sábado, 10 de noviembre de 2018

HOY EL DESAFÍO ES DARSE HASTA QUE DUELA

María y Álvaro tienen una hija de dos años y otro en camino.

*AMAR SIN BATERÍA*

Cansados del día, agotados por todo, físicamente en las últimas y con ganas de dormir. Y justo hoy nuestra hija tiene rabieta nocturna, "No quiero cenar" y toca pelear la cena, hacer acopio de la paciencia que queda escondida en algún rincón de tu cuerpo para poder, con cariño, ser fuerte y constante, pero sin soltar los gritos que apetecen.
Y esto mismo nos pasa con nuestro cónyuge a veces. Que pensamos "Bastante he tenido ya hoy como para que ahora la tengamos por esto o por lo otro".

Pues hoy en el Evangelio, el Señor nos dice que la limosna que más vale es esa pequeña que cuesta, como esa monedilla de la viuda que en realidad lo estaba dando todo. Más que los jaleos que has resuelto en el trabajo, tan grandes y costosos, más que las colas en la compra y que los malestares propios... más que eso, los actos de amor que nos pide cuando parece que ya no nos queda nada, son los que más valora.

Me imagino a la viuda como a los personajes de Robin hood, vaciando su pequeño monedero para sacar lo poco que tiene y entregarlo al Señor, que en este caso es el que lo hace todo nuevo.

Por eso, *hoy el desafío en familia* es amar con las pocas fuerzas que nos quedan, en esos momentos en que parece que ya no queda nada en nuestro monedero, que nuestra batería se ha agotado, pues ahí nos busca hoy Dios. Imagina cómo recibió el Señor a la viuda, cómo le diría “¿Te acuerdas de esa monedilla? ¿De esos pañales que cambiaste? ¿De esa sonrisa que pusiste cuando no te apetecía? Pues aunque no te dieses cuenta, a mí se me estaba cayendo la baba contigo. Con eso, estabas redimiendo el mundo”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.