sábado, 27 de enero de 2018

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES DEJAR TUS MISERIAS A LOS PIES DEL SEÑOR

María y Miguel tienen un hijo de 10 años

*UNA SEMANA DIFÍCIL*

Había sido una semana muy dura en el trabajo: tenía varios frentes abiertos que no conseguía cerrar y mi estrés iba en aumento. Hasta había empezado a dormir mal y a estar de mal humor en casa. Me sentía al límite física y emocionalmente. Empecé a pensar que realmente no podía más y *perdí la paz*.

Volviendo el  viernes del trabajo me llegó la noticia de una *horrible matanza*en un país en guerra. Se me encogió el corazón. Mi pequeño drama cotidiano quedó en suspenso por un instante y me di cuenta de lo ridícula que estaba siendo. Después de un momento de oración, el Señor me hizo ver que podía ofrecer mis pequeños sufrimientos por mis hermanos los hombres, aquellos que estaban sufriendo, o alimentar mi disgusto y seguir enfadada. No era mucho, es cierto, lo que mi oración podría ayudar a aquellas personas, pero *es lo que el Señor me pedía*. Él lo haría fructificar.

*Hoy el desafío en familia*es poner tus miserias a los pies del Señor. Dios quiere que le ofrezcas tu vida: las alegrías y las penas. Puede que algún día solo te sientas capaz de ofrecer tu mal humor, tu cansancio o tu desgana, no pasa nada. Él, que calmó las aguas, que resucitó al hijo de la viuda y que dio de comer a miles de personas sólo con unos panes y unos peces, transformará tu debilidad en algo maravilloso porque "para Dios todo es posible ".




sábado, 20 de enero de 2018

HOY EL DESAFÍO ES RECUPERAR LA ILUSIÓN DEL PRIMER DÍA

María y Álvaro tienen una hija de dos años

*LA EMOCIÓN DE PEDIRTE MATRIMONIO*

Qué impresión: en tres días dos anuncios de bodas de gente muy cercana. 
Y después de ver la emoción del novio que va a pedirle a ella matrimonio en los próximos días, me preguntaba *dónde ha quedado la ilusión* de nuestros últimos meses de noviazgo preparando el matrimonio. 

Me comentaba el novio el nerviosismo de elegir un anillo para ella, esos pequeños detalles que le gustaría tener presentes en la boda, las personas que querría que estuvieran compartiendo ese momento tan importante... 

Y no he podido evitar pensar en nosotros: en cómo hace bien poco estábamos en esa situación, y en que parece que mucha de la ilusión y la fuerza que entonces teníamos se van perdiendo sin darnos cuenta. Es la rutina de cada día la que nos impide recordar la suerte, *el privilegio de haber sido llamados a esta vocación:* llamados por el mismo Jesús ilusionado que escogió un día a Simón y Andrés, Santiago y Juan, y los sacó de su faena diaria, para pegarles su pasión por el Reino de los Cielos. 

*Hoy el desafío en familia* es volver a empezar. Reconocer que igual que el Señor vuelve a ilusionarse, a entregarse cada Misa por nosotros, nuestro matrimonio también se puede actualizar cada día, cada aniversario, cada ocasión que tengamos. Que no dejemos de vivirlo con emoción y con ilusión. Igual que a Pedro o a Juan, el Señor nos llama a salir de nuestra rutina y a seguirle con la ilusión del primer día. 


domingo, 14 de enero de 2018

HOY EL DESAFÍO ES ESPERAR EL REGALO DEL CIELO

Carolina y Javi tienen tres hijos de 8, 6 y 2 años. 

*LA ILUSIÓN DE LA NOCHE DE REYES*

 ¡¡Me encanta la noche de Reyes!! No sé qué me gusta más, si preparar con mimo los regalos mientras los peques duermen, decorar con globos, o hacer de camello bebiendo la leche que los niños han preparado con tanta ilusión, o incluso en alguna ocasión preparar una búsqueda del tesoro para que encuentren los regalos o escribirles una carta personalizada para cada uno… Esa noche siempre hacemos una foto del salón y nos acostamos pensando en cómo van a reaccionar, qué carita van a poner. 

Y en la pasada noche de Reyes pensaba qué ilusionado estará Dios con la sorpresa que nos tiene preparada. Estará como Padre, mirando, imaginándonos, pensando la carita que pondremos cuando lleguemos con Él, a ese abrazo eterno que es *el CIELO.*

*Hoy el desafío en familia  es doble: por un lado, rellenar bien nuestra carta para pedir a nuestro Padre celestial todos los dones que nos quiere regalar y que debemos pedir, para que nos acerquemos más y más a Él. Y en segundo lugar, ser conscientes de que como en nuestros niños, el regalo comienza mucho antes de abrirlo, empieza con tener ilusión por esperarlo y de igual modo el CIELO comienza aquí, ahora, para quien estando cerca de Jesús, sabe ser feliz en la tierra con la confianza de ser hijos de Dios.




sábado, 6 de enero de 2018

HOY EL DESAFÍO ES SER NOSOTROS EL REGALO

Sara y Santi tienen cuatro hijos de 10,8,6 y 2 años.

*CUANDO LOS REGALOS TIENEN UN GRAN PROTAGONISMO*

Los que tenemos niños sabemos que, casi desde el Adviento, una de las frases estrellas es “¡Vienen los Reyes Magos!”. Y durante estas fechas están pensando qué les traerán, qué les pueden pedir, cuánto les traerán, que se tienen que portar bien porque los Reyes les ven… Al final, hasta los adultos estamos en la misma onda, ¿no? Comprar regalos, incluso pensar qué me pueden regalar… A partir del gran día llegan las preguntas y las sorpresas: “¿Sólo esto?” “A Fulanito le han traído más cosas…” 

Desde que nuestros hijos son capaces de mantener una conversación, nosotros siempre les explicamos que no les pueden traer muchas cosas, que hay que repartir con los demás niños del mundo y que la cantidad de regalos no es lo importante (aunque al final se llenan, entre los nuestros, los familiares, padrinos...). 

Les hacemos ver que lo que se celebra es la visita de los Reyes de Oriente al Niño Jesús que ha nacido y que le traen regalos para adorarle. Por supuesto, esto no se entiende fácilmente, pues a nosotros también nos cuesta no entrar en el lado consumista de la fiesta. De todos modos, desde hace un par de años, ya escuchamos entre ellos eso de “los Reyes no creo que te traigan eso, que es mucho”, “Mejor que me traigan lo que ellos quieran”, ”Yo pongo mucho y que me traigan lo que decidan”. 

Pero no se trata sólo de gastar menos, de reprimir el impulso de comprar, sino de poner el corazón en su sitio. Los Reyes Magos no sólo llevaron regalos al Niño, sino que se dieron ellos mismos, dejando su comodidad para seguir una estrella. 

*Hoy el desafío en familia* es darnos a nosotros mismos como regalo de Reyes. Si recordamos que Dios dijo que nos amásemos los unos a los otros como Él nos amó y que Él mismo se nos dio, a cada uno, ¿qué mejor que darnos a los demás como forma de darle gloria a Él? ¿Y qué mejor forma de enseñar a nuestros hijos que con nuestro ejemplo? Hay algo con lo que no tenemos por qué medirnos, es más…cuanto más, mejor: ¡Regálate!
¡¡Felices Reyes!!