sábado, 25 de mayo de 2019

HOY EL DESAFÍO ES CONTARLE TUS LOGROS

Sara y Santi tienen 5 hijos de 11, 9, 7, 3 años y 8 meses.

*AÚN NO  HA SUBIDO AL PADRE, APROVÉCHATE.*

El día a día con los niños tiene su aquel, ¿verdad? Qué importante es verle el lado positivo a lo que vivimos, pues una misma acción puede ser un rollo o algo que nos llene. Esto pensaba hoy al sentarme a escribir: esos momentos intensos en los que se agolpan los niños para contarte cosas, sobre todo las noticias y los logros. Parece que no llega nunca su turno, que si esperan se les va a olvidar.

Por supuesto, muchas veces deriva en gritos para ver quién habla primero, en que uno se enrolla todo lo que puede para no perder su turno, en que otro interrumpe porque es incapaz de esperar, en que otra desiste porque cree que nunca le va a tocar hablar…

Ahí los padres normalmente moderan y tratan de enseñar a respetar turnos de intervención, respeto por el tiempo de los demás, caridad al interesarnos por lo que le pasa al otro… Todo muy bonito, o insoportable, según la perspectiva: podemos estar muy saturados y pensar qué rollo de niños y de follón, o alegrarnos de que quieran compartir con nosotros sus vivencias e ilusiones. ¿No es, en el fondo, lo que más nos gustaría que hicieran incluso de mayores?

*Hoy el desafío en familia* es ser como un niño con el Señor. Contarle tus logros, tus noticias, tus anhelos… ¡tu vida! Con la misma ansia de los niños, que no pueden esperar turno. Él aún no ha subido al Padre, está aquí con nosotros, resucitado y presente. Es casi más fácil tenerLe presente entre nosotros, ¿no? Acudamos a Él con cada noticia, para compartirla y disfrutarla juntos.


sábado, 18 de mayo de 2019

HOY EL DESAFÍO ES ALEGRARSE EN LA DESPEDIDA

Pascual y Esther tienen una hija de 3 años

*Me queda poco de estar con vosotros*

¿A quien no le cuesta la despedida de los seres queridos? Justo nuestra hija está viviendo sus primeras despedidas. Su Seño, la primera y más querida, acaba sus días de clase y viene Seño nueva. No deja de preguntar ¿Cómo se llama mi nueva Seño? y ¿Cuándo tenga pipi me ayudará como la otra Seño? Y ¿cuándo...? Y ¿cuándo...? Un sin fin de preguntas, que ni yo misma sabría responderle. Seguro que son cosas que todas las Seños hacen, y algunas que no son obligatorias las harán por cariño y vocación.

Hoy viene fuerte el Evangelio nos advierte la despedida y el más grande de los mandamientos: Amaos como yo lo hice. Me imagino en esos momentos a los discípulos, cuando escuchan a Jesús que están a punto de despedirse definitivamente....y me viene la imagen de nuestra pequeña, con un reto por delante, sin saber cómo será, qué ocurrirá. Sabiendo que habrá cosas que serán parecidas y otras muy diferentes, y sobretodo que no será lo mismo que su primera Seño. Parece que me siento discípulo, ante la incertidumbre tras la despedida, pero con la seguridad y alegría de que el Amor de Dios sigue intacto, fuerte. Además de la paz que me produce hoy saber que lo tendremos palpable en sus Sacerdotes, los que como su nueva Seño, nos cuidan, acompañan y  enseñan cómo acercarnos cada día más a Dios.

*Hoy el desafío en familia* es ver los cambios que vienen por delante con alegría, despedirnos de lo antiguo, acoger la novedad y sentir como nos fortalece su Amor que no nos deja ni un minuto. Nuestro desafío también es acordarnos de aquellos sacerdotes más cercanos o que más nos necesitan y hacer una oración en familia por todos ellos.


sábado, 11 de mayo de 2019

HOY EL DESAFÍO ES CONFIAR EN EL BUEN PASTOR

María y Álvaro tienen dos hijos de tres meses y tres años.

*DIOS QUIERE NUESTRO BIEN*

Ahora mismo está mi hija contando "cuentos de Jesús" y dice: 
- Dios le dice a Jesús, "cuidado con el Rey malo, que te empuja y te pega y te muerde". 
Es una interpretación curiosa pero en la que bajan a su vida y a sus miedos la idea de Dios cuidando de Jesús.

Qué fácil es entender para un niño que Dios quiere el bien de Jesús y por extensión el nuestro. Pero a veces se nos olvida del todo a nosotros y ponemos en duda que lo que Dios nos ofrece sea lo mejor para nuestra vida, sea lo que nos va a hacer felices. Tantas situaciones nos sobrevienen y nosotros no somos capaces de ver que el Señor nos busca en cada una de ellas, detrás del imprevisto, del dolor e incluso del pecado.

El Evangelio de hoy nos invita a volver a mirarle y reconocer al Buen Pastor que da la vida por las ovejas, como en el vídeo que a nuestra hija le encanta, del pastor que tiene un rebaño (de la parábola de las 100 ovejas) y con el que se emociona cada vez que el pastor rescata a la oveja y se alegra porque "es muy bueno".

*Hoy el desafío en familia* es reconocer que el Buen Pastor nos llama junto a Él en este momento por el que estamos pasando. Para compartir con Él nuestra alegría o nuestro dolor. Y para pedirle, con la confianza de que es nuestro Padre, que no nos deje alejarnos de su lado.




sábado, 4 de mayo de 2019

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES VOLVER A CASA

María y Miguel tienen un hijo de 12 años

*HE PERDIDO A PAPÁ*

Día de fiesta. Salida en bici padre-hijo. Mucha ilusión y expectativa.  A la hora aproximada de la vuelta llaman al telefonillo. Mi hijo está nervioso, a punto de echarse a llorar. Ha perdido a su padre tras una curva. Después de un rato buscándolo, mi marido también llega. La policía le ha dicho que, como vivimos cerca, el niño seguramente ha vuelto a casa. Un poco de tensión, alguna lágrima y por fin un abrazo.  Gracias a Dios, solo ha sido un susto.

Ante la desorientación y la duda, mi hijo volvió a casa. Tomó una decisión inteligente, a pesar de que su padre se llevó un buen susto. Volver a casa es una buena decisión en los momentos de incertidumbre. 

*Hoy,*que celebramos el día de la madre, *el desafío en familia* es doble: volver a casa con tu madre del Cielo y con tu madre de la tierra. La madre es siempre el camino seguro por el que regresar. 

Acércate a una iglesia o a un  santuario (o busca una imagen) y acude en busca de paz y  consuelo a la Santísima Virgen. No importa si hace mucho tiempo que no lo haces, tampoco importa si no lo has hecho nunca.  Ella te espera como Jesús esperaba a los apóstoles que estaban cansados y asustados a la orilla del lago. Vuelve a casa y dile que la amas y la necesitas, decirlo sanará tus heridas como sanó las de Pedro. 

Pero no te olvides de tu madre de la tierra. Si tienes la suerte de tenerla todavía, te invito a tener un detalle con ella: ve a verla o llámala. Expresarle tu cariño os hace bien a ambos.  Si ya no la tienes contigo, no te olvides de rezar por ella y tenerla muy presente. Ella te cuida todavía, porque la labor de una madre no acaba nunca. ¡Feliz domingo de Pascua! ¡Feliz domingo del mes de María!