*“¿AHORA QUÉ QUIERES DE MÍ?”*
Ocho de la mañana. Arreglo a la niña para el cole y me despido de ella y de mi marido. Según cierro la puerta cojo mi móvil, a ver qué hay de nuevo, y descubro que este año no voy a continuar en el trabajo. Se me cae el mundo.
“Señor, he tomado todas las decisiones laborales poniéndote a ti en medio. ¿Ahora qué quieres?”
Me ducho y me voy a Misa, creo que es mejor empezar así el día y ya luego pensar. El Evangelio del día nos habla de poner la luz en alto, no meterla bajo una manta. De nuevo me pregunto: “¿Señor, dónde quieres mis dones?”
Después de una fase de asumir y de ponerme en manos del Señor, veo cómo una vez más el Jefe me dice: "Yo hago todas las cosas nuevas", y me pide que me fíe, que como familia pongamos nuestra vida en sus manos. Siempre nos ha dado el ciento por uno, nunca nos ha faltado de nada. Y una vez más nos pide que le entreguemos la incertidumbre, la duda, la necesidad de seguridades que tenemos. Para que Él pueda hacerlo todo nuevo.
*Hoy el desafío en familia* es, juntos, rezar entregando a Señor aquello que no entendemos, que no vemos, y pidiendo luz para ver nosotros y para iluminar desde nuestra familia al mundo.
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