María y Miguel tienen un hijo de 10 años.
*Y TÚ ¿A QUÉ SABES?*
A mi marido le encanta la miel. Toda la familia lo sabe y por eso se la regalan de todo tipo: miel de encina , miel de azahar... Esta mañana ha empezado un tarro de miel de eucalipto. ¡Vaya chasco! No sabía a lo que decía la etiqueta. *Las cosas deben saber a lo que son,* ¿no te parece?
*Y TÚ ¿A QUÉ SABES?*
A mi marido le encanta la miel. Toda la familia lo sabe y por eso se la regalan de todo tipo: miel de encina , miel de azahar... Esta mañana ha empezado un tarro de miel de eucalipto. ¡Vaya chasco! No sabía a lo que decía la etiqueta. *Las cosas deben saber a lo que son,* ¿no te parece?
Igual pasa con nosotros. Somos cristianos pero *¿sabemos a Cristo?* ¿Dejamos esa impresión en los demás? Pensaba que la fe es un talento maravilloso, Dios me lo ha dado para los demás, y yo, en ocasiones, lo entierro: porque tengo pereza, porque tengo miedo, porque soy egoísta, porque me importa demasiado lo que piensen los demás...
Por eso, *hoy el desafío del amor* es dejar un buen sabor en los tuyos; haz fructificar el talento de la fe, deja que los demás vean a Cristo en tus acciones: consuela a un hermano, anima a un colega, ten paciencia con ese miembro de tu familia que últimamente te saca de quicio, disculpa al vecino antipático... Saca rentabilidad a tu talento y hazlo fructificar, haz felices a los demás.
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