sábado, 30 de marzo de 2019

HOY EL DESAFÍO ES SER SIEMPRE UN HOGAR AL QUE VOLVER

María y Álvaro tienen una hija de 2 años y un hijo de cuatro semanas

*LOS PRIMEROS RECHAZOS*

Acaba de nacer el pequeño, y nuestra hija mayor (qué raro suena para un mico de dos años...) pasa por momentos del "QUIERO ESTAR CON MAMÁ" al "Sólo papá" o "No quiero besos" al ir a dormir, echándome de su lado y mandándome fuera de la habitación. Es el proceso normal, es la adaptación que toca ahora, pero a veces da una punzada en el corazón ese rechazo, porque en el fondo son los primeros síntomas de libertad en lo que respecta a su relación con nosotros, nos damos cuenta de que su afecto y cercanía con nosotros depende de su decisión. 

Nuestros hijos harán idas y venidas, querrán estar con nosotros y luego... no querrán saber nada. Igual que el hijo pródigo.

Como padres nos golpea el rechazo, pero estamos llamados al amor en ese rechazo también, a que sepan que siempre les abrimos las puertas, que no se cierra nuestro corazón por que se hayan alejado.

Hoy el padre acoge al hijo pródigo aun cuando se ha ido rechazándole, cuando le ha dado la espalda y ha renegado de él. Y el hijo vuelve porque las promesas de fuera le han fallado, y recuerda, estando fuera, estando lejos, la comida de casa del padre.

Por eso *hoy el desafío en familia* es ofrecer a nuestros hijos un lugar, una casa, un hogar al que poder volver. Es plantearnos qué hacemos para que nuestra casa sea lugar de acogida y sepan que siempre serán acogidos y amados.


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