sábado, 10 de marzo de 2018

HOY EL DESAFÍO EN FAMILIA ES IR A LA TINTORERÍA

María y Miguel tienen un hijo de 11 años.

*Pagar la cuenta*

Somos muchos hermanos y es complicado que logremos reunirnos todos. Los compromisos laborales y el hecho de vivir en ciudades distintas hacen que parezca misión imposible. Pero era el 70 cumpleaños de mi padre y merecía la pena el esfuerzo. Después de un intento fallido, lo conseguimos. Como no cabíamos en casa, nos fuimos a comer fuera. Pasamos un rato entrañable e hicimos un montón de fotos, conscientes de que la ocasión era única. Claro está que el abuelo pagó la cuenta. No se quejó de todos los que somos, ni de lo mucho que comimos, tampoco de lo cara que salió la factura. Se le veía feliz de tener a todos sus hijos alrededor.

Nuestro Padre Dios también pagó la cuenta. Una vez y para siempre. Una cuenta carísima, la más cara de la Historia. En ella estaban incluidos todos nuestros pecados, sin importar lo grandes que fueran. 

La Cuaresma es el tiempo de preparar esa reunión familiar. Espera el encuentro con ilusión.  Dios Padre acoge, nada importa lo grande que sea tu pecado. Él  perdona, siempre que vayas a pedirle perdón. Está deseando salir a tu encuentro y cubrirte de besos, como hacía el padre en la parábola del hijo pródigo, pero tienes que ponerte en marcha.

Esta semana, *el desafío en familia* es acudir a la tintorería de la confesión. Ve a lavar a fondo tu alma y tenla lista para Semana Santa. Da igual si hace un mes, un año o diez que no acudes, tu Padre Dios te está esperando en la figura de un sacerdote. Que este año, cuando llegue la fiesta, no te pille con el traje sucio.

PD: si quieres refrescar la memoria leyendo la parábola completa puedes acudir a Lc. 15, 11-32. ¡Feliz domingo de Cuaresma!


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