sábado, 26 de mayo de 2018

HOY EL DESAFÍO ES SABERSE CUIDADO

Pilar y Guillermo tienen 5 hijos de 20, 19, 14, 11 y  4 años.

*ECHANDO CURRICULUMS*

Llevamos casi tres semanas echando curriculums. Tanto a Guillermo como a mí nos ha entrado la fiebre "buscatrabajo". Un despido fulminante e improcedente es el culpable de tal curiosa enfermedad. Me recuerda a años ya pasados... El tiempo pasa volando. 
La diferencia es que ahora tenemos 5 hijos que dependen de nosotros, ¡vaya...!

Pero, curiosamente, entre los nervios de los papeles del paro y las gestiones para la indemnización, estamos encontrando una presencia muy fuerte del Señor, que nos alienta a no decaer. Está siendo un tiempo de dejarse sostener por Él. De reconocernos pequeños y dependientes... Nos está ayudando a darnos cuenta de que no hay nada seguro, todo nos puede fallar, incluso las personas que más queremos. Lo único seguro es su Amor.

También este tiempo está siendo precioso porque estamos experimentado el apoyo de nuestros hijos, que enseguida nos dicen: "No, mamá, no hace falta que me compres eso, que ahora estamos mal de dinero"... O los mayores nos ofrecen colaborar con su sueldillo de fines de semana... y ¡¡Guille y yo estamos pasando mucho tiempo juntos!! Todo el que nos había robado su empresa de jornada-completa-y-ampliada, es decir, de 9 a 9. Se me viene a la mente la cita de San Pablo: "Todo ocurre para bien de los que le aman" (Rom 8) 

Por eso *hoy el desafío en familia* es saberse cuidado por la Providencia. Valorando todo lo que tenemos, también la familia y el trabajo que se  nos ha regalado. Todo es don de Dios y a veces nos lo apropiamos, como si fuera nuestro.


sábado, 19 de mayo de 2018

HOY EL DESAFÍO ES RESCATAR LA COMUNIDAD

María y Álvaro tienen una niña de dos años.

*TIEMPO EN FAMILIA*

Hoy he ido con mi marido a tomar un café y a hablar de nosotros, de nuestros proyectos académicos y laborales, de lo que estamos viviendo... Está siendo una temporada difícil y nos es complicado encontrar tiempos para nosotros, para hablar y estar juntos, y por eso era importante sacar este rato hoy. 

Ahora que llega Pentecostés, y yo me he identificado siempre con Tomás, el de si no lo veo no lo creo, el que se perdió el domingo de Resurrección, me pregunto qué habría sido de él si el día que estaba fuera de la comunidad hubiera sido este. Qué duda cabe que los discípulos pasaban por momentos muy complicados, pero seguían reuniéndose en casas, alrededor de la mesa. Pues es en la comunidad, en casa, en la familia donde, entre alegrías y dolores, se nos entrega el Espíritu, se nos renueva el sacramento. 
Y es por eso, que en medio de estos meses de fin de curso, de exámenes,  de organizar el verano... hay que volver a casa, hay que volver a la comunidad y compartir la vida. Porque el Señor quiere tener su Pentecostés en nuestra familia, quiere entrar con todos reunidos, con nuestras rencillas, nuestros corazones con heridas... ponerse en medio, sanarlos con su Amor y darnos su paz. 

*Por eso hoy el desafío en familia* es rescatar la comunidad que hay bajo esa capa de "oficina de expedición de comidas y cenas", o de pañales y paseos, o como dice esa frase de madre, de esta POSADA, y sentarnos en familia pidiendo al Señor que Él nos envíe el Espíritu Santo.



sábado, 12 de mayo de 2018

HOY EL DESAFÍO ES IR CON FLORES A MARÍA

Sara y Santi tienen 4 hijos de 10, 8, 6 y 2 años.

*¿INSIGNIFICANTE PARA QUIÉN?*

Cuando tengo problemas con mis hijos y me planteo pedirle algo a la Virgen (de madre a Madre), tiendo a sentirme poco merecedora de su atención, o poca cosa para pedirle algo. 

Este domingo es la Virgen de Fátima. Hace ya 101 años que se apareció a los tres pastorcillos. En este momento, acordándome de los pastorcillos de Fátima, pienso: ¿Acaso eran ellos celebridades,eruditos o personas sobresalientes? La respuesta es NO. Eran niños sencillos, con poca formación… almas, al fin y al cabo, como tú y como yo.

Tengo la manía de recurrir a ese pensamiento de "no ser merecedora", insisto, y realmente creo que es un error. Pierdo de vista que Jesús nos la entregó como madre a todos los cristianos, a través de Juan, con ese "Madre, ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu Madre". Como tal deberíamos tratarla, ¿no? 

*Hoy el desafío en familia* es llevarle a María nuestras flores y nuestros fangos. Es decir, lo bueno y lo malo. Ofrecérselo todo,compartirlo con ella sabiendo que es Madre comprensiva y amorosa que nos acoge en su seno tal cual somos, y así nos quiere.



sábado, 5 de mayo de 2018

HOY EL DESAFÍO ES ENMADRARNOS

Antonio e Isabel tienen dos hijos de 6 y 7 años.

*EL MEJOR REGALO PARA UNA MADRE*

Según se acercaba esta celebración tan especial del día de la madre, pensaba que llevo ya diez años sin hacer ningún regalo a la mía, pues ya hace ese tiempo que no está entre nosotros. 
Y mientras me exprimía el cerebro para sorprender a mi mujer, me preguntaba: *¿qué le haría ilusión a mi madre?* 
Hay algo que, como toda madre, siempre nos decía: que si la queríamos a ella de verdad, nos quisiéramos entre los hermanos; ese era el mejor regalo para ella.
Vaya sorpresa al leer el Evangelio y descubrir que, de algún modo, se parece a lo que nos dice Jesús en la Última Cena.
“Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”. 
En mi vida, después de mi mujer, si hay un amor que yo pueda identificar con el de Cristo… es el de mi madre. Con todos sus defectos, con la carga de egoísmo que todos llevamos, su vida, su pensamiento y su oración éramos nosotros. 
Cuando ya estaba malita, mi madre nos cogía uno a uno a los hermanos y nos interpelaba: “¿Me quieres? ¿Eres feliz? ¿Vas a ser buena persona?” Y en mi caso, que estaba a punto de casarme: “¿Vas a ser un buen marido? Mira que voy a rezar siempre por ti…”
 Lo mismo te pregunta Jesús, como a Pedro: “¿Me amas?”. Y añade: “Apacienta mis corderos”. Cómo si dijera: si me amas, ama la familia que te he dado. Ama como yo te amo. 

Por eso, *hoy el desafío en familia* es enmadrarnos. Tomar conciencia de la tremenda vocación que Dios nos ha dado: hemos sido creados por amor y para amar. 
Si eres madre, estás llamada a algo muy grande. Dios te quiere tanto que te da el regalo de amar como Él ama. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. 
Eres madre. Has dado vida, y Dios quiere que sigas dándola. No sólo damos la vida física a nuestros hijos, les damos la vida del cielo, que es mucho más. Les enseñamos a amar, a entregarse por los demás, a encontrar a su vez su propia vocación.
Eres madre. Eres el rostro del amor de Dios para tus hijos. El amor que ama primero, incondicionalmente, con alegría, sin cansarse, sin llevar cuentas del mal.
Y los que no somos madres también estamos llamados a compartir parte de esa fecundidad, de ese amor como el de Cristo, como el de María, la Madre del Amor Hermoso.
Pero amar con el amor de Cristo no es una cuestión de esforzarse más, sino de pegarse más a Él, estar más enmadrados de Él. Pídele que te llene de su Espíritu, que te encienda con su fuego de amor. Dile muchas veces, como su Madre, “Hágase en mí según tu palabra”. Pídeselo a Ella, que, como buena madre, siempre se sale con la suya.