sábado, 9 de octubre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES MIRAR CON SUS OJOS

María y Miguel tienen un hijo de 14 años. 

A PUNTO DE CORTOCIRCUITAR

Habíamos tenido un fin de semana intenso de discusiones y peleas mi hijo y yo. De tira y afloja. Reconozco que estaba agotada y bastante frustrada. ¿Por qué me hace sufrir tanto mi propio hijo?¿Lo estoy haciendo bien?¿Qué es lo que hago mal?¿Soy demasiado blanda, dura, me está tomando el pelo...? ¿Se me irá por el mal camino? Estaba a punto de cortocircuitar. Ese domingo fuimos a misa "juntos". Digo "juntos" porque llegamos su padre y yo por un lado y él por otro. A Dios gracias, se sentó con nosotros. Con el día que llevábamos, no me hubiera extrañado que buscara el otro extremo de la iglesia. Yo seguía disgustada y dolida pero lo quería cerca. Durante la celebración lo miré un momento y, no sé cómo ni por qué, vi de nuevo a mi hijo, no al adolescente impertinente y contestón, a mi hijo querido, sé que el Señor me prestó por un momento su mirada amorosa porque la paz volvió a mi corazón.

El Evangelio de hoy dice que cuando el joven rico se dirigió al Maestro, este: "se quedó mirándolo" y "lo amó". ¿Cómo miraría Jesús?¿Cómo serían su expresión, sus ojos, su sonrisa? ¡Qué maravilla sería mirar a mi familia con los ojos del Señor! Esa mirada que todo lo disculpa, todo lo perdona al instante y todo lo comprende.

Hoy, el desafío en familia es pedir prestada a Jesús su mirada amorosa para dirigirla a uno de los nuestros: al plasta de tu marido que lleva toda la semana muy antipático o a esa hija que te saca de quicio con sus diabluras. Pídele que te ayude a recordar cuánto los amas y el gozo inundará tu corazón. ¡Feliz domingo!



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