sábado, 4 de diciembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES LLEGAR

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

TAREAS, TAREAS, TAREAS

Lava, tiende, recoge, dobla y coloca la ropa. Haz la compra, cocina y congela para la semana. Limpia y ordena. Los fines de semana son cada vez más agotadores. Los dos trabajamos de lunes a viernes fuera de casa, y sábado y domingo dentro. Luego están los extras, como los planes varios para Navidad. Últimamente veo mi vida como una sucesión de tareas para realizar. Sé que no es así, pero cuando estoy agotada no puedo evitarlo. El fin de semana pasado fue intenso en trabajo e imprevistos. Tanto, que nos fuimos el domingo a la cama sin encender la primera vela de adviento, ¡qué desastre! Lo peor de todo es que estaba tan agotada que ni siquiera me importó.

En breve llega la Navidad. Hay una parte de mí que se pregunta: tanto esfuerzo con los preparativos ¿merece la pena? Pues sí. Porque nos ayuda a nosotros y ayuda a los nuestros a vivir la fiesta. El problema es que nos centramos a veces, al menos yo, en lo externo (el belén,  el árbol, la corona, las reuniones familiares...) que son solo recordatorios de la venida del Mesías. Lo importante no es una decoración espectacular,  sino una buena disposición ante la llegada del niño Dios. Necesitamos preparar el alma,  además de la casa, para su llegada.

Esta semana el desafío es llegar, aunque sea tarde, a preparar la Navidad, porque aún estamos a tiempo. Por algo la Iglesia tiene previstas cuatro semanas. Busca un detalle que caldee tu alma para acoger al recién nacido: un poco más de paciencia con tus hijos, un poco más de amabilidad con tu cónyuge o una buena confesión. Así, como dice el Evangelio de hoy, allanaremos los senderos que llevan al portal de Belén. ¡Feliz domingo de Adviento!



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