sábado, 6 de enero de 2018

HOY EL DESAFÍO ES SER NOSOTROS EL REGALO

Sara y Santi tienen cuatro hijos de 10,8,6 y 2 años.

*CUANDO LOS REGALOS TIENEN UN GRAN PROTAGONISMO*

Los que tenemos niños sabemos que, casi desde el Adviento, una de las frases estrellas es “¡Vienen los Reyes Magos!”. Y durante estas fechas están pensando qué les traerán, qué les pueden pedir, cuánto les traerán, que se tienen que portar bien porque los Reyes les ven… Al final, hasta los adultos estamos en la misma onda, ¿no? Comprar regalos, incluso pensar qué me pueden regalar… A partir del gran día llegan las preguntas y las sorpresas: “¿Sólo esto?” “A Fulanito le han traído más cosas…” 

Desde que nuestros hijos son capaces de mantener una conversación, nosotros siempre les explicamos que no les pueden traer muchas cosas, que hay que repartir con los demás niños del mundo y que la cantidad de regalos no es lo importante (aunque al final se llenan, entre los nuestros, los familiares, padrinos...). 

Les hacemos ver que lo que se celebra es la visita de los Reyes de Oriente al Niño Jesús que ha nacido y que le traen regalos para adorarle. Por supuesto, esto no se entiende fácilmente, pues a nosotros también nos cuesta no entrar en el lado consumista de la fiesta. De todos modos, desde hace un par de años, ya escuchamos entre ellos eso de “los Reyes no creo que te traigan eso, que es mucho”, “Mejor que me traigan lo que ellos quieran”, ”Yo pongo mucho y que me traigan lo que decidan”. 

Pero no se trata sólo de gastar menos, de reprimir el impulso de comprar, sino de poner el corazón en su sitio. Los Reyes Magos no sólo llevaron regalos al Niño, sino que se dieron ellos mismos, dejando su comodidad para seguir una estrella. 

*Hoy el desafío en familia* es darnos a nosotros mismos como regalo de Reyes. Si recordamos que Dios dijo que nos amásemos los unos a los otros como Él nos amó y que Él mismo se nos dio, a cada uno, ¿qué mejor que darnos a los demás como forma de darle gloria a Él? ¿Y qué mejor forma de enseñar a nuestros hijos que con nuestro ejemplo? Hay algo con lo que no tenemos por qué medirnos, es más…cuanto más, mejor: ¡Regálate!
¡¡Felices Reyes!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.