sábado, 15 de junio de 2019

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES DAR UN ABRAZO


María y Miguel tienen un hijo de 12 años

VAIVENES ADOLESCENTES

Nuestro hijo está un poco insufrible.  Aunque tiene sus días, la pubertad le ha dado fuerte. Gracias a Dios, sigue siendo un niño bueno y cariñoso pero hay momentos en los que no lo aguanta ni su madre. Se pasa la tarde (que es cuando más nos vemos) retándome, a ver hasta dónde puede llegar o tratando de molestarme hasta que me enfado. Sé que yo soy la madre y la adulta pero algunas veces, más de las que yo quisiera, me saca de mis casillas. Normalmente se calma al llegar la noche y, después de rezar, me abraza y me dice cuánto me quiere.  "Obras son amores..." suelo pensar, pero la verdad es que con ese gesto me desarma. 

Con qué frecuencia nos equivocamos y herimos a los seres más cercanos y queridos sin pretenderlo. Y qué bueno es tener la valentía y la humildad de pedir perdón.  Muchas veces no hace falta que sea de forma directa. Quizá basta un gesto amable o un abrazo, sin palabras. Habitualmente serán cosas sin importancia, pero puede que alguna vez sea algo más grave. Cuando me cuesta perdonar, yo me planteo ¿qué no me habrá perdonado Dios a mí? 

Hoy, el desafío en familia es darle un abrazo al Señor. Al final del día (o al principio, o cuando quieras) tómate unos segundos para decirle que lo quieres. No importa lo que hayas metido la pata.  Él todo lo perdona y de todo se olvida. Él cuenta con mi miseria y con la tuya, y no se sorprende de ninguno de nuestros errores. Lo único que pide es que confíes en su amor, que supera cualquier barrera. ¡Feliz domingo!




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