sábado, 27 de julio de 2019

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES ENTRAR EN BUCLE

María y Miguel tienen un hijo de 12 años

¡QUE ALGUIEN ME PARE!

Este verano he tenido la suerte de coincidir con gran parte de mi familia de origen en una casa rural. Disfruté muchísimo: conversaciones sin prisas, baños en la piscina, juegos con mis sobrinos, desayunos relajados... y también fregué un montón de cacharros, más que en toda mi vida, ¡qué remedio! Estos días, conviviendo estrechamente con ellos, caí en la cuenta de muchos de sus problemas y dificultades: laborales, económicos, familiares, de salud... problemas que habitualmente veo desde la distancia pero que ahora experimentaba en primera persona.  Y me sorprendí pidiendo intensamente cada día por ellos. La lista cada vez se hacía más larga, parecía interminable... hasta que entré en bucle. Mi diálogo con el Señor consistía en pedir y volver a pedir, me sentía incapaz de hacer otra cosa. Cada vez pedía más cosas, y no sólo para mi familia, empecé a pedir para mis amigos más queridos, para aquellos con los que tengo menos trato,  ¡para mis compañeros de trabajo! ¿Acaso no hay fin?¿En qué clase de pedigüeña me había  convertido? ¡Que alguien me pare! Entonces me encontré con las lecturas de hoy y pensé que la cosa no era tan grave.

En la primera lectura, Abraham pide con mucha fe, incluso con descaro,  con una confianza plena, filial, en un diálogo muy tierno y divertido, regateando con Dios. En el Evangelio los discípulos le piden al Señor que les enseñe a orar... y les enseña: "Padre"..., incluso les dice: "Pedid y se os dará". Es más, ¡los anima a ser pesados con la parábola del amigo inoportuno! Me pareció que el Señor me empujaba a seguir pidiendo con confianza.

Esta semana, el desafío en familia es entrar en bucle.  Cuéntale a tu buen Padre Dios todo lo que te preocupa, todo lo que necesitan tu familia y tus amigos. Pide todo lo que quieras, lo grande y lo pequeño, lo posible y lo imposible. A Él le preocupa lo que a ti te preocupa y le interesa todo lo que a ti te interesa. Él es el Padre bueno que da cosas buenas a sus hijos, ¿qué podrá negarte si se lo pides con fe? ¡Feliz domingo!


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