sábado, 11 de septiembre de 2021

HOY EL DESAFÍO ES PERDER EL TIEMPO

María y Miguel tienen un hijo de 14 años

MAMÁ, NO PUEDO PERDER EL TIEMPO

"Mamá, no puedo perder el tiempo, voy a hacer Tercero". Esto me decía mi hijo hace unos días cuando hablábamos para organizar el curso. Se había puesto unos objetivos poco realistas (levantarse muy temprano para hacer deporte, estudiar hasta las tantas...) y yo intentaba hacerle ver que algunas veces para ganar, hay que "perder": descansar bien para rendir en clase y aprovechar el tiempo de estudio para no dedicar toda la tarde a lo mismo. De momento sigue con su exigente plan, no puedo ni quiero frenarlo pero me temo que la falta de sueño pronto le pasará factura.

Este ritmo loco que llevamos con frecuencia nos empuja muchas veces a correr y correr, a hacer cosas sin parar, y olvidamos, en ocasiones, lo importante. Recogemos a los niños del cole, hacemos la compra, los llevamos al parque o a un cumple, pero no les prestamos realmente nuestra atención. Nos desvivimos por nuestra familia o por nuestros amigos pero no nos damos cuenta de que este tiene ojeras o aquel está nervioso. Necesitamos calma para mirarlos, preguntar y escuchar lo que nos dicen... y lo que no nos dicen, porque con frecuencia una mirada dice más que una explicación. 

Hoy el desafío es perder el tiempo con los tuyos. Fíate del Señor y pierde un poco tu vida para ganarla. Escucha con los cinco sentidos las inquietudes de tu marido o tu mujer en el trabajo, las quejas de tu adolescente o el entusiasmo de tu pequeño de ocho años que, emocionado de volver a ver a tus amigos, no para de hablar y hablar como un loro. "Pierde el tiempo" en amarlos y el Señor te devolverá el ciento por uno en armonía familiar. ¡Feliz domingo!



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.