sábado, 24 de febrero de 2018

HOY EL DESAFÍO ES VIVIR CADA DÍA COMO UN REGALO


Pascual y Esther tienen una hija de 2 años.

*LUCHANDO CONTRA EL TIEMPO*

Nunca pensé que una peli de fantasía en familia diera tanto de sí. Me he pasado toda mi vida intentando aprovechar cada minuto, casi con una obsesión 'no perder el tiempo', parecía en mí casi una orden el refrán no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Toda la vida corriendo, como Atocha en hora punta.

La peli identifica al Tiempo como un hombre todopoderoso del infinito. La protagonista se enfrenta a él diciéndole: “Tiempo, antes pensaba que eras un ladrón que robaba todo lo que amaba. Pero ahora veo que das antes de quitar y que cada día es un regalo: cada hora, cada minuto, cada segundo…”. Esto me hizo pensar en cómo hace Dios las cosas.

Ahora nuestra familia se enfrenta a una pequeña cruz, *la enfermedad,*y esto nos ayuda a ver cada hora, cada minuto, cada segundo, como algo que está pasando hoy y que podemos atesorar en nuestro corazón como un regalo divino que quizá no pueda repetirse más. Cuántas veces nos preocupamos por cosas que no marcan nuestra existencia, que no son más que tareas que verdaderamente sí roban nuestro tiempo.

Cuando algo importante cambia en nuestra vida y nos supone un reto, podemos tener la tentación de pensar que nos roban algo querido. Pero *primero vino el Don y ahora llega la Gracia ante la prueba,*para ver cada día, cada hora, cada minuto... como un regalo aun abrazando nuestra cruz.

*Seguir a Jesús a veces asusta,*es radical, nos lleva a vivir la prueba de forma que no nos resulta fácil. Pero Él siempre te lleva de la mano, te abraza, te sostiene, te ayuda a hacer desvanecer el pasado y centrarnos en lo que permanece en el presente. Esta puede ser la conversión que nos pide en este tiempo de Cuaresma, ponerlo primero a Él y dejar que nos acompañe.

*Hoy el desafío del amor* es dejarnos 'robar' nuestra vida anterior y apreciar la Gracia concedida ante la prueba. Que podamos abrazar la cruz en lo alto de la montaña. Deja que Cristo se transfigure ante ti y te contagie de su luz deslumbrante, como hizo a Pedro, Santiago y Juan. Degusta la Gracia que el Señor te da cada día, cada hora, cada minuto... y repite con Pedro: 'Maestro, ¡qué bien se está aquí!



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.