sábado, 8 de diciembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES SABERME NECESITADO DE SALVACIÓN

Pascual y Esther tienen una hija de 2 años

*«MAMÁ, YO SOLITA».*

Hemos llegado a la fase infantil de reafirmación y autonomía de la peque. Estamos casi en un diálogo repetitivo de 'No’ y 'Yo solita' casi interminable. Que, además de agotar un poquito las fuerzas, me ayuda a ver cómo me relaciono con mi Padre.

Cuántas veces le digo 'No’ yo a Él y aunque me equivoque mil veces, cual perfecto GPS, me vuelve a acercar a su corazón. Cuántas veces le insisto en 'Papá, yo solita'. Creo que lo hago yo, o que con mis fuerzas podré; lo conseguiré, pienso, cuando a la vuelta de la esquina asoma mi debilidad esperando su turno.

Veo mis retos personales, de matrimonio, en el trabajo… Me siento capaz de solventarlos, proponiéndome un gran plan para ir dando pasos, y no me doy cuenta que necesito de su mano. La misma mano que le insisto a mi hija que coja cada vez que se enfrenta a algún gran reto y ella, como yo, seguimos diciendo 'Yo solita'..

Tras una semana de Adviento, ya comienza a oler a Navidad. Y hoy el Evangelio me provoca un gran eco cuando dice “Preparad el camino del Señor… y todos verán la salvación de Dios”. Tengo claro que debo prepararme y dejarle acercarse a mí... pero yo sigo empeñada en mi 'Yo solita Papá'. Y esto es porque no siempre veo que necesito ser salvada. Necesito cogerme todo el tiempo de su mano. Querría saber dejarme abrazar hasta no necesitar nada más que sentir su corazón latiendo en mi mejilla.

*Hoy el desafío en familia* es reconocer mis 'Yo solita Papá' en mi casa, mi trabajo, mi intimidad. Reconocer dónde necesito ser salvado y prepararme en esos tres ámbitos concretos para su llegada. Déjale un hueco en tu corazón preparado para que lo inunde de su Amor, sintiendo su latir en tu mejilla el día 24. ¡Feliz preparación de la Navidad!



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.