sin ellos. Pero me falta el amor primero. No amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente. Se me meten otros diosecillos, distracciones que lo único que hacen es empañarme la vista de lo esencial.

Por eso hoy el desafío en familia es desempolvar el amor. Aprovecha la ocasión para reeditar una primera cita. No tiene que ser nada especial. Quizá sólo haga falta reírse, o llorar, o pedirse perdón, o estar simplemente en silencio descansando en el otro. Pero prepárala con tiempo, con la ilusión de la primera vez. Y haz lo mismo con la Misa: ahí sí que tienes un amante que nunca se cansa de esperar.



jueves, 22 de octubre de 2020

EL PRIMER AMOR. Oración en familia XIXX domingo

 Os animamos a orar en familia con la Palabra del próximo domingo XIXX del Tiempo Ordinario. 

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 17 de octubre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DAR LO DEBIDO A QUIEN CORRESPONDE

 Sara y Santi tienen 5 hijos de 12,10,9,4 y 2 años.

¿QUIÉN ES TU CÉSAR Y QUIÉN TU DIOS?

Empiezan épocas con algunos exámenes, controles y valoraciones de cómo están los niños después del confinamiento y el curso pasado.

Es muy peculiar observar las distintas formas que tienen de enfrentarse a los deberes según el hijo, la madurez que vaya adquiriendo y las ganas que tenga de hincar codos.

Curiosamente, el ocio va más o menos por delante y el deber…donde vaya cabiendo: cuando nos den un toque, cuando nos organicen desde fuera y, alguna vez, maravillosamente, cuando se distribuyen el horario y determinan tiempos para todo.

Al leer en el Evangelio de hoy esta frase tan conocida “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, me di cuenta de que, en realidad, TODO es de Dios, ¿no? Nos empeñamos en separar estudio de rezo, trabajo de entrega a los demás, tiempo en familia de tiempo para Dios.

Por esto hoy el desafío en familia es dar a Dios lo que le corresponde, que es toda tu vida. Ofrecerle tu tiempo de trabajo, tu tiempo en familia, tu tiempo a solas con Él, tu estudio, tus momentos bajos… TODO.




miércoles, 14 de octubre de 2020

TE DOY MI CORAZÓN. Oración en familia XXIX domingo

Os animamos a orar en familia con la Palabra del próximo domingo XVIII del Tiempo Ordinario. 

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 10 de octubre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES HACER UN "STOP"

María y Miguel tienen un hijo de 13 años.

SALÓN DE BELLEZA

-¿Cómo te ha ido en el colegio?  

-Bien, tengo indulgencia plenaria.

-¿Cómo? (Cara de sorpresa y asombro por mi parte). 

-Es que me he confesado, he comulgado y he ido a rezar por las intenciones del papa. (Pausa) Mamá, ¿qué es la indulgencia plenaria? (Ufff, volvemos a un nivel normal de conversación).

El profe de religión se lo había explicado y, aunque no había comprendido del todo, había pillado la esencia. Sabía que le había ocurrido algo muy grande porque estaba radiante de felicidad. Me recordó lo que oí decir a un sacerdote hace poco, que llamó al confesionario "el salón de belleza". De allí sales sin arrugas, sin bolsas, sin ojeras y sin manchas.  Tu alma queda tan hermosa como amorosos son los ojos del Padre que te espera para el banquete.

En el evangelio de hoy está claro que el banquete es el Cielo, pero también es la misa dominical y tu hogar.  ¿Cómo llegas a él cada día? ¿Contento y aliviado? ¿O gruñón y malhumorado? Quizá espantas al resto de comensales al llegar... Sería bueno pasar de vez en cuando por el salón de belleza para poner tu alma a punto, pero es absolutamente necesario ponerse  cada día el vestido de fiesta antes de entrar a casa.

Hoy el desafío en familia es parar un segundo antes de entrar por la puerta de tu hogar para cambiarte.  Haz un "stop", una parada obligada de dos segundos para quitarte el agobio, el mal humor y el desánimo.  Ponte el cariño, la comprensión y la sonrisa, aunque estés agotado y te duela la cabeza. Es tu familia la que te espera al otro lado, no el enemigo, ponte para ellos tu mejor cara y así disfrutarás a diario un pequeño adelanto del banquete celestial.  ¡Feliz domingo!



martes, 6 de octubre de 2020

PLANTADO EN EL ALTAR. Oración en familia XXVIII Domingo.

Saca un poco de tiempo para orar en familia con la Palabra del próximo domingo XVIII del Tiempo Ordinario. 

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 3 de octubre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES NO TIRAR LA TOALLA

María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años.

"PROFE, NO ESPERES NADA DE MÍ ESTE CURSO". 

Que el primer día de clase un alumno diga esto me ha impactado. Enseguida le contesté que espero mucho de él y que este curso vamos a trabajar a tope. Pero esa actitud de brazos caídos y de estar rendido antes de empezar me ha hecho pensar mucho en cómo nosotros a veces nos rendimos también antes de empezar. Y cómo, cuando nos planteamos nuestra relación con Dios y con los demás y nos sentimos lejos de cómo nos gustaría ser, actuar, querer a otros... bajamos los brazos y decidimos que "Bueno, yo es que soy así", "No doy para más". Soy así de egoísta, o de orgulloso, o me puede la ira... Aquí cada uno tiene su talón de Aquiles. 

Pero el Señor nos llama una y otra vez a crecer, a acercarnos a Él. Él no se rinde con nosotros, confía y nos llama a ser santos.

Por eso hoy el desafío en familia es no rendirnos con nuestro cónyuge, con nuestros hijos, con nuestros padres. Seguir apostando por ellos. Y mirar al Señor a los ojos, sabiendo que Él nunca tira la toalla conmigo.



martes, 29 de septiembre de 2020

Oración para preparar el XXVII Domingo del Tiempo Ordinario

Si tienes un poco de tiempo, puedes hacer oración con nosotros con la Palabra del próximo domingo. 

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 26 de septiembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DEJAR QUE DIOS SEA DIOS

Antonio e Isabel tienen tres hijos de uno, ocho y nueve años.

¿QUÉ VA A SER DE MIS HIJOS?

A todos los padres nos asalta esa pregunta angustiosa. Pienso en mis propios padres, que criaron cinco hijos, que se estrenaron con trillizos (yo era el segundo), y encima el que iba después de mí venía con parálisis cerebral… Lo que tuvieron que sufrir ellos: noches sin dormir, médicos para sacar adelante a mi hermano, la lucha diaria para que no nos peleásemos… 

Pero sobre todo, el temor por que saliésemos adelante, que encontrásemos nuestra vocación, que fuésemos buenas personas. Después he sabido que mi madre rezaba todos los días un misterio del Rosario por cada uno de sus cinco hijos. 

Al final, los años ponen esas preocupaciones en su sitio. Nada sale como los padres planeamos. Sale como Dios quiere… y como quiera cada hijo con su libertad.

A veces caemos en la tentación de quitarle el sitio a Dios. Tenemos el deber de educar a nuestros hijos, pero eso no nos da el derecho a juzgarlos, y mucho menos a condenarlos. Porque sólo Dios ve su futuro y sólo Él puede salvarlos y hacerlos felices. El Evangelio de hoy nos recuerda lo que nos parecemos a los fariseos en eso: las prostitutas y los publicanos nos pueden adelantar si vamos por ahí mirando la paja en la vida ajena y no la viga en la nuestra. 

Por eso hoy el desafío en familia es creer en nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestro esposo... Y dejar el juicio y la salvación en manos de Dios. Piensa en la mirada más animante, confiada  y orgullosa de ti que hayas recibido nunca. La que te descubrió lo que vales, la que te puso en camino o te afianzó en tu vocación, la que te curó cuando estabas enfermo o desesperado. Esa es la mirada de Dios. Aunque también nuestra mirada de padres puede ser un reflejo de ella. 



martes, 22 de septiembre de 2020

Oración para preparar el domingo XXVI del Tiempo Ordinario

Oración para meditar con tiempo la Palabra que la Liturgia nos propone el próximo domingo. 

  • Puedes descargar el PDF aquí.
  • Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 19 de septiembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DEJAR QUE ÉL PONGA LAS PRIORIDADES

 Santi y Sara tienen 5 hijos de 12,10,9, 4 y 2 años.

 PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

 ¡Comienza el curso! No me puedo creer que ya, por fin, vayamos a tener, todos, una rutina individual, un ritmo, un objetivo. La pandemia habrá tenido su lado positivo, familiarmente hablando, pero un poco de normalidad, de tiempo separados, nos viene muy bien a todos (como se dice en Galicia, “xente con xente” es decir, que gusta estar con gente de tu edad).

Los comienzos de curso para mí son casi como un fin de año. Empiezas con propósitos nuevos como: mejorar la organización, estar ahí para tus hijos con sus deberes y sus “historias varias” del colegio, buscar algo de tiempo para ti para poder hacer ejercicio o lo que quieras, encontrar tiempo para el matrimonio, para rezar solo y en familia, mejorar en tu trabajo, etc.

La lista es larga, la verdad, y hay miles de teorías que recuerdan eso de que “el que mucho abarca, poco aprieta”. ¿Quién mejor que Dios para ayudarme a dar sentido a mi vida, a poner en orden esta ansia de hacerlo todo? ¿No nos pasa luego que no hacemos ni la mitad?

Por eso hoy el desafío en familia es elegir los retos en la oración y poner en Sus manos la elección de lo que necesito emprender primero, lo segundo, lo tercero… Deja que Él sea el que ponga las prioridades y después ¡a pedirle fuerzas! Seguro que así, este curso llegas a más de lo que esperabas y las incertidumbres que nos rodean serán más asequibles y menos paralizantes.



martes, 15 de septiembre de 2020

Oración para preparar el próximo domingo XXV del TO

 Comenzamos un nuevo formato de oración, para meditar más despacio la Palabra que la Liturgia nos propone el próximo domingo. 

Puedes descargar el PDF aquí.

Puedes escuchar el audio aquí.

En ambos casos se recomienda leerlo o escucharlo haciendo pausas para que pueda surgir el diálogo con el Señor.

sábado, 12 de septiembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES MANTENER EL HORNO CALIENTE

María y Miguel tienen un hijo de 13 años

EXPERTOS EN REPOSTERÍA

Durante el confinamiento, mi hijo consiguió que por fin  nos saliera bien el bizcocho. Era él quien me animaba a intentarlo una y otra vez y se ponía conmigo manos a la obra. Llevaba años (años, os lo prometo) intentándolo y no había manera. Nos dimos cuenta de que el problema era el horno:  el bizcocho no subía porque el horno no estaba lo suficientemente caliente. Una vez detectado el problema, nos  convertimos en  dos expertos con una única especialidad: bizcocho casero.

Qué hermoso es el evangelio de hoy que nos habla del perdón de nuestro amoroso Padre Dios. Él, que nos perdona tanto cada día, nos dice que debemos hacer lo mismo con nuestro hermano.  Todos sabemos la teoría, pero la práctica a mí me suele pillar desprevenida, con frecuencia me enfado por bobadas, cosas que no tienen importancia, pero que me cuesta dejar pasar, una discusión con mi marido o con mi hijo (a veces con una hermana) suele ser lo más frecuente.  Más veces de las que me gustaría me queda cierto resquemor, vamos, que como vulgarmente se dice "me la guardo".

¿Por qué me cuesta tanto perdonar de corazón?  Puede haber varios motivos. En mi caso la soberbia es, sin duda, uno de ellos, pero ¿cómo vencer? Creo que la respuesta es el amor. 

Por eso, hoy el desafío en familia es mantener el horno caliente. Que los "golpes" no nos sorprendan fríos, procura tener caliente de amor el horno de tu corazón: ofrécele tu día, acuérdate de saludarlo en el Sagrario cuando pases por una iglesia, saluda a su madre en el Ángelus, bendice la mesa...  haz  pequeños actos de amor a lo largo del día para no olvidar todo lo que te ama tu padre Dios, ya que amor con amor se paga, así conseguirás mantener el horno caliente y cuando lleguen los golpes de la jornada (que llegarán) no te sorprenderán frío.

¡Feliz domingo!



sábado, 5 de septiembre de 2020

HOY EL DESAFÍO ES DAR UN PASO ATRÁS

 María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años.

CORREGIR PARA SALVAR

Estos días de fin de verano y de inicio de curso están siendo intensos. Volcamos en casa el estrés de todos los cambios: de coles, de profes, de trabajo, de horarios y rutinas… Y tengo la sensación de que todo lo que hago es abroncar a mi hija (y a mi marido también...).

Me siento como pollo sin cabeza. Lo peor es que no disfruto de estos días que podemos pasar las tardes juntos, sino que los paso intentando corregir en mis hijos todo aquello que no hacen como yo querría (entre otras cosas porque están desquiciados por llevar seis meses con sus padres 24/7) y, desde luego, no son correcciones que, como dice el Evangelio de hoy, "salvan a tu hermano".

Podemos vivir todo el curso como un estrés, pensando que no llegamos a todo, y volcando en nuestra familia la frustración constante, sin construir ni salvar a nadie. 

Pero también podemos plantearnos mirar las cosas desde el agradecimiento. Que yo tenga un trabajo nuevo no es "el estrés de cómo vamos a organizarnos" sino que es un regalo, un bien para nuestra familia y para mí…  

Por eso, hoy el desafío en familia es dar un paso atrás. Párate un poco y trata de mirar con algo de distancia, y por qué no, más fe y más esperanza. Pídele a Dios verte y ver a tus hijos cómo Él os ve. No con una mirada estresada o severa, sino esperanzada, paciente, ilusionada. Y verás que, aunque los problemas y las crisis sigan estando ahí, ya no son lo único que cuenta. {A veces una buena tarde imperfecta es la mejor forma de estar en familia. A veces pedir perdón es la mejor forma de corregir.} Vamos a afrontar juntos el reto de vivirlo así. Y vamos a educar en nuestros hijos la mirada, para vivir con la alegría que el Señor nos ha regalado.




sábado, 29 de agosto de 2020

HOY EL DESAFÍO ES SEGUIRLE CON LA CRUZ

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 9, 8 y un año.

LA VIDA COMO DEBERÍA SER

"¿Por qué tenemos que llevar mascarilla?" Es una de las preguntas que más repiten nuestros hijos. Como si yo no tuviese preguntas: ¿Qué va a pasar con el inicio de curso? ¿Estaremos a la altura como profesores? ¿Qué va a ser de nuestros hijos? Y ante tanta incertidumbre... ¿Quién tiene la culpa? ¿Cuándo va a acabar todo esto?

Ideas repetitivas que no son más que tentaciones disfrazadas de preguntas: una vocecilla que me sugiere lo mismo que le decía Pedro a Jesús, con toda la buena intención del mundo: Cómo vas a morir en la cruz. No puede ser, no debería ser así. Tu vida debería ser de otra manera. 

La cruz no es bonita. La de los demás puede parecerlo, hasta que te toca a ti. Entonces lo único que quieres es quitártela de encima. Como yo, que lo único que deseo es que empiece el cole para deshacerme de mis hijos.

Jesús aparta la tentación: Pedro, piensas como los hombres, no como Dios. Si no te entregas, pierdes la vida. La mascarilla no es un castigo, es una forma de amar, de cuidar de los demás. Si sólo pienso en deshacerme de mis hijos, me habré perdido la etapa más hermosa de mi vida. Si rechazo la cruz, me pierdo la vida, que sólo se gana cuando se entrega. 

Por eso, hoy el desafío en familia es seguirle con la cruz. Cada uno la suya, la que no nos gusta. Seguirle, que es aprender de Él a tomarla sin asco, con amor, con alegría. Seguirle, que es también pedirle ayuda para que la cruz no nos aplaste. Si la cargamos en familia, con Él, entonces la cruz no sólo pesará menos, sino que dará frutos de vida divina que no podemos ni imaginar. 



sábado, 27 de junio de 2020

HOY EL DESAFÍO ES REGALAR UNO DE TUS PELUCHES.

María y Miguel tienen un hijo de 13 años

POCOYÓ

Tengo un sobrino que vive muy cerca de casa.  Tiene dos años y es adorable. Mi hijo lo quiere muchísimo, así que le propuse que le regalara su peluche de Pocoyó porque creo que le va a encantar.  Aunque hace años que no juega con él (estoy segura de que ni siquiera recordaba que existiera) le cuesta desprenderse del muñeco. "Tu primo es lo más parecido a un hermano", le digo para estimularlo. Todavía está en plena lucha interna, espero que gane la generosidad...

Las lecturas que hoy nos propone la liturgia van de eso, de generosidad, aunque no lo parezca en un primer momento. Algunas partes suenan un poco duras: "El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí ". ¿No enseña el cuarto mandamiento que es bueno y justo amar a los padres? ¿No es la nuestra la religión del amor? Pienso que debemos leer todas las lecturas en su conjunto para entender lo que la Iglesia trata de transmitirnos hoy.  Si meditas despacio, parece que el Señor te dice: no te apegues a nada. Yo nunca me dejo ganar en generosidad. Yo doy el ciento por uno en esta vida y en la otra. No dejes que nada se interponga entre tú y Yo.

Ser generosos con Dios es difícil.  Estar dispuestos a aceptar la cruz que nos toque no es tarea sencilla.  El Señor no nos pide que renunciemos a las cosas buenas: opiniones, cosas materiales, posición social... pero sí que no nos apeguemos a ellas. Nos pide el corazón libre. Que nada se interponga en nuestra relación con Él. Que seamos conscientes de que todo eso no es un fin en sí mismo. 

Para  alcanzar la libertad que trae el desprendimiento, debemos entrenarnos con pequeñas renuncias. Por eso hoy el desafío en familia es regalar uno de tus peluches: cede tu punto de vista en ese asunto poco importante en el que te has empeñado, olvida esa pequeña metedura de pata de tu marido o de tu mujer (seguro que fue por torpeza, no por maldad), da por zanjada aquella discusión con tus hijos que no os lleva a ninguna parte, olvídate de ese detalle que no tuvieron por tu cumpleaños...Despréndete un poco de tu ego. No perderás tu paga, te lo asegura el mismo Jesús. ¡Feliz domingo y feliz verano!



domingo, 21 de junio de 2020

HOY EL DESAFÍO ES CAMBIAR EL CORAZÓN

Almudena y David tienen tres hijos de 18, 16 y 14 años.

FRUTOS DE LA DESCONFIANZA

Hace unos años, mi marido dejó de confiar en el Señor. Una serie de reveses, problemas con la hipoteca, el trabajo, los hijos adolescentes… De pronto parecía convencido de que nada iba a salir bien. 

Poco a poco, sin darnos cuenta, los frutos de la carne se han ido instalando en casa: ira, impaciencia, falta de comunicación entre nosotros, necesidad de evasión constante… 

Hasta que un día, hablando con mi sacerdote, me sugirió pedir ayuda al Espíritu Santo. Cada vez que la vida nos puede, cada vez que tengo que reñir a mis hijos o aconsejar a mi marido, digo Espíritu Santo, échame un cable. Cambia su corazón. Y el mío. Dame más paciencia, más alegría, más amor.

A veces parece imposible superar un defecto, cambiar de forma de ser. Realmente lo es: es imposible para nosotros, pero no con la ayuda de Dios. Últimamente mi marido y yo hemos empezado a invocar juntos al Espíritu. ¡ Y vaya si se nota!

Por eso hoy el desafío en familia es cambiar el corazón. Pide un corazón como el del Señor, como el de su madre, que estaban llenos de amor. Dios, que es un padrazo, no se va a negar. ¡Feliz domingo!


sábado, 13 de junio de 2020

HOY EL DESAFÍO ES RECUPERAR LA ILUSIÓN

Isabel y Antonio tienen tres hijos de 9 y 8 años y 10 meses. 

COMO LA PRIMERA VEZ

¡Que ilusión! Nuestra hija cumplía un año justo de su primera Comunión el lunes que, por fin, cambiamos de fase y ya se podía ir a misa de forma presencial. De hecho, estaba muy nerviosa, y a la vuelta celebramos con una cena especial que habíamos confesado y comulgado por primera vez en mucho tiempo. 

Han pasado cuatro semanas, y la ilusión se ha enfriado un poco. Para los niños era bastante más cómodo oír misa desde el sofá de casa que en la iglesia,con mascarilla y sin poder tocar nada. La frase que más se repite durante la Eucaristía es "¿Cuánto queda?". 

Es un buen momento para escuchar al Señor: "Si conocieras el don de Dios y quién te está hablando…". Ahora que volvemos a la normalidad, tenemos tanta prisa, tantos objetivos, tantos deseos incumplidos, que nos olvidamos de lo importante, porque a veces es algo tan sencillo que es casi aburrido.

Pasa como con las horas en el parque. Antes lo veíamos con nostalgia desde el balcón. Ahora cuesta salir de casa. Pero no podemos olvidar lo mucho que necesitan nuestros hijos hacer la "fotosíntesis". 

Pues algo parecido pasa con la Eucaristía. Sin tu luz y tu calor, Señor, poco a poco vamos perdiendo las fuerzas, la vida espiritual. Se nos embota el corazón. 

El otro día, en el coche, le pregunté a mis hijos si sabían lo que era una cita. "Sí, cuando dos enamorados quedan a una hora, con las flores y los bombones", me contestó la mayor. Pues el enamorado que te está esperando con las flores… es Jesús. 

Por eso hoy el desafío en familia es recuperar la ilusión por ir a Misa. A veces es algo tan sencillo como mirarla como si fuera la primera vez que vamos a recibir al Señor… o la última. Dile muchas muchas veces, las ganas que tienes de recibirlo. 


sábado, 6 de junio de 2020

HOY EL DESAFÍO ES HACER ESPECIAL LO ORDINARIO

Santi y Sara tienen 5 hijos de 12, 10, 8, 4 y 1 año.

¿YA SE TERMINÓ LA TEMPORADA ESPECIAL?

En estos tiempos tan peculiares en los que estamos con nuevas rutinas a las que nos tenemos que acostumbrar (aunque nuestras cabezas se rebelen más de lo que querríamos), la vida sigue y se abre paso sin detenerse: suceden cosas a nuestros familiares y amigos, los meses corren y en el trabajo te preguntan cuándo vas a coger tus vacaciones, el clima cambia y haces el cambio de armario… y el tiempo litúrgico también continúa y entramos otra vez en el tiempo ordinario.

El otro día pensaba con vértigo cómo, paradójicamente, se me había pasado volando el tiempo desde Semana Santa. ¡Y ya ha terminado la Pascua! No sé si ha sido porque los días son muy parecidos entre sí cuando los vives en casa sin salir o qué será, pero ya entramos en días “ordinarios”, que suenan a poco festivos, a que no va pasar nada, a anodinos un poco, ¿no?.

Los niños ya tienen la cabeza en el verano, se despistan mucho en las clases online y quieren actividades tipo playa o planes chulos cada día. Así que eso te obliga a no relajarte demasiado y estar despierto para organizar el día a día de forma adecuada. Lo que te pediría el cuerpo es ya un poco de descontrol, de relax, de “no tirar del carro más” de…”pasad un poco de mí y yo de vosotros que tengo que descansar”.

Por eso hoy el desafío en familia es hacer especial lo ordinario. Buscar un aliciente, que no lo hay mayor que Él, para seguir en la brecha: rezando, pidiendo, dando gracias, siendo fiel, sonriendo. Con la perspectiva de que el Señor nunca descansa, para Él siempre es extraordinario cuidarte y quererte.


sábado, 30 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES SALIR

María y Miguel tienen un hijo de 13 años. 

SÍNDROME DE LA CABAÑA 

"Estoy bien" o "no me apetece" son las contestaciones de mi hijo cuando intentamos que vaya a dar un paseo. Al principio se quejaba, pero poco a poco dejó de hacerlo y ahora no tiene necesidad de salir.  Está muy cómodo jugando con sus lego y prefiere quedarse en casa.  Yo, que soy un poco bruta, cada vez que pone una excusa, pienso: "Este verano lo apunto a tres o cuatro campamentos, no se me vaya a volver rarito".

Llevamos tanto tiempo dándole vueltas a nuestros problemas y a nuestros miedos que nos hemos olvidado de que hay vida más allá de nuestras preocupaciones y nuestras fronteras.  Nos pasa como a los apóstoles: "estaban encerrados por miedo a los judíos". Nosotros llevamos mucho tiempo encerrados y quien más, quien menos, tiene miedo: por él mismo, por su familia, por sus padres o sus abuelos, por un amigo que está entre los grupos de riesgo...

Hoy el desafío en familia es salir de tu círculo más íntimo para interesarte por los problemas de otro, para implicarte y rezar por ellos. Haz una llamada, una visita o manda un mensaje. Sal al encuentro del hermano, preocúpate por sus cosas, comparte tu tiempo, tus fuerzas, y el Señor Jesús te traerá la paz. Feliz domingo de Pentecostés.


sábado, 23 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES HACER EL KOALA

María y Álvaro tienen dos hijos de 1 y 4 años

TODO TODO EL RATO

"Mamá, quiero estar contigo todo todo el rato" me dice mi hija mientras se me abraza. Este confinamiento ha hecho que los niños (y creo que todos) por un lado queramos salir como locos a encontrarnos con otros, pero por otro nos hayamos acostumbrado a estar juntos. Y a nuestros hijos, que son pequeños, les cuesta despegarse de nosotros un minuto.

Aunque no es del todo sano, y tiene que ver con que llevan 60 días encerrados con nosotros, encontraba muy apropiado en el Evangelio que el Señor dice que va a estar con nosotros "todos los días, hasta el fin del mundo."

Si nosotros, dentro de las situaciones complicadas que nos toca vivir en este momento, tenemos ese sentimiento de querer abrazarnos a Cristo y pedirle que no nos suelte nunca, como mi hija se me abraza cual koala, Él nos repite, como cualquier enamorado quisiera escuchar: voy a estar contigo todos los días, hasta el fin del mundo.

Por eso hoy el desafío en familia es abrazarnos a Cristo, y evitar la tentación de abrazarnos a la desesperanza, a la queja, a los gritos, a los enfrentamientos... vamos a buscar ese abrazo con la comunión que hemos podido recuperar, con el Señor en la oración (dónde quedó nuestra oración) y pedirle que no nos suelte nunca.


sábado, 16 de mayo de 2020

HOY EL DESAFÍO ES REENCONTRAR NUESTRO TESORO

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 9 y 8 años y 9 meses.

ESTOY SATISFECHA CON MI TRABAJO

Esas eran las palabras de mi hija de 9 años, volviendo de la cocina con una cara más que de satisfacción, de felicidad. Lo increíble es que no era feliz por haber conseguido un premio. Venía de ayudar a su madre en la cocina. Pero tampoco era feliz por eso. Mamá estaba agobiada por el trabajo, refunfuñando mientras preparaba la cena, y nuestra hija se había dado cuenta. Así que, con mucho tiento para no llevarse algún ladrido, se había acercado a ella y había empezado a hacerle la pelota como sólo ella sabe hacerlo. Y de vez en cuando se acercaba feliz a explicarme que estaba consiguiendo cambiarle el humor. Ese era su trabajo, su misión. 

Asombra ver cómo los propios hijos maduran a pesar de todo lo que uno hace para educarlos mal. Y lo más impresionante es ver cómo brota en ellos la auténtica felicidad, la que no viene del tener o el conseguir, sino de hacer felices a los demás. Mi hija ha descubierto esto. 

En las lecturas de este domingo se nos invita a estar preparados para dar "razón de nuestra esperanza". La verdad es que cuesta dar razón de algo que no se tiene. A veces estamos codo a codo con Jesús en la cruz, y es entonces cuando más lejos nos sentimos de Él, como si sólo lo conociésemos de oídas. Pero Jesús permanece con nosotros, con tal de que lo dejemos entrar. 

Y es que no se trata tanto de ir por ahí "dando razones", como quien hace propaganda. Se trata de tener una razón, un motivo, un motor que hace latir el corazón. Ese motor que nos enciende... ¿es Jesús? ¿Cuál es el tesoro donde ponemos nuestro corazón? Porque dependiendo de ese tesoro, así será nuestra ilusión, nuestro sentido y nuestra esperanza. Y eso es lo que verán nuestros hijos, a pesar de todas las "razones" que les demos.

Qué diferencia cuando los vemos insatisfechos, quejosos, siempre encontrando motivos para pelearse, chivarse o criticar a los demás. Y ese malestar es resultado del vacío que siente el corazón cuando no está en su sitio. Y cuántas veces nos pasa a nosotros lo mismo. Andamos como Marta, afanados por tonterías, olvidando justo lo único necesario.

Por eso hoy el desafío en familia es recordar dónde hemos puesto nuestro tesoro y permanecer en él contra viento y marea, contra la rutina y las crisis, contra la tentación de buscarse otros idolillos que nos dejarán vacíos. Guarda tu corazón, tus ilusiones, tu sentido, para el único que no defrauda.