sábado, 30 de noviembre de 2019

HOY EL DESAFÍO ES DERROCHAR LA LUZ

María y Miguel tienen un hijo de 12 años.

¡APAGAD LAS LUCES!

-"¡Apagad las luces!, ¿es que no os dais cuenta?"

Así entró mi hijo en casa hace unos días, neurótico perdido, porque encontró un par de luces encendidas de más.  Su padre y yo lo mirábamos ojipláticos. Habitualmente somos nosotros los que le recordamos que la luz no es gratis, que hay que apagar las que no estamos usando. Vamos, que, como siempre nos ha dicho mi padre, no paga el ayuntamiento. ¿Qué pasará por esa cabecita adolescente? ¡Que Dios nos pille confesados!

El Señor en el Evangelio de hoy parece decir lo contrario: "Estad en vela", "Estad también vosotros preparados". Hoy, que toca encender la primera vela de la corona de Adviento, el Señor nos anima a ser previsores, a tener las luces ardiendo, la llama bien alimentada  para cuando llegue el Mesías, a derrochar la luz a manos llenas.

Esta semana, el desafío en familia es derrochar luz con tu sonrisa. Que todos noten que esperas la llegada del Niño Dios. Empezando por los más cercanos: tu marido, tu mujer, tus hijos, tus hermanos, tus padres... Te animo a compartir la llama de tu alegría y a tratar de regalar sonrisas, esperanza, a derrochar cariño a tu alrededor, porque está en camino el Salvador. ¡Feliz domingo de Adviento!


sábado, 23 de noviembre de 2019

HOY EL DESAFÍO ES CAMBIAR LA PERSPECTIVA

María y Álvaro tienen una hija de 3 años y un hijo de 8 meses

¿Y TÚ QUÉ MIRAS?

8:25 A.M. Parada en un semáforo, noto cómo el conductor de la furgoneta a mi derecha me hace gestos. Yo, cansada y preparada para recibir críticas o insultos por mi forma de conducir, me giro con mala cara hacia él. Cuál es mi sorpresa cuando veo que sus gestos no son para mí, sino para mi hijo, con quien mantiene una divertida conversación gestual y por la cual los dos están partidos de risa. 

El conductor, viendo que me he girado, me sonríe abiertamente y me dice, en otras palabras, que el enano está partido de risa y que es muy simpático.
Por un lado, me avergüenzo un poco de mi predisposición al girarme. Y por otro, siento una alegría que nace de las sonrisas del buen hombre y de lo animado que veo a mi hijo por el retrovisor. A primera hora de la mañana y recién salida del atasco, este  "encuentro" me ha alegrado el día y ha instalado una sonrisa que se mantiene en el siguiente atasco y que me ha hecho pensar en cómo miramos a los demás.

En el Evangelio de hoy los crucificados miran a Jesús desde dos lados distintos, desde dos miradas, con dos disposiciones muy diferentes. La situación no es muy esperanzadora para ninguno de los tres. Podríamos darle la razón al que deja salir su rabia contra Dios. Pero Jesús nos ha enseñado que hasta la peor de las cruces puede transformarse en una oportunidad de salvación, de amor, de cielo. Sólo hay que abrirse a Él, pedirle ayuda.

Por eso hoy el desafío en familia es mirar a Dios y al otro con una mirada de amor, de esperanza. Esperando el bien del otro. Ver más allá de la cruz de cada día, mayor o menor, más o menos merecida, más o menos esperada, sabiendo que ese sufrimiento puede convertirse en una puerta al Paraíso. Y sabiendo que nunca estamos solos, que Él ha muerto para que nosotros vivamos. 


domingo, 17 de noviembre de 2019

HOY EL DESAFÍO ES AGARRARSE AL SEÑOR

Antonio e Isabel tienen tres hijos de 9 y 7 años y tres meses

NO PATA NADA

¿Cómo estás? Pregunta convencional que lleva aparejado siempre un Bien, ¿y tú? Porque si respondiera sinceramente tal vez no volverían a preguntarnos. 

Hay días en los que todo parece fácil y días en los que todo sale mal. De esos en los que casi hubiera sido mejor no levantarte de la cama. Y también hay épocas felices y épocas en las que vivimos atenazados por el miedo, la tristeza o la inseguridad, por motivos graves o banales, por causas que escapan a nuestro control, o limitaciones que nos hacen sentir culpables. 

¿Cómo estás? ¿Cómo ves tu familia, tu matrimonio, en este momento? ¿Qué emborrona tu sonrisa al hacerte esta pregunta? A veces nosotros mismos tenemos miedo de respondernos, como si tuviéramos la vida cogida tan con alfileres que al primer tirón se nos vendría abajo. 

Es Dios quien te hace esa pregunta. A Él no le es indiferente lo que te pasa. Tampoco quiere que huyas como si no ocurriera nada. La solución no es evadirse, distraerse, y seguir tirando. Él no nos dijo que la vida fuera a ser fácil. Al contrario. Llegará un momento en que hasta tu esposo, tu esposa, tu padre o tu hijo sean tu enemigo. 

Pero lo que sí nos ha dicho es que Él estará con nosotros. Todos los días. Hasta el fin del mundo. Por eso, como decía nuestra hija mayor cuando tenía tres años, "No pata nada", no pasa nada. Él nunca va a dejar de amarte. Te lo ha prometido. En la pobreza y en la riqueza. En la salud y en la enfermedad. En el pecado y en la gracia. Si tú fuiste capaz de decir que sí, sabiendo lo que vendría, a un amor más grande que tú, piensa que su Sí es mucho más incondicional, mucho más poderoso, mucho más fecundo. Y ese Sí de Dios es el que sostiene todos nuestros pequeños síes. 

Por eso hoy el desafío en familia es agarrarse al Señor. Él está contigo. Lo peor del sufrimiento es llevarlo solo. Descansa en él. Deja que Él lo resuelva, o no. En nuestra familia "no pata nada": si Él está con nosotros, ¿quién contra nosotros?


sábado, 9 de noviembre de 2019

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES APRENDER DE LOS MÁS PEQUEÑOS

Sara y Santi tienen 5 hijos de 11,9,8,4 y 1 año.

Y VUELTA A EMPEZAR

Tengo temporadas en que me siento muy torpe (o nécora, como decimos por aquí, o mendruga...) y desanimada porque me doy cuenta de que caigo siempre en lo mismo. Constantemente los mismos fallos, pecadillos, errores… Si no son exactos, son los mismos perros con distinto collar, vamos.

Una y otra vez, la rueda de "cae-arrepiéntete-pide perdón-levántate-muévete de nuevo" se pone en marcha con propósitos nuevos y ánimo renovado, ¿pero funciona? Realmente a veces parece que no, porque caigo y caigo en lo mismo.

El otro día me fijaba en mi hija pequeña que está todo el día caminando agarrada, suelta o como pueda. Está perfeccionando una acción, una habilidad. Observando, me di cuenta de que el ciclo es siempre el mismo "camina-cae-mira alrededor-sonríe-se levanta-camina otra vez". Me pareció prácticamente igual al proceso de actuación de un adulto,en este caso yo, con su vida espiritual, ¿no? Salvo un pequeño detalle… ella sonríe cuando cae y se ríe claramente cuando vuelve a emprender la marcha. Su actitud ante un "error", o ensayo mejor dicho, es de nueva oportunidad, de aprendizaje, de "fijarse" en los pasos extras que ha dado esta vez. No es un análisis destructivo de sí misma. Celebra cada pequeño avance, ¡aunque siga cayendo!

Por eso hoy el desafío en familia es aprender de los más pequeños y no desalentarnos en nuestro camino de mejora. Recordar que somos criaturas de Dios y que nos queda mucho para alcanzar nuestro potencial, lo que Él quiere de nosotros… Pero no estamos solos, Él es el "adulto" que nos da la mano para levantarnos y volver a empezar con una sonrisa, Él nos perdona y nos borra el pecado para poder empezar de cero con la alegría del que se sabe amado y acompañado.


sábado, 2 de noviembre de 2019

HOY EL DESAFÍO ES DEJARSE ABRAZAR POR TODOS LOS SANTOS

Pascual y Esther tienen una hija de 3 años

"NO TE PROMETO LA FELICIDAD DE ESTE MUNDO" (palabras de la Virgen de Lourdes a Sta. Bernardette)

Este año la celebración de todos los Santos ha sido por todo lo alto. La peque en el Cole lo ha vivido genial con compis y familias. Y hemos podido hacer la peregrinación más esperada de los últimos años: Lourdes.

En Lourdes, además de abrazarnos a nuestra Madre, hemos prestado especial atención a la vida de Sta Bernardette. Me impresiona conocer la vida de los Santos: cómo no abandonan su misión ante la incomprensión, los juicios, la discriminación y en ocasiones la persecución. 

Yo, a día de hoy, no sé si me atrevería a atestiguar, como Sta. Bernadette, a quién vio, sin miedo. No sé si mantendría la promesa de acudir cuando me lo pidiera la Virgen a rezar el rosario por los pecadores, sin pensarlo dos veces, contra viento, heladas, delicada salud, etc. Quién de nosotros no dudaría ante la petición de lavarse con agua todavía sucia que emanaba de la gruta donde hasta ese momento sólo se alojaban cerdos, en penitencia por los pecadores.

Cuando veo la comodidad de mi vida espiritual y los sacrificios de los Santos, me doy cuenta de dónde estoy verdaderamente. Y aún con la tentación de abandonar, lo bonito de ver tu debilidad es dejarte abrazar por ellos, como si algo de esa Santidad se pudiera quedar contigo. A muchos de estos Santos no se les promete la felicidad en la tierra, pero sí la felicidad eterna. Esto nos permite también aceptar mejor nuestras crucecitas y esperar sentir como ellos un aro de esa felicidad.

Hoy el desafío en familia es aspirar a esa felicidad. Si te ayuda fijar tu mirada en la vida de un Santo, proponte en familia leer o ver una peli sobre su vida. Observa su SÍ al Señor. ¿Qué te sugiere su vida aplicable en tu dia a dia?